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VALENCIA. El administrador provisional de Banco de Valencia, José Antonio Iturriaga, ha reconocido en la junta de accionistas que las medidas de reestructuración de la entidad han supusto "un duro golpe para los accionistas y poseedores de subordinadas", pero ha adevertido que "dada la inviabilidad de Banco de Valencia en el momento de su intervención eran necesarias".
Iturriaga, durante su intervención para explicar la gestión, ha asegurado que "nadie ha soportado pérdidas superiores a las que hubiera soportado si se hubiera liquidado el banco". Una liquidación que Iturriaga ha considerado no era una opción: "La estabiidad del sistema hacía necesario evitar un proceso liquidatorio".
MALESTAR ENTRE LOS ACCIONISTAS
En el turno de palabras, una treintena de accionistas han intervenido fundamentalmente en tono crítico, tanto con los anteriores gestores del Banco de Valencia como con la gestión del FROB realizada durante la intervención.
También se han lanzado peticiones a los nuevos dueños, Caixabank, para que apliquen una generosa ecuación de canje cuando se realice la absorción del banco, así como que se mantenga la marca Banco de Valencia.
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