MADRID (EUROPA PRESS). Los fabricantes de tabaco consideran que el Gobierno debería incrementar entre un 10% y un 15% el impuesto mínimo, actualmente en 91,3 euros por cada mil cigarrillos, para frenar la entrada en una 'guerra de precios' como la que el sector libró en 2006, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
Este impuesto, que actúa como "suelo del mercado", no se actualiza desde junio de 2009 y, desde entonces, las grandes tabaqueras han elevado los precios de sus marcas en varias ocasiones, la última el pasado mes de junio de forma previa al alza del IVA.
En concreto, las marcas más demandadas se encarecieron unos 25 céntimos, mientras que las más baratas --en las que, por su estructura, el aumento del IVA no tiene el mismo impacto-- mantuvieron estables sus precios.
De este modo, se produce un "'gap' muy grande" con las marcas 'low cost' y, al no actualizarse el impuesto mínimo al mismo ritmo que sube el precio medio del mercado, "se quedan agazapadas" en el rango más bajo de precios y van ganando cuota de mercado, indicaron las distintas fuentes consultadas.
Según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, las marcas 'ultrabaratas', cuyo precio se sitúa por debajo de los 3,10 euros, han elevado sus ventas un 60% desde el pasado mes de junio.
Esta situación de mercado se produce además en un contexto en el que los volúmenes de cigarrillos llevan 18 meses cayendo a un ritmo del 10% en el mercado español, lo que genera "tensión" en el sector.
MOVIMIENTOS A LA BAJA
La reacción del sector ha sido lanzar versiones más baratas de sus diferentes marcas: en julio Philip Morris lanzó L&M en cajetilla blanda a 3,10 euros y en agosto Altadis, propiedad de Imperial Tobacco, bajó Ducados Rubio blando a 3,05 euros.
Por su parte, British American Tobacco (BAT) lanzó 'Pall Mall Poket Edition' a tres euros y desde el 4 de septiembre comercializa 'Pall Mall New Orleans' en cajetilla blanda a 2,95 euros.
Según las citadas fuentes, el impuesto mínimo debería subir hasta rondar los 100 euros por cada mil cigarrillos, lo que supondría un aumento cercano al 10%, mientras que otras fuentes consideran que, si se mantiene el criterio aplicado el año pasado, se situaría en unos 105 euros, un 15% más.
"Por las presiones competitivas, el mercado va hacia abajo", comentaron las citadas fuentes, que, además de una actualización del impuesto mínimo, apostaron por un "acercamiento" de la fiscalidad del tabaco de liar, que tiene un impuesto mínimo "muy bajo" (50 euros por kilogramo).
Esta labor, cuyas ventas se dispararon un 32% sólo en 2009, tiene una fiscalidad diferente y en el sector se preguntan el motivo por el que se mantiene ese "beneficio fiscal" para un producto sustitutivo de los cigarrillos.
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