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LA OPINIÓN PUBLICADA

Luis Bárcenas: ¿el supervillano perfecto?

GUILLERMO LÓPEZ GARCÍA*. 03/03/2013 "Los múltiples frentes que tiene abiertos, su manera de obrar, su capacidad para atormentar al partido al que ha pertenecido toda su vida, así como su aparente -y desconcertante- imperturbabilidad, le hacen diferente a otros aspirantes a malvado"

VALENCIA  Todos tenemos en mente, más o menos, la figura de los supervillanos del cómic. La némesis del superhéroe, a menudo también dotado de superpoderes, o al menos con una enorme capacidad (intelectual, económica, física), puesta al servicio del Mal. Los supervillanos comenzaron a funcionar en los cómics con una caracterización más bien ridícula, elaborando fantasiosos y absurdos planes normalmente centrados en hacer la vida imposible al héroe. Poco prácticos, los supervillanos, una vez tenían al héroe a su merced, no se deshacían de él, sino que le obligaban a participar en algún "juego mortal", tan maquiavélico como absurdo (tipo introducir al héroe en un molinillo de café gigante), del que éste acababa escapando y capturando al villano.

Con el tiempo, los supervillanos se refinaron y se volvieron más malévolos. En lugar de un molinillo gigante, le asestaban una paliza al héroe, o asesinaban a toda su familia. Una villanía mucho más oscura, y también -si se trataba de hacerle la vida imposible al héroe, o de acabar con él- más eficaz.
 
Había varias motivaciones posibles para las villanías del supervillano. Algunos querían destruir el mundo, o dominarlo completamente; otros, más idealistas, buscaban cambiarlo para mejor, aunque por métodos poco ortodoxos e inaceptables (como, por ejemplo, el supervillano de Batman Ra's al Ghul, que quería acabar con la mayoría de la población del planeta para preservar a las demás especies); y, por supuesto, había villanos que sencillamente buscaban fines más prosaicos, centrados en enriquecerse haciendo el Mal.

Catálogo de virtudes para el Mal

Desde luego, la figura del supervillano pertenece, por su propia naturaleza, al ámbito de la ficción. Pero eso no significa que en el mundo real no podamos encontrarnos aspirantes muy bien acreditados para adoptar un papel similar, aunque no vuelen (salvo en su avión privado) ni lancen rayos por los ojos (que sepamos).

Mariano RajoyEn España, sin duda, hay mucha materia prima donde elegir. Y son muchos -por momentos, apabullantes- los asuntos de actualidad que concitan la atención de la ciudadanía en las últimas semanas. Pero pocos descollan con tanto vigor como una figura que genera titulares de primera página prácticamente a diario: el ex tesorero del PP, Luis BárcenasUn hombre que se ha convertido, en apenas dos meses, en el principal problema del Partido Popular y en uno de los más acuciantes para el Gobierno español. También se ha convertido, al mismo tiempo, en un icono social negativo, desde muchos puntos de vista.

Los múltiples frentes que tiene abiertos, su manera de obrar, su capacidad para atormentar al partido político para el que ha trabajado toda su vida, así como su aparente -y desconcertante- imperturbabilidad ante las cosas que le suceden, son rasgos que ubican a Bárcenas en un escenario diferente al de otros aspirantes a malvado. Entre sus características diferenciales, podríamos destacar:

Millonario: en primer lugar, Bárcenas es millonario. 38 millones de euros en Suiza, más el patrimonio que pueda tener en España y otros países. Una cualidad muy útil para un supervillano. El dinero puede servir para acrecentar las villanías cometidas y por cometer, y es, al mismo tiempo, testimonio de lo mucho y bien que se ha trabajado en el pasado. A los efectos que a nosotros nos interesan -calibrar sus "virtudes" como supervillano-, resulta indiferente que derive del esforzado trabajo de Bárcenas (en cuyo caso habrá que convenir que el hombre es un auténtico genio de los negocios) o tenga un origen ilegítimo.

Lex Luthor, encarnado por Gene Hackman en Superman (1978)Maquiavélico: Los supervillanos que carecen de superpoderes (como por ejemplo el enemigo atávico de Superman, Lex Luthor) suelen suplir este problema, además de con su dinero, con su inteligencia, destinada tanto a acrecentar su poder como a urdir complejos planes contra sus archienemigos. Y, desde luego, cabe reconocer que Bárcenas se ha aplicado con contundencia en este aspecto. Sus famosos "papeles" (cuya autoría negó semanas después de afirmar ante notario haber llevado, durante años, una contabilidad en esa misma línea); sus denuncias al PP, por despido improcedente y por espionaje; y, sobre todo, la percepción de que actúa conforme a la seguridad de saberse intocable, perfilan a alguien extraordinariamente capacitado para, como mínimo, incordiar a sus enemigos.

