MADRID. Las empresas constructoras españolas lideran el sector concesional en el mundo, según los últimos datos de publicación Public Works Finanzing, al alcanzar en 2012 una suma de inversión de casi 201.000 millones de dólares en un total de 198 concesiones, lo que supone el 51% del ranking de las diez mayores empresas concesionarias del mundo.
En la lista de estas diez la primera es Ferrovial-Cintra, controlada por la familia Del Pino, con una inversión exterior de 72.000 millones, seguida en el número dos por la también española ACS presidida por Florentino Pérez y sus filiales internacionales Hochtief e Iridium con 70.200 millones. Ya en el puesto siete se encuentra Sacyr con 21.500 millones de dólares, seguida en el ocho por Globalvía (FCC y Bankia) con 19.400 millones y en el puesto 9 por el grupo OHL, controlado por Juan Miguel Villar Mir.
Grandes grupos internacionales como las francesas Vinci, Egis y Bouygues ocupan los puestos tres, cinco y seis de la lista, o la australiana Macquaire que se sitúa en el cuatro con 45.970 millones de dólares invertidos.
Asimismo, por número de contratos son también tres grupos españoles los que lideran la lista de Public Works Finanzing: ACS con 64 operaciones de construcción, Globalvía con 45 y Abertis con 36, siendo luego Ferrovial la número siete con 32 operaciones, OHL la ocho con 32 y Sacyr la nueve con 25. Y ya a más distancia, el grupo de la familia Entrecanales Acciona está en el puesto 20 con 14 operaciones, Isolux en el 36 con 8 e Itínere en el 38 con 6 operaciones.
CIFRAS QUE MAREAN
ACS tiene 2.397 kilómetros de autopistas en construcción o explotación. Ferrovial con Cintra tiene unos 2.000 kilómetros de autopistas y desde su filial británica BAA, opera cinco aeropuertos en ese país, Heathrow, Stansted, Southampton, Glasgow y Aberdeen. Globalvia está presente varios países sudamericanos como Chile, México y Costa Rica.
Abertis gestiona autopistas en Francia, Reino Unido, Chile, Estados Unidos, Argentina y Colombia, y opera aeropuertos en Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Jamaica, Colombia, Chile y México. Sacyr dispone de 27 activos entre autopistas, intercambiadores de transporte, aeropuertos y líneas de metro. Y la filial concesionaria de OHL está presente en Argentina, Brasil, Chile, la India, México y Perú con 23 autopistas, tres líneas ferroviarias, un aeropuerto y varios puertos.
Con más de treinta años de experiencia en el desarrollo de concesiones en España, las constructoras españolas se han convertido en líderes mundiales en la gestión de infraestructuras en todo el mundo.
PROCESO IMPARABLE
Y además, su actividad no se está limitando al desarrollo concesional, ya que ante el desplome del sector en España, la mayor parte de estos grandes grupos tienen ya la mayor parte de su cartera fuera de nuestras fronteras, donde están ejecutando algunas de las obras de ingeniería más emblemáticas de la actualidad.
La última en octubre pasado y que fue muy conocida, ha sido la adjudicación a un consorcio de empresas españolas entre las que están Renfe, Adif y Talgo, y algunas saudíes, el contrato de construcción y explotación de la línea de alta velocidad que unirá La Meca y Medina por 6.736 millones de euros.
PRESTIGIO INTERNACIONAL
Es público que la ingeniería nacional goza de un prestigio mundial acreditado por obras emblemáticas en medio mundo. Por citar algunas de ellas, ahora en fase de construcción, se pueden contar dos muy especiales por sus características, que han hecho correr ríos de tinta hasta la fecha.
La ampliación del Canal de Panamá que ganó Sacyr en 2008 puede ser la primera de ellas. Adjudicada por 3.200 millones de dólares a un consorcio que lidera la empresa española y en el que también participan la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, es probablemente la mayor obra de ingeniería civil que está realizando una empresa española.
Habría que recordar que según se publicó en los famosos papeles de Wikileaks, la Administración norteamericana estuvo todo el proceso de adjudicación de estas obras en Panamá intentando que la obra fuese a parar a un grupo que lideraba la norteamericana Betchtel, lo que no consiguió frente a Sacyr.
Se trata de construir el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, con cámaras más grandes (427 metros de largo, 55 de ancho y 18,3 de profundidad) que permitirán a los barcos triplicar la carga transportada. La obra comenzó en 2008, deberá estar terminada en 2014 y ya hay casi 10.000 personas trabajando a diario en la misma.
La otra obra sería el túnel de San Gotardo bajo los Alpes sería la segunda obra elegida. Lo construye la filial austríaca de FCC, el grupo Alpine y es una obra valorada en unos 18.000 millones de euros, siendo la parte de Alpine próxima a los 1.000 millones. Se trata de un enlace ferroviario a través de los Alpes que tiene una longitud total de 57 kilómetros.
La puesta en servicio del túnel está prevista para 2017. Ha sido diseñado para crear una conexión rápida, desde Basilea a Milán y comunicará Suiza con la red ferroviaria europea de alta velocidad.
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