La noche del pasado jueves se produjo un encuentro singular dentro del vanguardista y elegante restaurante Arrop de Valencia. Invitados por la Fundación Cañada Blanch, se encontraban presentes catorce asistentes entre los que se encontraban cinco miembros de la London School Economics en cuyo honor se celebraba la cena, que debatieron durante la velada sobre lo humano y lo divino.
La gente de la London School impartía esos días en el contexto de Forinvest una cátedra de economía -dirigida por el profesor Luis Garicano- patrocinada por la Fundación Cañada Blanch, el Instituto Valenciano de Finanzas y Bancaja. Un éxito para los organizadores y un activo interesante para los seguidores del curso.
Entre los asistentes al ágape se encontraban representantes de los patrocinadores, Juan Luis Trigo y Luis Aznar, presidente y director de la Cañada Blanch; Jorge Vela y Enrique Pérez Boada, director y ex director respectivamente del IVF; y Sebastián Ruiz, director de Marketing de Bancaja,.
La noche se presentaba a priori como una cena aburrida y protocolaria como tantas, pero algo cambió el panorama. Entre los invitados se había ‘colado' un personaje inesperado, Alberto ‘McCoy' Artero, un fino analista madrileño estrella de un influyente diario digital de la capital. A medida que pasaba la cena, él y Garicano establecieron un intenso y agudo intercambio de opiniones sobre la economía mundial, la europea y, por supuesto, la española.
El resto de los comensales asistieron atentos y divertidos al duelo entre ambos personajes que, según señala a Valencia Plaza alguno de los asistentes, "no dejaron títere con cabeza". Analizaron la crisis económica de arriba abajo y expusieron sin cortapisas sus teorías y singulares opiniones, desde el peligro que suponía para la UE que Alemania -y no Grecia o España- abandonara el euro, hasta la necesidad "perentoria" de que Zapatero no se presentara a la elecciones generales para que España "pueda recuperar su imagen exterior"...
Penoso el papel del administrador. Como se pone en duda la labor de quienes están al frente de la Cañada Blanch pues leña al mono. Haciendo de palanganeras de quienes gestionan de forma harto discutible (como sabemos todos los que tenemos conocimiento de sus actividades) la herencia de Cañada os auguro larga vida valenciaplaza. Cualquier fundación en Madrid o Barcelona con ese patrimonio, menguado por la mala gestión, sería mil veces más visible, conocida y respetada académicamente. Ah!, si no estoy equivocado, no concede becas. Al menos como actividad relevante. Organiza cursos conferencias, viajes (de sus gestores mayormente y de Preston) y a lo que se ve cenas en restaurantes de lujo que es una actividad muy académica y socialmente relevante como todos sabemos..
Ay Manuel… ¿por qué hablas de lo que no sabes, qué pasa, te presentaste a alguna beca y no tuviste suficiente nota para que se te concediera?, quizás es ese el problema, que no llegas… Entérate de lo que hace y ha hecho la Cañada Blanch como erróneamente la mencionas (es Fundación Cañada Blanch), quizás te sorprendas.
Ahora ya sabemos a qué se dedica la Cañada Blanch de la mano del protegido Luís Aznar: a organizar comiditas entre los selectos y a hacer viajes a Londres de los idem y, como contrapartida, a reducir las becas para investigadores valencianos. Si su fundador resucitara se volvería morir del disgusto..
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