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MADRID. El presidente del Real Madrid y de ACS, Florentino Pérez, acaba de certificar con los resultados de su grupo constructor de 2012 que ha tirado la toalla en su asalto a Iberdrola y que el correoso, Ignacio Sánchez Galán, terminó por ganarle una partida que a veces parecía incierta dada la fuerza con la que Pérez entró en la eléctrica y los grandes aliados con los que contó para el asalto, sobre todo sus accionistas los March y los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer.
Fue una pelea empresarial con mucha testosterona, surgida además de un enfrentamiento que hizo saltar chispas entre estos dos ejecutivos de alto voltaje. Pérez entró en Iberdrola de acuerdo con Galán, según el constructor, para protegerle de posibles opas hostiles. Pero luego, según fuentes próximas a Galán, pensó que la eléctrica tratarse de un sector regulado, era la mejor diversificación posible para la constructora. Y empezaron los problemas y una batalla jurídica de años, que ahora ha ganado Iberdrola, que nunca aceptó que nadie de ACS entrase en su consejo, y eso que llegó a alcanzar con derivados en torno al 20% del capital.
La frustrada inversión de ACS en Iberdrola ha llevado a ACS a presentar unas pérdidas de 1.926 millones de euros en 2012, frente a un beneficio de 962 millones en 2011. La constructora reconoce tácitamente en su nota que los esfuerzos de saneamiento y reducción de deuda la han llevado a desprenderse de un 12% de Iberdrola y ajustar el resto de su participación. La venta de esas acciones con minusvalías le supuso unas pérdidas netas de 1.312 millones de euros, y el ajuste de las acciones que retiene con derivados a su valor real, recoge pérdidas de otros 1.308 millones de euros.
De hecho, ACS asegura que descontando estos y otros resultados extraordinarios, la constructora habría ganado 705 millones y ha dado unas pérdidas de 1.926 millones de euros.
Pero gracias a ello, la deuda de ACS ha descendido un 46% y ahora se sitúa en 4.952 millones después de desconsolidar 3.000 millones de euros de deuda asociada a Iberdrola y restar también el pasivo de los activos que la constructora tiene contablemente considerados en venta.
ACS ha tenido que cubrir en varias ocasiones el ratio de cobertura por esta participación en Iberdrola que estaba financiada contra las propias acciones de la eléctrica, que como el resto del Ibex 35 lleva varios ejercicios en caída libre.
La Banca March, el mayor accionista de ACS ha visto también reflejado en sus cuentas el saneamiento de la participación en Iberdrola, según la propia entidad que registró unas pérdidas consolidadas netas atribuidas de 141,8 millones. Durante la presentación de las cuentas anuales, el consejero delegado del banco, José Nieto, precisó que, sin el impacto de los resultados extraordinarios de ACS, el beneficio neto del grupo habría ascendido a 21,7 millones.
FCC Y SACYR
Estas cuantiosas pérdida para reducir apalancamiento financiero y provisionar activos dudosos, se han extendido también a otras constructoras como FCC y Sacyr.
En el caso FCC, como ya avanzó este diario, realizará un fuerte ajuste en su negocio de construcción y saldrá del negocio de energías renovables vendiendo los activos de generación, según ha anunciado su nuevo vicepresidente y consejero, Juan Béjar, que se ha apuntado unas pérdidas de 1.028 millones en 2012.
La desinversión en energía verde se incluirá en el programa de venta de activos de un volumen total de hasta 2.400 millones de euros que la compañía prevé ejecutar en el horizonte de 2015 para reducir deuda.
Respecto a Sacyr, la compañía que preside Manuel Manrique, registró una pérdida neta de 977,5 millones en 2012 por el ajuste realizado en su inversión en Repsol y el saneamiento practicado en otros activos inmobiliarios y de concesión.
Y las aguas tampoco bajan tranquilas en Repsol. La petrolera tuvo un beneficio neto de 2.060 millones en 2012, lo que supone un descenso del 6,1% respecto al ejercicio precedente, debido en gran parte a la expropiación de YPF por el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner, país con el que mantiene abiertos varios pleitos.