Incluso aunque sus enemigos sean mucho más poderosos, en apariencia, que él, como sería el caso de Dolores de Cospedal o el propio PP en su conjunto. Uno se imagina a Bárcenas en su casa, sentado en un sillón delante del fuego de la chimenea mientras acaricia a un gato y con la otra mano sostiene un buen brandy. En un momento determinado, observaría satisfecho en el televisor la comparecencia surrealista de Dolores de Cospedal para "explicar" el supuesto "despido diferido" de Bárcenas. Para, al final, musitar un "todo cuadra" o bien romper a reír a carcajadas (según el potencial histriónico que queramos atribuirle a nuestro supervillano).

Excéntrico: Los supervillanos, a menudo, se han caracterizado por mostrar extravagancias, o bien gustos exquisitos, que les separarían de las personas "normales". Otra faceta en la que Luis Bárcenas ha brillado con luz propia. En primer lugar, se trata de un hombre culto, a menudo preocupado por el mercado del arte. Y, desde luego, entendido, puesto que sus negocios en ese sector (como en cualquier otro, por otra parte) siempre han ido viento en popa.

Además, es un hombre amigo de hacer proezas deportivas llamativas, como su gusto por la práctica del "heliesquí", que casi parece sacada de una película de James Bond. Y también es amante de la buena vida: si no está practicando el heliesquí, se le puede encontrar en un hotel de lujo del sur de Francia, por ejemplo.

Exhibición de 'heliesquí'Sin remordimientos: esta es la característica más llamativa, y más desconcertante, del ex tesorero del PP. Cualquiera que observe su situación desde fuera convendría rápidamente en que, desde luego, ésta no es envidiable (si hacemos abstracción de los 38 millones de euros y lo que comportan): es probable que Bárcenas acabe condenado, en una condena que puede comportar cárcel. Y, aunque no sea así, como mínimo sus problemas judiciales le pondrán en dificultades durante muchos años. Tampoco debe resultar muy agradable convertirse en una persona sometida constantemente al escrutinio público, sobre todo si en el camino se convierte en el mencionado icono social negativo.

Por eso llama la atención hasta qué punto, en apariencia, a Bárcenas le resulta indiferente su situación. Una persona acosada por la justicia, repudiada por los suyos (en parte, puesto que aún no ha llegado esa famosa querella del PP contra él, mientras él no cesa de querellarse en sentido inverso) y rechazada por la mayoría de la sociedad; cuyas riquezas están siendo fiscalizadas por la Justicia. Y, sin embargo, Bárcenas se va tranquilamente de fin de semana a Canadá, o al sur de Francia.

No muestra vergüenza, o arrepentimiento, de ninguna clase, pero tampoco enfado e indignación (como sería más común en alguien inocente). Mantiene la compostura en la mayor parte de las ocasiones. Como mucho, trasluce un enfado malencarado (la famosa "peineta" a los periodistas), que casi parece provenir más de que le moleste ver periodistas al volver de su fin de semana de placer que de que se sienta acosado.

Actúa, en resumen, como si todo lo que le pasa no fuera con él, y se tratase de una molestia menor que acabará mitigándose y desapareciendo. Lo cual sólo tiene dos explicaciones: o Bárcenas está fuera de la realidad, o es que sabe perfectamente, por razones que podemos imaginarnos, que al final saldrá impune de los cargos que se le imputan. Cree tener, en resumen, controlado a su actual archienemigo: el PP.

#prayfor... Corinna en ¡Hola!

Aunque nadie puede competir con Bárcenas en el papel, constantemente afloran nuevos figurantes que podrían formar parte de nuestra galería de supervillanos. En esta semana, ha brillado con luz propia la -en sus palabras- "amiga entrañable" del Rey Juan Carlos I, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Corinna decidió romper su silencio para ser entrevistada, a lo largo de la semana, en: El Mundo, Paris Match, ¡Hola! y el programa de Antena 3 "Espejo Público". En todos estos medios afirmó que ella es discreta y reservada (lo cual, resulta ocioso decirlo, ciertamente contrasta con que conceda una entrevista detrás de otra).

