Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• AitanaStar, pulseras con tecnología QR para situaciones de emergencia
• La UPV lanza un concurso para "reinventar" la Universidad
• Llega a Valencia Metricson, una firma de abogacía especializada en 'startups'

MADRID. Iberia ha impugnado finalmente el laudo arbitral que dictó hace un par de meses el catedrático Jaime Montalvo a petición del Ministerio de Fomento, lo que es seguro que no ha gustado nada a la ministra Ana Pastor.

La aerolínea ha sido muy dura contra esta mediación que fue impuesta por Pastor. De hecho, es público que la impugnación del árbitro y el que Iberia ganase el recurso en la Audiencia Nacional, lo que provocó el segundo laudo de Montalvo, cayó como una bomba en el departamento ministerial.

En una reciente carta enviada al propio catedrático cuando se supo que éste preparaba el nuevo laudo, Iberia le instó a abstenerse "formalmente" de llevar a cabo "cualquier actuación" arbitral que pretenda dar cumplimiento al fallo de la sentencia de la Audiencia Nacional al considerar que estaba contaminado y dudar de su imparcialidad. La compañía aérea le recordaba, lo que no se ha cumplido obviamente, que la nulidad de un laudo exige, para que se reproduzca el arbitraje, la renovación del compromiso arbitral entre las partes o, en caso de arbitraje obligatorio, la adopción de un nuevo acuerdo al respecto por el órgano competente.

TACHADO DE IMPARCIAL

También le dejaba constancia expresa de que no reconocía la existencia de mandato arbitral alguno a su favor ya que le considera "objetivamente contaminado", motivo por el que consideraba que no reunía las condiciones de "imparcialidad y neutralidad" requeridas.

El nuevo texto del catedrático, el que ahora ha impugnado Iberia, aunque impone concesiones salariales y de productividad a los pilotos, mantiene la unidad de escalafón entre los pilotos de Iberia y los de Iberia Express, lo que nunca gustó a la aerolínea presidida por Antonio Vázquez.

Según este laudo, los pilotos de nuevo ingreso en Iberia, ya sea la matriz, Express o cualquier filial, serán contratados en principio por Iberia Operadora, con la participación de la nueva filial de corto y medio radio en el correspondiente proceso, e integrados en el escalafón.

IBERIA EXPRESS FUE EL PROBLEMA

El origen del litigio se remonta a la creación de la nueva filial de Iberia para el corto y medio radio, Iberia Express, que desembocó en 18 jornadas de huelga por parte del colectivo de pilotos, ocasionando un impacto de 54 millones de euros de pérdidas para la aerolínea.

No obstante, el nuevo laudo si incluía algunas modificaciones sobre el anterior. La más relevante era que los nuevos pilotos que se incorporen en Iberia tendrán una reducción salarial del 40% de media, de forma que un copiloto recién incorporado percibirá entre 28.000 y 38.000 euros al año, frente a los 88.000 que cobra actualmente en su nivel más bajo. El tope salarial para los copilotos que operan en Express, con un límite de actividad de 14 años de antigüedad, será de 78.408 euros anuales. El árbitro defendía que si Iberia reduce el número de copilotos en la matriz, al transformarse en pilotos en su paso a Express, y la compañía cubre estas bajas en Iberia con nuevas contrataciones a costes más bajos el ahorro es "muy relevante".

Este laudo de Montalvo reconoce la facultad de Iberia para constituir las empresas que estime convenientes para el mejor desarrollo de su actividad y, en concreto, a Iberia Express como "entidad empresarial con plena autonomía de gestión", pero pone límites a su desarrollo. Concretamente, Iberia Express tendrá que limitar su capacidad al 25% del número total de asientos por kilómetros operados ofertados por la matriz. Asimismo, Express no podrá efectuar rutas de largo radio, que son vuelos de más de seis horas. Asimismo, las escalas de los vuelos se reducen a 35 minutos en el corto y medio radio, lo que lleva consigo un aumento de la carga de trabajo y de las responsabilidades de la tripulación y eleva la productividad.

OTRA PROVOCACIÓN

La sección sindical del Sepla en Iberia que dirige Justo Peral dijo ayer sobre la impugnación del laudo por parte de la aerolínea que esta actitud de demuestra, una vez más, que esta dirección no tiene como objetivo asegurar un futuro a la compañía y a sus trabajadores, que ve también en esta decisión "una clara actitud de desafío al Ejecutivo", tras el encuentro mantenido por todas las centrales y la dirección el pasado lunes con la ministra de Fomento, Ana Pastor. Para el Sepla, el nuevo laudo "garantizaba un marco donde desarrollar unas condiciones salariales y laborales que permitirían a Iberia competir en el mercado con las mejores condiciones".

No obstante, algunas fuentes aseguran que el Sepla también habría impugnado hace tiempo la sentencia de la Audiencia Nacional que provocó el segundo laudo de Montalvo, para fijar posiciones sobre el primero.

UN ERE VOLUNTARIO VIGENTE

Asimismo, los pilotos de Iberia han tachado de inaceptable el ERE presentado por la compañía, que afectará a 3.807 trabajadores, y han recordado a la dirección de la aerolínea que ya existe un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) voluntario, que cubre las necesidades actuales de la compañía, informa Ep.

En una nota, el sindicato Sepla confirmó que se sumará a la convocatoria de huelga de marzo, que se desarrollarán del lunes 4 y al viernes 8 de marzo y del lunes 18 al viernes 22 de marzo, planteada por el resto de los trabajadores de Iberia.

Es la primera vez en la historia de Iberia que los sindicatos convocan cinco días consecutivos de huelga, en varias tandas, a los que podrían seguir más después de Semana Santa, según han advertido los propios sindicatos, si no se logra un acuerdo. El sindicato asegura que sigue firmemente comprometido con los acuerdos de unidad sindical suscritos entre todos los sindicatos con representación en Iberia.

El Sepla, que ha sometido a votación entre sus afiliados la decisión de sumarse o no a los paros, ya constató en la primera asamblea de ayer el respaldo a favor de las movilizaciones por la defensa de la compañía y contra el desmantelamiento de la empresa española en beneficio de British Airways (BA) con la que la empresa española está fusionada en el holding IAG.