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VALENCIA. El consejo rector de Crèdit València se va a reunir esta misma semana para abordar su fusión con Cajamar y llevarla ante la asamblea que tendrá lugar durante esta próxima primavera, según lo han confirmado fuentes cooperativistas conocedoras de la operación a este diario.

De este modo, la rural valenciana seguirá los pasos que dieron en su día Caja Campo (2011), Caja Rural Castellón San Isidro (2012) y Caja Rural de Casinos, cuyo consejo dio el visto bueno hace tres semanas para proponer a sus socios a finales de abril fusionarse con Cajamar después de haber pasado por un Sistema Institucional de Protección (SIP) y acabar en la integración plena, tal y como ha sucedido en los tres casos.

De este modo, una vez fusionada con Cajamar, no tendrá que mutualizar los resultados como lo viene haciendo dentro del grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM).

FONDO COMÚN

Conviene recordar que en cada ejercicio, las entidades integradas en dicho grupo tienen que destinar el 100% de los resultados brutos, siempre que sean positivos, para constituir un fondo común, mediante depósito o puesta a disposición de la entidad cabecera.

Dicho fondo se distribuirá de manera proporcional a la participación de cada una de ellas en el sistema, entendiendo como tal su participación en los activos totales medios del grupo. "Crèdit València tiene claro que la integración en Cajamar le va a resultar más interesante y, sobre todo, bastante más eficiente que estar dentro de un grupo de mutualización", apuntan las mismas fuentes, que tienen claro que "las integraciones en Cajamar van a seguir teniendo continuidad, tanto de entidades de la Comunitat como otras de fuera".

ACTIVOS POR VALOR DE 610 MILLONES

Al cierre de 2011, últimos datos anuales disponibles, Crèdit contaba con una plantilla de 123 trabajadores, repartida entre una treintena de oficinas. Entre las principales magnitudes del balance destacaban unos depósitos de la clientela por valor de 476,64 millones, unos activos por valor de 609,83 millones de euros, un ratio de eficiencia del 69,01%, un ratio BIS del 10,55% y una tasa de morosidad del 7,61%.

Crèdit València nació en 2001 fruto de la unión de las secciones de crédito de más de una veintena de cooperativas agrícolas.

UNA ALTERNATIVA

Una integración que representó un instrumento de crédito especialmente próximo a las cooperativas agrarias y a su entorno económico local.

Rápidamente se convirtió en una alternativa para las cajas rurales que no querían estar 'sometidas' a la entonces Caja Rural de Valencia, pero el posterior proceso de concentración del sector acabó llevando a Crèdit a Cajas Rurales del Mediterráno y posteriormente a Cajas Rurales Unidas.

MEDIO SIGLO DE COOPERATIVISMO

Enrique Cucarella fue su primer presidente hasta junio de 2002 cuando fue nombrado Salvador Galduf, que se mantiene desde entonces. Precisamente en ese año fue designado director general -y primer ejecutivo de la entidad- Rafael Carrau.

La trayectoria, personalidad y experiencia de Galduf -con casi cinco décadas trabajando en el ámbito cooperativista- lo han hecho en un auténtico estandarte de la entidad. Sin embargo, el devenir de Crèdit Valencia no sería el mismo sin la presencia de Carrau, que hasta 2002 ejerció la abogacía para incorporarse ese año al sillón de primer ejecutivo de la caja.

Una entidad que es la culminación de un proceso iniciado en 1997 donde se integran 28 secciones de crédito de cooperativas agrícolas.

PRUDENCIA

Algunas de ellas con más de un siglo de antigüedad y bajo el común denominador de la prudencia sin desatender las necesidades de sus clientes. 

Sin embargo, la integración de Ruralcaja y su grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) en Cajamar provocó la salida pactada de Rafael Carrau -sustituido por Pere Gadea-, que ocupaba el cargo de subdirector en dicho grupo, tal y como publicó este diario a mediados de octubre pasado.

LA CASA GRANDE DEL COOPERATIVISMO

Las intenciones de Crèdit València de fusionarse con Cajamar apuntillan el fallido proyecto de CRM, que nació en el verano 2010 y estuvo compuesto en sus orígenes por 14 cajas rurales de la Comunitat Valenciana. A saber: Ruralcaja, Torrent, Crèdit Valencia, Altea, Burriana, Callosa d'en Sarrià, Nules, Alqueries, Cheste, Alginet, Vilavella, Almenara, Xilxes y Vilafamés.

"Es un día grande en la puesta de largo de lo que hemos denominado como la casa grande del cooperativismo valenciano", decía entonces Juan Antonio Gisbert, entonces director general de CRM, en la presentación oficial ante los medios de comunicación. Además de descartar cualquier ayuda del FROB para terminar finalmente siendo 'rescatado' por Cajamar.