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MADRID. Arranca un fin de semana de intensas reuniones para encontrar una salida al conflicto de Iberia. Los contactos entre todas las partes, Gobierno incluido, serán intensos y permanentes, una vez que el mediador designado por el Ministerio de Fomento, Gregorio Tudela, se haya plantado ante la falta de acuerdo entre las partes y les haya convocado para el próximo lunes para aceptar o rechazar su propuesta de mediación sin cambios.

Esta propuesta rebaja de 3.800 a 3.147 los despidos y prorroga el ERE en vigor hasta 2015 para que las salidas laborales sean prácticamente todas por prejubilaciones, es decir, más caras para la aerolínea que preside Antonio Vázquez. Propone también rebajas salariales del 7% para tierra y del 14% para vuelo hasta 2015 y otras medidas de productividad.

Tudela presentará un documento para su aceptación o rechazo por las partes implicadas y dará por terminado el proceso de mediación y si ambas partes aceptan dicho documento la empresa retiraría el ERE, el proceso de inaplicación de los convenios colectivos, y los sindicatos retirarían las huelgas convocadas, para dar paso a un nuevo proceso de negociación.

DESBLOQUEAR LA SITUACIÓN

Esto sería lo lógico, pese a este acuerdo a Iberia le sale mucho más caro que la aplicación de la reforma laboral, y los sindicatos no logran tampoco ninguna garantía futura sobre producción y crecimiento de la actividad. Pero desbloquea la situación, dicen las fuentes consultadas, y permitiría a ambas partes comenzar a negociar con más calma, sin la presión de los paros.

De manera, que en la nueva ronda de contactos se podrían poner sobre la mesa dos asuntos capitales para ambas partes: más medidas de productividad para la dirección de la aerolínea, y esas garantías de futuro sobre Iberia, para las centrales.

PELIGRA LA SEMANA SANTA

El mediador no ha elegido la fecha del lunes 11 por casualidad. Si no hay acuerdo, es seguro que a la salida de la reunión los sindicatos se irán al tribunal de arbitraje y mediación SIMA a convocar paros durante la próxima Semana Santa, lo que nadie desea, pero que ya no habría dado tiempo para hacerlo si la reunión fuese el martes o el miércoles en lugar del lunes, ya que el plazo para negociar el ERE no vence formalmente hasta el día 14 de marzo.

EL SEPLA Y WALSH

Fuentes conocedoras de los contactos creen que los sindicatos de tierra y los de vuelo, excepto el Sepla, estarían cerca de aceptar este acuerdo, con el único problema de explicar a sus bases el motivo por el que llevan dos semanas de huelga para terminar aceptando una propuesta que Iberia les había hecho ya a primeros de enero y que luego radicalizó ante la negativa sindical en aceptarla entonces.

Los pilotos del Sepla guardan silencio y parecen más reticentes al acuerdo, esperando todavía una intervención del Gobierno que no termina de producirse, pero la rebaja de despidos de pilotos que también propone el mediador, y que se vayan por prejubilaciones, además de no quedarse sólo otra vez, puede decidir a su líder, Justo Peral, a sumarse a un acuerdo general.

Y la dirección de Iberia también estaría interesada en alcanzar un acuerdo el lunes. El problema para el equipo de Antonio Vázquez y Sánchez Lozano, son los británicos con el consejero delegado de IAG, Willie Walsh a la cabeza de este grupo, mucho más extremista y radical y que además ve la guerra desde Londres, a 2.000 kilómetros de distancia.

Para mañana domigo están previstos consejos de Iberia y de IAG, para decidir la posición de la empresa antes de la reunión del lunes con el mediador. Pero se teme que Walsh pueda poner chinas a un acuerdo que le sale más caro, excepto que considere importante lograr la paz social o esté preocupado por una intervención del Gobierno español o un conflicto diplomático entre Londres y Madrid, que le puede terminar afectando.

El Gobierno español sigue muy de carca este conflicto y aunque la Abogacía del Estado le ha recomendado no intervenir, la ministra de Fomento, Ana Pastor, como responsable del transporte aéreo en España, sigue teniendo algunas bazas a su favor si quiere jugarlas.

PLAN DE PENSIONES DE BRITISH

Por otra parte, ayer se hizo público que la 'holding' IAG, resultante de la fusión Iberia-British Airways (BA), reformulará la información comparativa del ejercicio 2012 en las cuentas consolidadas de 2013 para incluir un déficit acumulado de 2.077 millones de euros derivado del plan de pensiones de la británica, según figura en la memoria anual del grupo correspondiente al ejercicio finalizado, informa Ep. "De haberse reconocido estos importes a 31 de diciembre de 2012, el patrimonio total habría disminuido en 2.077 millones de euros reconociéndose 2.697 millones de euros de pérdidas y ganancias actuariales acumuladas previamente no reconocidas, compensadas en parte por un aumento del correspondiente activo por impuestos diferidos de 620 millones de euros", indica la memoria.

En 2009, British Airways llegó a un acuerdo con los sindicatos Unite, BALPA y GME con respecto a sus planes de pensiones, para reconducir su ingente déficit de pensiones que entonces ascendía a 3.700 millones de libras esterlinas (4.252 millones de euros), uno de los principales escollos entonces a su fusión con Iberia.

OPA DE VUELING

Finalmente, Vueling cerró ayer viernes con una subida del 3,95% en el mercado continuo, tras la decisión de su consejo de administración de recomendar a sus accionistas rechazar la opa de IAG a 7 euros por acción, una oferta que valora "negativamente" por considerar que el valor de cotización es superior al ofrecido.

El anuncio del consejo de Vueling, que preside el ex ministro Josep Piqué, no ha sorprendido al mercado, que ha acogido el rechazo a la oferta con ánimo. Las acciones de la compañía catalana abrieron la sesión a 8 euros, para minutos después dispararse más de un 4%, hasta los 8,16 euros, por encima de los 7 euros que ofrece IAG, y rozando su nivel anual. La opa lanzada el pasado 8 de noviembre, por un importe total de 113,4 millones de euros, se dirige sobre los 16,19 millones de acciones, representativas del 54,15% del capital social de Vueling que no controla Iberia.

IAG deberá ahora meditar y decidir si sube el precio ofertado, ya que además hay rumores, no confirmados, de que podría estarse preparando una opa competidora.