MADRID. Los cinco grandes banqueros españoles, la que puede considerarse banca sana, como son los presidentes del Banco de Santander, Emilio Botín, del BBVA, Francisco González, del Sabadell, Josep Oliú, del Popular, Angel Ron y de Caixabank, presidida por Isidro Fainé, aunque está última aún no tenga resuelto su problema de dueños, han hecho llegar al ministro de Economía, Luis de Guindos, el mensaje de que no pueden seguir ayudando ilimitadamente a las entidades nacionalizadas, ya que en estos momentos ya se está produciendo competencia desleal, según ha sabido este diario del sector financiero.
Estos bancos, utilizando además como punta de lanza a la Asociación Española de la Banca (AEB), la patronal que preside Miguel Martín, están mandando constantes mensajes al Gobierno en este sentido, argumentando la necesidad de que se tome cuanto antes una solución definitiva para el problema, que son las grandes entidades nacionalizadas como Bankia, Novagalicia y Catalunya Banc.
No quieren dar ideas desde la banca sana, aunque las sugieren, si hay que trocear a las nacionalizadas o cerrarlas ordenadamente, pues que se haga cuanto antes. Además están bastante molestos con el FROB, que recientemente rechazó algunas de sus ofertas por Catalunya Banc por considerarlas insuficientes.
COMPROMETE LA VIABILIDAD DE TODOS
Estos bancos y la propia AEB argumentan que de seguirse con la misma política que hasta ahora, de constantes peticiones de fondos, al final podría terminar por comprometerse la viabilidad de la considerada banca sana que el pasado año realizó unos formidables esfuerzos de provisiones y de capitalización de los que todavía no se ha repuesto.
Entre provisiones y capital, las dotaciones efectuadas por el sistema financiero español el año pasado fueron de casi 115.000 millones de euros, más del 11% del PIB español.
A LA MEDIDA DE GOIRIGOLZARRI
La preocupación de estos banqueros ha saltado otra vez a partir del estudio que están haciendo las consultoras Nomura y Mckinsey, encargado por el FROB, sobre una cierta integración o alineamiento entre los bancos nacionalizados para que pueda ser dirigido o coordinado por el equipo de Bankia que lidera José Ignacio Goirigolzarri, que se está convirtiendo en el banquero de moda y cuyo trabajo de saneamiento en la antigua caja de ahorros está siendo muy valorado por el Gobierno.
Las cinco entidades financieras que se consideran ya más o menos a salvo de la crisis, ven "peligrosísimo" el estudio de las consultoras Nomura y McKinsey, ya que creen que podría haber un cruce de negocios muy peligroso para todos, lo mismo que pensaron con la Sareb y que todavía no está resuelto.
CLAROS AVISOS DE BOTÍN Y GONZÁLEZ
El principal aviso a las nuevas iniciativas en este sentido lo dio recientemente Emilio Botín cuando rechazó la invitación del Gobierno para solucionar el problema de las preferentes. Botín declaró en un acto de la fundación del Santander que la entidad que preside, como muchas otras, por ejemplo el Popular, han arreglado por su propia cuenta su problema de referentes, sin recurrir a nadie, y en clara referencia a la petición de Economía de que la banca sana aumente sus dotaciones al Fondo de Garantía de Depósitos para solucionar las preferentes de todos.
Y otro no que no para de dar avisos ha sido el presidente del BBVA, Francisco González, que ha rechazado todas las invitaciones para entrar en el capital del ‘banco malo' que se le han hecho desde Economía y el FROB.
CREE QUE LO PEOR HA PASADO
Este mensaje de angustia contrasta con el mensaje muy positivo dado por el ministro Luis de Guindos, esta misma semana, que mostró su satisfacción con las reformas financieras realizadas, pese a que a España le ha tocado realizarlas en los peores momentos de la crisis, lo que las ha complicado, a diferencia de la mayor parte de países europeos que hicieron estos ajustes en 2008 y 2009, cuando había más liquidez.
En el fondo, Guindos vino a decir que lo peor de la crisis ya había pasado, justo lo contrario que piensan los grandes banqueros, aunque no lo digan públicamente.
Pero el ministro de Economía y Competitividad en una de sus últimas intervenciones públicas esta misma semana, también lanzó alguna que otra piedra a los banqueros al decir que no viesen el corto plazo con la nueva apelación de fondos para las preferentes, ya que al final, esa nueva ayuda traerá más estabilidad al sistema de la que ellos se podrán beneficiar.
Respecto al informe que preparan para el FROB, Nomura y McKinsey, todo parece indicar, según han asegurado desde duentes gubernamentales, que no se trata de integrar a las entidades nacionalizadas en un solo grupo, ni siquiera en una una sociedad holding, pero sí de coordinar algunas de su políticas, por ejemplo la comercial o la de riesgos, y sobre todo, usar alguna figura para unificar criterios que faciliten el acceso al crédito de empresas y ciudadanos.
A los grandes banqueros algún día cercano se les acabará el chollito que tiene montado viviendo del linchamiento del resto de entidades como Bankia mientras ellos se forran. A todos nos llega la hora. Ahora a tragar y menos lloriquear.
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