MADRID. A la chita callando, aumentan cada día las inversiones británicas en España, pese a la todavía complicada situación económica en nuestro país. Y al margen de las históricas, como las mineras, las más recientes son claramente selectivas y tocan algunos de los antiguos y más grandes monopolios públicos nacionales como los del tabaco, el transporte aéreo y hasta la telefonía.
Son los casos de Imperial Tobacco, que se hizo con el control de Altadis, la antigua Tabacalera que había sido fusionada con la francesa Seita, British Airways (BA) en proceso de integración con nuestra vieja aerolínea de bandera Iberia en IAG, que vive momentos convulsos, y hasta Vodafone, que tras la millonaria compra de Airtel es la segunda operadora de telecomunicaciones de España por detrás de Telefónica.
Pero no son sólo estas grandes multinacionales las que operan en España, hay muchas más empresas británicas líderes en sus sectores en nuestro país desde hace muchísimos años, como los fabricantes de bebidas Carbury Schweppes y Diageo (J&B y Johnnie Walker), British American Tobacco, las farmacéutica GlaxoSmithKline y Astrazeneca, la química Imperial Chemical Industries, las petroleras BP y Royal Duch Shell, las aseguradoras Aviva y Halifax, la compañía de alquiler de coches Avis, el grupo de lujo Burberry, las consultoras y promotoras inmobiliarias Colliers y Taylor Wimpey , la minera Rio Tinto Group, Kesa, la fabricante de electrodomésticos dueña de la antigua Menaje del Hogar, el grupo de transportes National Express, y bancos tan importantes y de tamaño como Barclays, Royal Bank of Scotland (RBS) o Lloyds.
PRIMER INVERSOR EXTRANJERO
Según los últimos datos de Inversiones Exteriores del ICEX, la inversión bruta de Reino Unido en España en 2011 fue de 6.634 millones de euros, lo que supone un aumento del 341% sobre el año anterior, siendo Reino Unido el primer país inversor en España a nivel global. Datos que contrastan con el flujo de inversión bruta de España en Reino Unido el mismo ejercicio, que fue de 4.094 millones de euros, con un descenso del 40% sobre 2010, pese a ser este país el cuarto destino de la inversión española en el exterior.
Los principales sectores destino de la inversión británica en España en 2011 fueron el transporte aéreo con 3.927 millones, los servicios financieros con 1.410 y las telecomunicaciones con 547 millones. A la inversa, es decir los sectores más inversores españoles en Reino Unido fueron también el transporte aéreo con 3.450 millones, seguido de la energía y gas con 206 millones y fabricación de productos minerales no metálicos con 137 millones.
Según estos datos del ICEX de 2011, en Reino Unido existen más de 300 empresas pertenecientes a compañías españolas, mientras que al revés hay casi 700 sociedades británicas operando en nuestro país.
Contrasta esta fuerte presión inversora y la diferencia del número de empresas con las críticas que recibieron importantes multinacionales españolas cuando desembarcaron en el mercado británico a través de compras en los primeros años de este siglo, aprovechando las bondades fiscales que los gobiernos de José María Aznar, habían servido para favorecer estas inversiones.
CRÍTICAS A LAS COMPRAS ESPAÑOLAS
La prensa británica llegó a calificar como la "nueva armada invencible" española las compras de Emilio Botín en Reino Unido, primero Abbey National y luego Bradford & Bingley y Alliance & Leicester, la adquisición por parte de Telefónica por 26.000 millones de euros del operador móvil O2, de la escocesa Scottish Power por parte de Iberdrola y de BAA (los principales aeropuertos británicos como Heathrow, Gatwick, Stansted, Glasgow, Edimburgo, Aberdeen y Southampton) por parte de la constructora Ferrovial, controlada por la familia Del Pino, entre otras muchas más operaciones de gran calado.
Pero además de estas grandes multinacionales, hay otros muchos grupos españoles operando con mucho éxito en Reino Unido, como son Inditex y Mango, que se han convertido en muy pocos años en referencias en la moda, la fabricante eólica Gamesa, Abengoa, las constructoras Acciona, FCC y ACS, Fagor, la fabricante de aluminio Acerinox, la concesionaria Abertis, la petrolera Repsol, la aseguradora Mapfre y el grupo hotelero Sol Melia, entre otras.
PENALIZADAS POR LA CRISIS
La actual crisis económica está penalizando a la mayor parte de los grupos británicos que están en España, como han sido los casos de las entidades, Barclays o Royal Bank of Scotland, afectadas de lleno por la crisis financiera. Lamentablemente, casi ninguna se ha salvado de la crisis y sus resultados están menguando, pero no dejan de invertir y plantear operaciones.
Es el caso de Vodafone España, que cuyo beneficio neto en su último ejercicio fiscal, 372,5 millones, supuso un descenso del 44,3% sobre el año anterior, probablemente uno de los peores registros de filiales internacionales de este grupo, ya que además su beneficio bruto operativo a nivel mundial apenas cayó un 1,3%, hasta 14.500 millones de libras.
En 2012 Vodafone cambió a su equipo ejecutivo e hizo un ERTE temporal de empleo. En lo que va de año ha negociado un ERE de casi 700 trabajadores. No obstante y pese a las dificultades sigue estudiando operaciones para crecer en España, como el caso de la posible compra de Yoigo, tras haber solicitado el cuaderno de venta a sus propietarios, la escandinava Telia Sonera, ACS, FCC y Telvent.
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