Su presidente, Antonio Brufau, no estuvo nada positivo sobre este asunto en la conferencia con analistas, al asegurar que "ve difícil" alcanzar un acuerdo con la Argentina para obtener una compensación satisfactoria.
Diez meses después de la nacionalización de YPF mediante la expropiación del 51% de Repsol en dicha compañía, Brufau defendió que está "abierto a cualquier acuerdo para compensar la confiscación de los activos" por los que Repsol exige un precio superior a 10.000 millones. Y añadió que mantendrá sus "esfuerzos para conseguir una compensación justa", por lo que continuará con su batalla legal en los Estados Unidos, España, Argentina y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que en diciembre pasado admitió a trámite la demanda de arbitraje presentada.
ENDEUDAMIENTO Y CALIFICACIÓN
En cuanto a la situación financiera de Repsol, Brufau defendió la operación de venta de activos de gas natural licuado (GNL) a Shell por 5.098 millones de euros cerrada hace pocos días mejorará la estructura financiera del grupo, dada la calificación de negativa que mantiene en estos momentos por una deuda de 12.120 millones incluyendo las preferentes que emitió la petrolera. Fitch anunció hace pocos días que podría elevar su calificación crediticia si la compañía dedica los ingresos obtenidos con la venta de los activos de gas natural licuado a reducir la deuda en vez de a otras cosas, como las preferentes.
Finalmente, el holding formado por Iberia y British Airways (IAG) dirigido por Willie Walsh ha incluido en sus resultados del pasado año una previsión de fondos para el ajuste que tiene previsto realizar este año en la aerolínea española, según se desprende de los datos remitidos a la CNMV, que reflejan unas pérdidas de 943 millones de euros, frente a unos beneficios en 2011 de 582 millones.
CARGAR LAS PÉRDIDAS
El año pasado Iberia tuvo unos números rojos de 351 millones frente al beneficio de 347 millones de su socia British Airways (BA). La cuenta de resultados de IAG ha resultado tan negativa debido a que se la han provisionado 202 millones por los costes de reestructuración de Iberia, que se harán este ejercicio, junto a 68 millones que IAG ya provisionados por el mismo, así como 343 millones por "el deterioro del fondo de comercio derivado de la adquisición de Iberia".
La sección sindical del Sepla en Iberia ha interpretado estos resultados como una prueba de que Iberia está siendo desmantelada y pierde rutas en beneficio de British Airways, y de que la aerolínea española pagará al final el fondo de pensiones de BA y la adquisición de la aerolínea BMI.
El Sepla dice que en "las cuentas de IAG sorprende que el resultado operativo han pasado de un beneficio 583 millones y de 273 millones de hace tres meses, a anunciar ahora unas pérdidas de 23 millones. También que el costo de la reestructuración de Iberia se incorpora a las cifras de 2012, cuando el proceso se efectuará este año. 270 millones".
Añaden que "existe un concepto de deterioro del inmovilizado de Iberia por valor de 343 millones, lo que implica que han abandonado las probabilidades de obtención de beneficios". También "los costes de integración de BMI están contabilizados en IAG, algo de lo que se ha beneficiado British Airways y existe una partida de pérdidas de ajuste de fondos de pensiones por valor de 266 millones, es decir, ya están pesando las pensiones de los ingleses en las cuentas de IAG".
Para remate, los pilotos dicen que en las páginas 10 y 11 de las cuentas se refieren a la terminología -adquisición de Iberia- y destacan también la "reducción de la caja. En 2009 existía una caja de 2004 millones en Iberia y ahora sólo hay 830 millones".
SEGUNDA RONDA DE PAROS
Y la semana que viene empieza la segunda ronde de paros convocados por los sindicatos contra el plan de transformación que propone la dirección, 3.800 despidos, un 19%de plantilla y un recorte de producción del 15%.
La compañía ha planteado ya la inaplicación de sus convenios a los sindicatos, al Sepla del laudo arbitral de Jaime Montalvo, en mitad de la mediación del catedrático Gregorio Tudela, lo que supone su intención de aplicar la reforma laboral en el ERE en marcha si no hay acuerdo antes.
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