MADRID. El anuncio de Caixabank de abrir negociaciones con los sindicatos para reducir hasta 3.002 puestos de trabajo en la entidad financiera, hace que la cifra de despidos previstos en el sector de banca supera ya holgadamente los 21.000 y con perspectivas de seguir creciendo en los próximos meses por nuevas operaciones de integración y la propia dureza de la crisis, han asegurado los analistas consultados por este diario.
A cierre de 2012, Caixabank tenía una plantilla de 32.625 empleados, 5.632 personas más que un año antes, fruto de las adquisiciones realizadas por la entidad catalana que preside Isidro Fainé, que han llevado también a aumentar el número de oficinas en 1.685 en un año, de las 5.196 de 2011 a las 6.342 del año pasado, lo que la sitúa con la red más extensa de España. Desde que comenzó el proceso de concentración bancaria en España, Caixabank ha adquirido Caixa Girona, Bankpime y este año tiene previsto completar la integración de Banca Cívica y Banco de Valencia.
TODAS LAS ENTIDADES, SANAS O NACIONALIZADAS
Y como en el caso de Caixabank una buena parte de estos recortes laborales los están planteando entidades sanas, de las que no han necesitado ayudas y que cubrían de sobra los peores escenarios de capital de Oliver Wyman, pero que son las elegidas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para hacer adquisiciones y contribuir al saneamiento de sector pujando en las subastas.
Este es el propio caso de Caixabank con Banca Cívica (1.500 bajas pactadas) y Banco de Valencia (primero se pactaron 360 salidas y luego otras 795), pero también de BBVA con Unnim (1.220 despidos acordados) o Banco Sabadell con la CAM (1.250).
A estas cifras hay que añadir los 3.002 nuevos excedentes laborales planteados ayer oficialmente, que la entidad presidida por Faine quiere efectuar con medidas no traumáticas como prejubilaciones, así como las 4.500 bajas negociadas entre las centrales y Bankia hace escasas fechas y las 3.000 del Santander-Banesto por la integración de ambas redes de estos bancos controlados por Emilio Botín, los 2.508 de Novagalicia que se harán durante varios ejercicios, los 1.500 anunciados en las cajas de Castilla y Léon, los 867 de Mare Nostrum y los 600 de un posible ERE en Caja 3, entre otros. La suma de todos estos ajustes de empleo supera ya claramente los 21.000 trabajadores.
Los sindicatos están logrando reducir significativamente las cifras de despidos inicialmente planteadas por las entidades en la mayor parte de los casos, como ha sido en Bankia, por ejemplo, al reducirse de 6.000 a 4.500 las bajas previstas en el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri, o lo fue hace más tiempo en la CAM donde también se recortó el ajuste hasta los 1.250 trabajadores afectados.
Además, en todos los casos se está tratando de huir de medidas traumáticas y se buscan alternativas que hagan menos daños como por ejemplo jubilaciones anticipadas.
POLÉMICA POR LOS ERES PACTADOS
Es más, la publicación de algunas de las condiciones labores pactadas para sus EREs de algunas de las entidades nacionalizadas y que han recibido ayudas públicas, como ha sido el caso de Bankia, han levantado todo tipo de suspicacias, ya que los acuerdos alcanzados superan ampliamente las remuneraciones por baja que permite la reforma laboral del Gobierno, 20 días por año con un máximo de dos anualidades.
Las centrales hablan de que las reformas financieras y los cierres de oficinas previstos todavía se pueden llevar por delante al menos 40.000 empleos, cerca del doble de la cifra por la que vamos ahora.
También desde la Asociación Española de la Banca Privada (AEB) que preside Miguel Martín, se calcula que al sector financiero español le sobran 10.000 oficinas y que está inmerso en un dura ajuste laboral a base de distintos expedientes de regulación de empleo (EREs) que no aflojarán hasta mediados o finales de 2015.
MASIVO CIERRE DE OFICINAS
Al margen de las reformas financieras en curso, el ajuste laboral, aseguran los expertos, es una directa consecuencia del número de oficinas bancarias que se cierran, y estas han pasado en España de 46.065 en 2008 a 39.317 en 2012, una cifra que debe seguir descendiendo según todas las fuentes consultadas.
El consejero delegado del Santander, Alfredo Saénz, afirmó recientemente que según sus cálculos se estima que entre 2008 y 2015 el número de oficinas en el sistema financiero español deberá reducirse de 46.000 a 30.000, decir, una reducción del 35% de capacidad, provocada por los cambios que atraviesa el sector, lo que da idea del ajuste que queda por hacer en este sentido.
Saénz, que pronosticó que al final de esta crisis financiera no quedarán más de diez entidades en España, explicó que estaba cambiando el modelo de banca y que ya había pasado la época que se caracterizó por la masiva concesión de hipotecas y crédito promotor, para lo que se necesitaban muchos locales comerciales.
El Santander ha anunciado que cerrará 700 oficinas del banco con la integración de Banesto, que pasarán en España de las cerca de 4.700 en que se hubiera situado con la integración de las del Español de Crédito, a unas 4.000. Bankia también ha anunciado el cierre de 1.100 de las 3.100 con las que cuenta. Se calcula que Caixabank cierre por encima de esa cifra, Novagalicia cerca de las 300 y Mare Nostrum 107, y hay muchos más cierres previstos pero todavía pendientes del ajuste laboral o de la integración y compra que se haga.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.