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EL GRANO.-"Cierval está hecha para hacer bastante más de lo que hace"

-"Parece que en política sea normal minimizar una buena noticia como el AVE si son otros los que lo hacen"

-"El mundo empresarial no puede enlazar con la burguesía valenciana, si es que la hay"

-"Aquí, tratar de ser independiente tiene un coste y un desgaste importante"

-"Sigo defendiendo un nacionalismo económico y moderado"

EL GRANERO. Federico Félix Real es puro corazón, sangre y olfato. Dejó después de quince años la presidencia de AVE, el grupo de presión de los empresarios más grandes. Pero Félix es el mejor lobby de sí mismo y de sus causas. Muñidor del famoso 'pacto del pollo' que propició el primer gobierno de Eduardo Zaplana, ha estado en la primea línea de actualidad casi siempre desde su presidencia española del sector agroalimentario y vicepresidencia europea, hasta la de la fundación ProAVE desde la que lideró un movimiento único de reivindicación de la Línea de Alta Velocidad para Valencia, pasando por polémicas sobre el agua o por la autovía a Madrid. No le pierde la cara al pulso social, siempre intenta ser independiente frente a los gobiernos -aunque no hasta la autolesión, ni mucho menos- y no renuncia a un nacionalismo valenciano económico y moderado.

-Bueno parece que, por fin, el AVE nos llega en diciembre...
-Es una gran satisfacción, aunque el único pero que le podríamos poner es que no llegue a otras capitales valencianas... aunque ya se están encargando otros de ponérselo porque el gobierno este ha desarrollado el esfuerzo final para que llegue aquí. Parece que en política sea normal que se minimice esa buena noticia si son otros los que la hacen, aunque afortunadamente tenemos una excepción y es la alcaldesa de Valencia. Yo estoy muy feliz y estamos muy felices los empresarios valencianos en su conjunto y especialmente los miembros de AVE, de la fundación AVE que se creó para presionar por el proyecto.

-Por el que la sociedad valenciana se puso de acuerdo...
-Me parece histórico que los valencianos estuviéramos de acuerdo en esto. Por eso que llegue con tres o cuatro años de retraso... pues ya lo tenemos y el retraso se debe a los que gobernaban antes España. Yo destacaría que si no hubiera estado al nivel en que estaban las obras, con la situación actual de la economía, ahora estaría paralizado. Con lo cual es una doble alegría.

-¿Qué trascendencia tendrá?
-Va a ser un revulsivo para la economía valenciana pero muy especialmente para el conjunto del turismo y los servicios... que nos guste o no nos guste, es por lo que hemos apostado en los últimos 20 años.

-Será un empuje también para la construcción.
-Claro, claro, también para las segundas residencias. Hay que pensar que a Madrid hay entre 400 y 500.000 personas semanalmente buscando dónde ir. Van a ver la accesibilidad mejor, en una hora y cuarenta minutos, hasta Valencia. Pero lo más importante son el 1.200.000 segundas residencias que hay en la CV. El madrileño vendrá muchas más veces que venía hasta ahora.

-Que está muy contento, vamos.
-Nosotros en 2006 fuimos a hablar con Zapatero y nos dijo que en el 2010 el AVE llegaría a Valencia. Estoy convencido de que va a ser la inversión en materia de infraestructura que mejor va a encajar en el conjunto de los intereses valencianos.

-Parece que advierte que hay políticos que no celebran tanto su llegada. Usted fue de los primeros en decir, en contra de la tesis oficial del Consell, que, aunque con retraso, era este gobierno de Zapatero el que más estaba invirtiendo y con más celeridad en el AVE... ¿hablar de forma tan independiente tiene algún coste?
-En una Comunidad como la valenciana... usted no me lo tendría que preguntar...

-Pues se lo pregunto.
-Usted sabe que aquí el tratar de ser independiente, tener uno su propia opinión, tiene un coste y un desgaste importante, siempre, siempre... pero también le puedo decir que vale la pena, que uno se siente a gusto con uno mismo y eso no se paga con ningún dinero del mundo.

-¿Esa es la idea de AVE?
-Siiii. [Arrastra la i final en un gesto de un vago excepticismo] Desde que se fundó, AVE yo la presidí quince años, la línea de independencia ha sido siempre uno de los pilares básicos de la asociación y sigue siéndolo.

-¿Sigue siéndolo?
-Sigue siéndolo.

