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VALENCIA. Luis Caruana & Asociados, auditor de las cuentas de Suávitas -la única cotizada valenciana dentro del Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-, ha comunicado a dicho mercado para empresas en expansión la falta de respuestas para poder haber llevado a cabo una auditoría más completa. Pero no solo eso sino también ha detectado una serie de irregularidades que explican el por qué del fracaso de la salida al parqué de la compañía local.

De entrada, el auditor advierte que no ha poidido confirmar los saldos con siete de las trece entidades financieras con las que opera la compañía. Como tampoco ha logrado conocer del abogado y los dos asesores laborales de Suávitas "asuntos de naturaleza legal y laboral que puedan tener efecto de las cuentas anuales incluyendo reclamaciones, procedimientos administrativos, jurisdiccional o laboral de cualquier clase..."

Ni siquiera hubo respuesta a la solicitud de confirmación de saldos, operaciones, garantías prestadas y otros asuntos mantenidos con Valcapital Inversiones I en su calidad de accionista mayoritario de la sociedad hasta la fecha de venta de su participación.

DEMASIADAS INCÓGNITAS

Una operación que se produjo el pasado 13 de febrero, así como a la petición remitida por los mismos conceptos a Valcapital Gestión, la gestora de Valcapital Inversiones.

Por si fuera poco, según refleja el auditor en su informe, tampoco ha recibido contestación acerca de los saldos con siete de los once proveedores y acreedores a los que solicitó confirmación, así como del volumen de operaciones realizado y otros asuntos derivados de dichas operaciones.

De ahí que "consecuentemente no podemos evaluar el impacto que sobre las cuentas anuales hubiese tenido disponer de la información derivada de la obtención de las respuestas de terceros y partes vinculadas anteriormente descritas", apunta Caruana a modo de sentencia.

Lo que sí le consta -y confirma- es que Suávitas tiene pendientes de pago liquidaciones impositivas y cotizaciones a la Tesorería General de la Seguridad Social relativas al ejercicio 2012, pero también a ejercicios anteriores.

FALTA DE PAGOS

O lo que es lo mismo: la compañía valenciana dedicada a la medicina estética salió a cotizar al MAB en abril del pasado -captando 1,5 millones de euros- sin estar al corriente de pagos.

El auditor tiene claro que las cuentas anuales correspondientes al pasado año reflejan "la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de Suávitas a 31 de diciembre de 2012". Así se explica la evolución negativa de las operaciones de Suávitas durante el pasado año, que provocaron una importante reducción de su cifra de negocios, generando pérdidas que provocaron un déficit de unos 2,7 millones de euros en su capital de circulante a dicha fecha.

CIERRE DE CLÍNICAS

Un patrimonio neto negativo que impidió a la sociedad atender sus compromisos de pagos en los plazos acordados con proveedores, acreedores, empleados, entidades financieras y organismos públicos, según el informe de auditoría, que a la postre supuso el cierre de cinco clínicas durante el pasado año y la rescisión de contratos de trabajo con sus empleados.

La historia que sigue a continuación es de todos conocida: primero la sociedad presentó un preconcurso de acreedores, lo que conllevó el ser suspendida en el MAB -así sigue- el 18 de octubre del pasado año.

EN MANOS DE VALSAMÉDICA

Y cuatro meses después, concretamente el 13 de febrero del presente ejercicio, Valcapital Inversiones I -accionista mayoritario de Suávitas- vendió el 49,90% de su participación a los sevillanos de Valsemédica, compañía con una actividad operativa similar a la valenciana, pero pagando diez veces menos del precio al que debutó.

Precisamente son ellos -Valsemédica propietaria de las clínicas de depilación láser Depititè- los que están tratando de reflotar a Suávitas en estos momentos a través de un plan de viabilidad sobre premisas que permitan la rentabilidad futura de la cotizada valencianana y, muy especialmente, la generación de recursos líquidos suficientes para atender los compromisos asumidos. De hecho, tal y como avanzó este diario, los sevillanos presentarán dicho plan en la junta de accionistas del próximo siete de mayo que se celebrará en la Bolsa de Valencia.

PENDIENTE DEL PLAN DE VIABILIDAD

De momento, tal y como advierte Caruana en su informe de auditoría, "los nuevos administradores de Suávitas consideran que no se van a materializar las condiciones recogidas en la legislación aplicable respecto al estado de insolvencia".

Los sevillanos de Valsemédica, según se recoge en el informe financiero, tienen claro que el plan de viabilidad garantizará el relanzamiento de la actividad, la entrada en rentabilidad futura de la sociedad y la generación de recusos líquidos para hacer frente en los importes y plazos de los acuerdos que finalmente se alcancen con sus acreedores.

SINERGIAS

Además, "la implantación de medidas tendentes al crecimiento del volumen de negocio así como la optimización de la estructura de costes en el marco de las sinergias derivadas de la integración en el Grupo Valsemédica, así como en negociaciones con proveedores y financiadores, están generando resultados positivos en los primeros meses de este año".

Todo un rayo de esperanza para los cientos de pequeños accionistas atrapados desde octubre pasado en la única cotizada valenciana que cotiza en el MAB y que esta semana cumple su primer año de vida en dicho mercado.