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MADRID. Una leve sonrisa aparecía en las caras de los periodistas cuando este miércoles, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, reunido con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hablaba de retomar el 'eje de la prosperidad' entre Valencia y Madrid. Dos nuevos mandatarios, ajenos a esa iniciativa, que fue propulsada por sus antecesores y tan coreada por el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps.

¿Un lobby político? ¿Una unión de fuerzas? Nadie parecía tener claro de qué se trataba. Finalmente, pareció cerrarse como una alianza económica, social y cultural establecida en 2004 entre las dos comunidades junto a Baleares. Esperanza Aguirre, Francisco Camps y Jaume Matas sellaron en la Sala del Trono del Castillo de Bellver, en Palma de Mallorca, un acuerdo para luchar por los intereses de las tres.

Cuando Matas cayó en las urnas, los dos restantes abanderaron el 'eje' acuñado por Camps, para hacer de Madrid y la Comunitat una potencia. Esperaban deseosos la llegada del AVE, "cumplimiento de una reivindicación histórica" y un "cambio definitivo para el futuro" de los valencianos, según palabras del ex presidente de la Generalitat. Quería darle "un giro a la historia" de España, modificando su "eje tractor" en torno al eje Madrid-Comunidad Valenciana.

Y ahora, se retoma el 'eje de la prosperidad' en un contexto que nada tiene que ver con en el que mantenía a Camps en flotación. ¿Sería mejor llamarlo 'eje de la necesidad'? González y Fabra necesitan reivindicar de forma conjunta un cambio en la financiación autonómica para poder desahogar, sobre todo, las arcas de la Comunitat. La prosperidad ahora es más bien escasa. Con el mayor déficit de todas las regiones españolas, a la cola de paro, y con escasa financiación para inversiones, Fabra necesita andar de la mano de su homólogo madrileño para reivindicar las necesidades conjuntas.

Ahora, las infraestructuras como el AVE o ampliaciones de puertos y aeropuertos como en su momento reivindicaron Aguirre y Camps han quedado en un segundo plano. En estos momentos es necesario caminar, uno al lado del otro, para reclamar lo básico y buscar las sinergias que más puedan beneficiar a ambos. Desde la oposición apuntan a que Fabra ha decidido unirse a González con el fin de hacerse visible para el Gobierno en uno de los peores escenarios económicos de la historia valenciana.

Los dos presidentes retomaron un argumento ya utilizado por el ex presidente de la Generalitat, el de tirar del resto de España. Unas afirmaciones un tanto extrañas si se mira con perspectiva las condiciones en las que se encuentra la Comunitat. Ya no es hora de Copa América, ni de subsedes de vela de los Juegos Olímpicos, hasta ahora mantenidas en la agenda y heredadas de las decisiones tomadas por Camps.