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VALENCIA. La liquidación del ejercicio 2012 y la publicación de la cifra del déficit apunta a devolver la marejada a la Generalitat Valenciana. Las previsiones de estos datos, que probablemente se harán públicos este jueves en rueda de prensa por el Ministerio de Hacienda, no son excesivamente optimistas. Pese al esfuerzo en el apartado de reducción de gastos, que el Consell de Alberto Fabra cifra en unos 2.000 millones de euros, el Gobierno valenciano no cumplirá el objetivo del déficit situado en el 1,5%. Es más, las fuentes consultadas por este diario vaticinan un dato más cercano al doble de esta cifra.

No será la única autonomía a la que le ocurra esto: otras ya han avanzado previsiones que superan la exigente cifra. Así, la Región de Murcia anunció recientemente que su dato se situaría en el 2,9% o Cataluña situó el listón en el 2%. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció este miércoles en el Congreso de los Diputados que el déficit del Estado en 2012 había alcanzado el 6,7%, cuatro décimas por encima del objetivo pactado con Bruselas.

El problema para la Generalitat Valenciana se centra en los ingresos. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, admitió en su comparecencia en Les Corts la semana pasada la posibilidad de "nuevos ajustes", si bien desde la propia conselleria reconocen que no existe margen para aumentar de forma notable los ingresos y reducir gastos. "Se pueden hacer correcciones, pero no sacar de ello 1.000 millones de euros", subrayan las fuentes consultadas.

El conseller Moragues ya desvió el 'tiro' a Madrid en su discurso, señalando la deficiente financiación que lleva sufriendo la Comunitat Valenciana desde hace más de una década y que informes como el del Ivie -encargado por AVE- han apoyado cifrando en 7.781 millones de euros el dinero dejado de recibir por la Generalitat entre 2002 y 2009.

Este miércoles sin ir más lejos, el presidente de Les Corts, Juan Cotino, reclamaba la condonación por parte del Estado a la Comunitat de 11.000 millones de euros por deuda histórica atribuida a la deficiente financiación.

No resulta descabellado, al menos como plan de ataque reivindicativo. De hecho, ya hay quien comenta que el 'runrún' de la deuda histórica ya corre por Presidencia de la Generalitat. Si no va a existir una revisión a corto plazo, el argumento de sacar rédito de la deuda histórica que este miércoles señalaba Cotino y que no descartó posteriormente el portavoz del PP en Les Corts, Jorge Bellver, podría ser esgrimido por Alberto Fabra en un momento determinado. Las fuentes oficiales, lo niegan, por el momento. 

Y es que la realidad es tozuda. La revisión del sistema de financiación está prevista, como ya quedó reflejado en la Conferencia de Presidentes, para 2014 y, los resultados de los acuerdos que se alcancen, se aplicarán en 2015. Año electoral, por cierto.

¿Qué hará el Gobierno valenciano hasta entonces? Por el momento, seguir ‘pescando' todo lo que pueda -el conseller Moragues ‘dixit'- del Fondo de Liquidez Autonómic (FLA) y del sobrante del Plan de Proveedores y dar cabezada afirmativa a lo que exija el Ministerio de Hacienda desde Madrid.

UN RECHAZO MÁS A UNA INICIATIVA RELACIONADA CON LA MEJORA DE FINANCIACIÓN

Las reivindicaciones del Consell y del PP valenciano en cuanto a la revisión del sistema de financiación no terminan de traspasar fronteras. Este mismo martes se rechazó en el Congreso de los Diputados una iniciativa de Izquierda Plural defendida por el parlamentario valenciano Ricardo Sixto que instaba a la corrección de la financiación autonómica para que la Comunitat perciba más dinero y que, además, exigía una compensación por parte del Estado por "la deuda histórica" con la Comunitat Valenciana. Ver para creer: Sixto y Cotino, de acuerdo.

Sin embargo, los votos en contra a esta iniciativa fueron precisamente del PP, algo que no es la primera vez que ocurre en el Congreso y que debilita el discurso reivindicativo de los ‘populares' valencianos. También votó en contra UPyD, que lleva en su programa electoral la revisión del modelo de financiación pero que está en desacuerdo con las exigencias sobre deuda histórica autonómica.

Con estos mimbres, la situación parece clara. El Consell de Alberto Fabra y el PPCV se plegarán a los ‘tempos' marcados por Madrid en la revisión del sistema de financiación, limitando a las propias fronteras de la Comunitat Valenciana su talante reivindicativo. "Tampoco se puede morder a la mano que te da de comer con el FLA o el Plan de Proveedores", comenta un alto cargo de la Generalitat.

Una visión que refleja la dependencia en la que se encuentra la Comunitat -en realidad, un buen número de CCAA- respecto al Gobierno Central y que permite augurar un ‘via crucis' para el Consell en los dos próximos años a la espera de que aparezcan los deseados ‘brotes verdes'.