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 El equipo de Rajoy cumple 14 meses gobernando y algunos de sus miembros empiezan a acusar el desgaste. Mientras, políticos valencianos esperan su oportunidad

VALENCIA. El equipo de Mariano Rajoy cumple esta semana 14 meses al frente del Gobierno. La dura etapa en lo social y económico está pasando factura a los miembros del Ejecutivo que, en algunos casos, se han visto salpicados además por casos relacionados con la corrupción.

A día de hoy, varios de los ministros elegidos por el presidente del Gobierno están en entredicho y, las fuentes del partido consultadas por este diario, apuntan a una remodelación del Ejecutivo en los próximos meses, incluso a las puertas del verano.

Una crisis de Gobierno que podría ir acompañada de la entrada de algún valenciano en puestos elevados, tras la decepción que supuso para el PPCV los primeros nombramientos designados por Mariano Rajoy en diciembre de 2011. En esa ocasión, el presidente del Gobierno no contó con ningún valenciano para los ministerios.

Dos de los ministros que se encuentran en la cuerda floja, según señalan sus propios compañeros de partido, son la titular de Sanidad, Ana Mato, y el responsable de Educación, José Ignacio Wert.

Mato y su exmarido Jesús Sepúlveda se han visto salpicados por el caso Gürtel. Las débiles explicaciones ofrecidas por la ministra han sido criticadas incluso por referentes dentro de su propio partido, como el líder gallego Alberto Núñez de Feijóo o la carismática Esperanza Aguirre. De hecho, fuentes ‘populares' señalan que la salvación de Mato solo podría darse en el caso de que Rajoy quiera demostrar que no deja caer a un dirigente 'tocado', como símbolo de fortaleza y firmeza frente a la opinión pública y frente a rivales internos como Aguirre.

Por otro lado, el ministro José Ignacio Wert es el político peor valorado en el barómetro del CIS de enero marcando 1,95 sobre diez. Ser el farolillo 'rojo' en el Gobierno, más algunas declaraciones polémicas (habló de españolizar a los niños catalanes) y el impulso de una reforma educativa que ha soliviantado a la comunidad escolar, han convertido al ministro en uno de los más discutidos de este inicio de legislatura.

La segunda peor valorada es la ministra de Empleo, Fátima Báñez, con una nota de 2,40. La reforma laboral le ha pasado factura, esta ha sido una misión llevada a cabo por orden de La Moncloa, algo que podría valerle para continuar en el Gobierno por los servicios prestados, aunque probablemente en otra cartera.

En el área económica continúa el pulso soterrado -a veces de poca profundidad- entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el responsable de Economía, Luis de Guindos. Rifirrafes entre ambos por la tasa eléctrica, la gestión de viviendas del 'banco malo' o el paquete de medidas para que las pymes desgraven son solo algunos ejemplos que evidencian que saltan chispas entre ambos con suma facilidad.

El titular de Hacienda ha sido noticia en las últimas semanas por la relación entre la amnistía fiscal y el caso Gürtel, mientras De Guindos ha permanecido en un discreto segundo plano. El ministro de Guindos goza de cierto prestigio internacional y aliados en el gobierno de perfil técnico, pero Montoro, con una amplia trayectoria en el partido, posee más puntos de apoyo en la formación 'popular' y posee buena sintonía con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Además, el ministro de Hacienda ha salido a la palestra a presentar el informe sobre ley de régimen local mientras, de forma más interna, se ocupa de controlar las peticiones de las comunidades autónomas para el nuevo Fondo de Liquidez Autonómico así como de la evaluación del déficit de las regiones. Mientras Guindos lidia con asuntos de resonancia internacional como la prima de riesgo o la supervisión de las entidades financieras con Bruselas, Montoro tiene la sartén por el mango respecto a los gobiernos regionales y locales, algo que en muchos casos tampoco le está granjeando excesivas simpatías.

Otro ministro que está atravesando apuros es el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, cuya ley de tasas está causando un importante revuelo entre jueces, magistrados y usuarios. No obstante, las fuentes del partido consultadas por este diario señalan que Rajoy lo sostendrá, "aunque sea solo por no darle la satisfacción a Esperanza Aguirre de relevarlo", subraya un alto cargo de la formación 'popular'.

En los últimos días, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, también ha sufrido protestas en su departamento: 300 diplomáticos han firmado una misiva para oponerse a la Ley Exterior que pretende impulsar el Gobierno. Margallo, no obstante, es uno de los ministros más cercanos a Mariano Rajoy, al igual que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

GONZÁLEZ PONS, DA LA CARA EN LOS DÍAS DIFÍCILES PARA EL PP

En estos días convulsos en la calle Génova, donde se encuentra la sede nacional del PP, uno de los destacados ha sido el valenciano Esteban González Pons, vicesecretario general de Estudios y Programas.

El exconseller estuvo en las quinielas para acceder a un ministerio pero Rajoy no le dio la alternativa. En los últimos días, ha recobrado cierto protagonismo saliendo a dar explicaciones en asuntos tan espinosos como el caso Bárcenas. González Pons está demostrando que es mejor comunicador que su sucesor en el cargo, Carlos Floriano; y su ambición sigue apuntando a un ministerio. Si no se ve salpicado por el caso Nóos, podría tener alguna opción.

Por otro lado, entre el resto de diputados valencianos en Madrid, no resulta fácil señalar a un parlamentario con opciones de elevarse. A juicio de fuentes del PP en Madrid, el diputado Manuel Cervera sería uno de los pocos que entra en las quinielas. El exconseller de Sanidad tiene experiencia en un ámbito donde, precisamente, puede haber cambios si sale Ana Mato. Además, Cervera domina como pocos la relación con la gestión público-privada, cuya implantación va a aumentar en diversas regiones como Madrid o Castilla-La Mancha.

En el pasado, también tuvo posibilidades la parlamentaria Susana Camarero, quien además está dentro de la dirección nacional del partido. Su nombre podría barajarse para un puesto en el segundo escalón del Gobierno.

Del resto de parlamentarios, no parece que ninguno pueda alcanzar una secretaría de Estado o un ministerio. En la lista por la circunscripción de Valencia hay tres condenados, Ignacio Uriarte y Vicente Ferrer por conducir ebrios y Rubén Moreno, por acoso laboral. En la lista de Castellón aparece Andrea Fabra, hija de Carlos Fabra y protagonista en esta legislatura por gritar  "que se jodan" en el Congreso durante un debate sobre el paro. En Alicante, uno de los dirigentes que ha tenido galones como el exconseller de Infraestructuras, Mario Flores, aparece en conversaciones del caso Brugal y el también exconseller Gerardo Camps, quien ya fuera secretario de Estado, no parece que vaya a tener opciones de ascenso.

Así pues, todo apunta que de elevarse algún otro valenciano al Gobierno de Mariano Rajoy sería un nombre que no estuviera en el Congreso. El vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa, ha sonado en el pasado, aunque las fuentes consultadas señalan a que mantiene una gran sintonía con Gallardón, no debería descartársele para un posible ascenso y, en el PP valenciano hay quien asegura que en Génova se han fijado en la consellera de Educación, María José Catalá.