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Los sindicatos valencianos critican con dureza la propuesta de la CEOE de un nuevo contrato para jóvenes sin derechos sociales. Recuerdan que medidas similares propiciaron la huelga del 89
No ha sentado nada bien en el seno de las organizaciones sindicales de la Comunitat Valenciana la última propuesta presentada por la patronal CEOE en el marco de la negociación del pacto económico y la reforma laboral.
La patronal ha propuesto una nueva modalidad de contrato, al que llaman contrato de inserción social, destinado a jóvenes menores de 30 año, y que tendría una duración de seis meses prorrogables a un año y una remuneración equivalente a la del salario mínimo interprofesional.
Estos trabajadores, por tanto, no tendrían ningún tipo de derechos sociales (no cotizarían a la Seguridad Social, no tendrían prestación por desempleo, ni indemnización por despido.
La patronal autonómica Cierval prefiere no pronunciarse, insiste en que la negociación está en manos de la dirección nacional. Tanto UGT como CCOO, en cambio, sí han levantado la voz ante esta propuesta similar a la que propició una huelga general en 1989.
En la CEOE explican que se han inspirado en el contrato de primer empleo francés que ha permitido la inserción de un millón de jóvenes en el mercado de trabajo galo.
Otra de las propuestas que sí tiene más visos de prosperar en la negociación es otra de las grandes apuestas de la patronal. Esta basada en un tipo de contrato indefinido con una indemnización creciente según sea la antigüedad del trabajador en la empresa.
UGT y CCOO también han puesto sobre la mesa sus propuestas para mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo. Los dos sindicatos reconocen que es necesario reducir la temporalidad, limitando el abuso de la contratación temporal y exigiendo la causalidad para su aplicación.
Más que el modelo galo, los sindicatos se están fijando en la experiencia de Alemania y no ven con malos ojos estudiar fórmulas para la reducción de la jornada como instrumento del mantenimiento del empleo.
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