Al principio, casi daba la sensación de que Corinna aparecía en los medios merced a una estrategia pactada con la Casa Real. En particular, su aparición en ¡Hola! resulta bastante esclarecedora al respecto, pues este es un medio de comunicación especialmente respetuoso con todo lo que se le indique desde la institución, con lo que resulta difícil pensar que publicase una entrevista contra el criterio de la Casa Real.

Pero, por otro lado, la propia Casa Real ha desmentido que se trate de una estrategia acordada con Corinna, y ha acabado calificando estas entrevistas de "publirreportaje". Desde luego, a nadie se le escapa que la aparición de Corinna en los medios de comunicación, por muy "amables" que sean las entrevistas, no constituye un factor positivo para la Monarquía.

En particular, si se dedica a explicar que le buscaba trabajos a Urdangarin a razón de 200.000 euros anuales (¡un sueldo a la altura de Luis Bárcenas!), o que afirme haber realizado trabajos "delicados y confidenciales" en pro del bienestar y el interés de España... ¡Y gratis, además! Como colofón, la presencia insistente, en las fotos que acompañan a las entrevistas, de un reloj y una pulsera que, se insinúa más o menos abiertamente aquí, podrían constituir regalos del propio Juan Carlos I.

 

Guillermo López García es profesor titular de Periodismo de la Universitat de València. @GuillermoLPD

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14 comentarios

Xavier Serra escribió
05/03/2013 19:34

A mi com a supervillano, m'agrada molt més En José Mari Aznar, el Bárcenas no està mal, però res a veure amb la que va liar el Chemari. Això no vol dir que en un futur pugar millorar, i fins i tot arribar al seu nivell, venga Luís, tu puedes!

JoJo escribió
05/03/2013 17:58

Este artículo de los supervillanos me ha recordado este otro: http://www.20minutos.es/noticia/83721/0/Manchu/Laden/terrorista/

Jose escribió
05/03/2013 12:23

A mí el Barcenasgate me recuerda un poco al caso Madoff. Son como unos Robin Hood liberales: roban a los ricos para quedárselo ellos. Como anécdota cometaré que el gran Dioni vive también en Huelva. Parece que el instinto urraquil y la onubensidad tienen cierta correlación. Sólo miren que pasó en la comisaría de esta ciudad el día de fin de año... http://www.20minutos.es/noticia/1690940/0/roban/1000-kilos-hachis/aduana-huelva/ Saludos

Carles Sirera escribió
05/03/2013 10:21

Fulano, eso ha sido a posteriori. Antes era servicial con los del comite nacional y duro con los pequeños jefecilos de provincias. Marhuenda suele decir en todos los platos que era un hombre tan servicial, atento y amable que le resulta difícil de creer que les haya estado robando (en una de esas tertulias míticas, Marhuenda comete un lapsus y afirma: "yo no cogí sobres".).

Fulano escribió
05/03/2013 08:04

Carles, me temo que hay algo que no cuadra en tu retrato. Según se ha dicho, Bárcenas se destacaba por tratar de manera arrogante y despreciativa a casi todo el mundo dentro del PP.

David escribió
04/03/2013 23:05

Para mi la altura supervillánica de este hombre va cobrando con el tiempo tintes mitológicos. Con esa frialdad...ese maquiavelismo...esos minolles...es el inimitable Ozymandias de Genova !!!. Incluso su leitmotiv ultimo y oculto seria la salvación de la humanidad al llevarse a todo el PP por delante.

Jose escribió
04/03/2013 11:00

Nadie debe olvidar, respecto a la supervillaneidad del personaje, que Bárcenas es andaluz y a un andaluz -y más si es de Huelva- es muuy dificil pegársela. Noten ustedes que para más señas el culto filántropo de Luis es originario de la apacible localidad de Calañas... Esto me lleva a pensar que el PP debía haberse preocupado más por la prima de riesgo de Bárcenas que por la del país... Saludos

Boro Inot de las Marismas escribió
03/03/2013 22:08

Realmente Guillermo el "no hacer nada" es un poder menor que no alcanza la categoría de "súper"; no obstante, tiene otros: el legislativo, el ejecutivo (que incluye el de indulto, el de hacienda, la policía, el de ministerio fiscal y muchos más) y el judicial, lo que pasa es que se trata de poderes muy inestables, hoy los controlas y mañana ¿quién sabe?, se pueden volver en tu contra, no sería el primero; también tenía el mediático, aunque últimamente parece que ha perdido efectividad. Lo que no te puedo aceptar es que le otorgues el tratamiento de "héroe": un héroe y en mayor medida un superhéroe precisa de un espíritu grande, noble y fuerte, defiende la vedad sobre todas las cosas y protege a los débiles, incluso en contra de sus propios intereses, ... y por ahí,.... por ahí sí que no.

Carles Sirera escribió
03/03/2013 21:20

Hola Guillermo, Me parece que Borinot está más acertado en la descripción del perfil de Bárcenas. Me parece que el tesorero es personaje similar al James Mason de “Operación Cicerón”, dirigida por Mankiewicz. Bárcenas ha sido el sirviente del PP por más de 30 años. Ha simulado ser menos inteligente y ambicioso que todo su entorno para que todos confiasen en él, ha trabajado duramente día a día para sisarle al PP lo que nos robaba a los ciudadanos y, finalmente, ha explotado de ira al ver que personas a las que él desprecia por ser menos inteligentes, por haber tenido una vida fácil y regalada, se atreven a tratarlo con desprecio y deshacerse de él. Han sido 30 años rebajándose intelectualmente, comportándose como un criado, siendo atento y servicial con personas a las que despreciaba y, por esa razón, él considera que el dinero que ha robado se lo ha ganado justamente. Por otra parte, los del PP están escandalizados porque el responsable del fondo de reptiles no era un hombre honesto y bobo (difícil que alguien honesto pudiese hacer este trabajo). Son unos águilas los del PP, tenían al cuñado de Bárcenas como jefe de seguridad de Génova. Me descojono pensando la cara de Bárcenas cuando escuchaba las cintas que le pasaba su cuñado en las que Rajoy diría algo así como: “no es posible, no podemos darle una amnistía. Pero no le digáis nada a Bárcenas”. En fin, que Bárcenas sea la mente más brillante y preclara del PP lo dice todo.

L.Lutor escribió
03/03/2013 14:33

Tratar de supervillano a Bárcenas implica que Rajoy es el superheroe, y eso si que es surrealista.

L.Lutor escribió
03/03/2013 14:32

Tratar de supervillano a Bárcenas implica que Rajoy es el superheroe, y eso si que es surrealista.

Guillermo López escribió
03/03/2013 13:58

Es verdad que hemos hecho corto de héroes, Boro. A mí lo único que se me ocurre es que pongamos a Mariano Rajoy como "héroe" con el superpoder de "no hacer nada" frente a cualquier tipo de acontecimiento que se le ponga por delante, y con los famosos papeles como su kryptonita particular. Pero la comparación con el agente secreto "rebotado" se ajusta como anillo al dedo, sin duda, entre otras cosas porque muestra también la diferencia entre su capacidad para hacer el mal y la estupidez de la agencia (el PP) que le despidió, con sus desmentidos que a continuación se desmienten y demás

03/03/2013 13:28

Buenos dias a todos: lo de Barcenas no deja de ser la "vendetta" de aquel que habiendo tenido todo en sus manos(me refiero a las finanzas) resolvio montarse su propio "chiringuitos" sin compartirlo con otros.Su infidelidad les está pasando factura. Hay una frase que escuche en los albores de mi actividad en Valencia (podría haber sido en otro lado pero fué aqui)"prefiero hacer negocio con un malvado que no con un tonto" La actitud de Barcena hacia aquellos que le dieron la oportunidad de hacerse rico es desleal pero, debia tener muy en cuenta los que los metieron en la "cueva" de las finanza del PP que Barcena era el.....Malvado.- No se, que antivirus van a utilizar pero lo tienen bastante mal lo lamento porque todo esto desestabiliza aún mas nuestra debil democracia.- Atte Alejandro Pillado Valencia 2013

Boro Inot de las Marismas escribió
03/03/2013 09:09

Sí, no cabe duda que Bárcenas cumple sobradamente algunos rasgos del perfil de supervillano. Pero falla en el fundamental, todo auténtico supervisando ha de tener su contrapunto en un superhéroe al que enfrentarse. Y en esta película, ¿alguien ha visto algún superhéroe? ¿algún héroe? ¿una persona íntegra?. Yo lo encajo más bien en este género en el que un experimentado agente de una secreta agencia de inteligencia americana, después de años de servicio haciendo mil perrerías por todo el mundo en lo que él pensaba era un servicio a su gobierno y por tanto a su país, en un momento dado deja de ser útil, se le niega y es abandonado por los suyos. Lógicamente, gracias a sus antiguos contactos, se entera con el tiempo justo para preparar un plan.....y a mi me encantaría que le funcionara (me voy a hacer palomitas).

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