-Ahora se acerca la renovación de la presidencia, usted ya ha dicho que no quiere volver...
-Hay una cosa que digo cuando las cosas las tengo superclaras... ni puedo, ni quiero, ni debo. Porque yo -y se lo voy a decir por la magnífica relación que tenemos usted y yo durante tantos años- en un plazo de tres o cuatro años, no más, voy a dejar todas mis actividades públicas, presidencialistas... por decirlo de alguna forma.

RELEVO EN AVE

-Entonces, ¿cómo y quién podría ser el nuevo presidente de AVE?
-Esto, por mucho que uno busca y diga cómo debería ser el perfil, luego es el personaje quien tiene que empezar a funcionar y luego diremos. Ante todo debe ser un empresario con cierta representatividad y con unas características como la mayoría de empresarios que está en AVE.

-¿Está pensando en alguien?
-No, no, sinceramente, Pedro, no.

-Algunos nombres se han barajado...
-- Si, al notario Carlos Pascual, a Enrique Lucas, a Agnes Noguera, que es una mujer con capacidad... Pues son gente magnífica, pero ni a ellos se les ha comunicado nada, ni ellos han pedido nada.

-Aunque está en la primera línea todos los días, usted forma parte de un grupo de empresarios, podríamos decir de la vieja guardia... ¿usted recoge sus opiniones, las hace valer?
-Yo tengo la suerte de tener una amistad profunda con Jiménez de la iglesia, Silvino Navarro, con los Lladró, con Benavent... Nos solemos reunir. Y muchas de sus opiniones yo las respeto y las defiendo donde las tengo que defender.

LA EFICACIA DE CIERVAL

-Ahora vienen cambios en la cúpula empresarial... Rafael Ferrando parece que quiere seguir de presidente en Cierval...
-Cierval está hecha para tener la representación de las tres provincias y ser la voz del conjunto empresarial de la CV. Por otra parte tiene un edificio magnífico, con unas instalaciones magníficas y donde me consta que se reúnen los representantes provinciales. Y donde acuden miembros de alto grado del gobierno valenciano... Lo que ya no sé -no voy a pronunciarme ni a favor ni en contra- es la eficacia que eso tiene. Eso no lo sé. Ni sé qué nivel de satisfacción tienen los distintos comités ejecutivos de las provincias. Creo que Cierval está hecha para hacer bastante más de lo que hace.

-¿Y el de la CEV?
-José Vicente González es un buen presidente, un buen presidente de CEV. Y creo que es un buen acierto haberlo elegido.

-¿Dice lo mismo de José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio?
-Lo tendremos que ver. De momento, por sus manifestaciones sobre las cajas, estoy absolutamente en desacuerdo con él. Pero es demasiado pronto. Tendremos que verlo andar. Y tengo que decir que tengo un buen concepto de él.

-¿Cree que el empresariado ejerce bien su liderazgo en la sociedad valenciana? ¿Debería seguir el modelo de Cataluña?
-Comparar el liderazgo empresarial catalán con el nuestro es imposible. Porque estamos hablando de dos realidades totalmente distintas. La sociedad catalana está estructurada. Y mande quien mande, esa sociedad, esa burguesía está perfectamente incrustrada dentro del mundo empresarial. Y el conjunto de las medidas que son buenas para los empresarios están entroncadas con la burguesía y los intereses económicos catalanes. Eso no ocurre en Valencia. La sociedad valenciana no está bien estructurada. El mundo empresarial no puede enlazar con la burguesía valenciana, si es que la hay. Van cada una por su lado.

EL FRACASO POLITICO, EMPRESARIAL Y SOCIAL

-Usted ha denunciado muy duramente que no haya habido una fusión entre Bancaja y CAM pero yo le he oído pronunciarse en contra de esa fusión hace años porque era mejor la competencia de cajas a la hora de dar créditos a los empresarios.
-Será hace muchos años.

-Hace años, si...
-Eso no me vale. En noviembre del año pasado yo me manifesté como hice anteriormente a favor de la fusión de ambas cajas. Y dije que ya se tenía que estar haciendo y que si no lo hacían lo haría el mercado, como así ha sido lamentablemente. Y dije que la fusión de ambas cajas ahorraría a las mismas más de 400 millones de euros, lo dije y está escrito. Y entonces se dijo que la fusión provocaría un cierre de más de 300 sucursales que se tenía que eliminar no sé cuántos empleos y que habían hecho una simulación por ordenador y les daba negativo. ¿Cómo no? Los que ponían la simulación en el ordenador no querían que se hiciera la fusión. Y es humano, pero ha sido una barbaridad lo que ha pasado... Perder dos sedes efectivas de ambas. No hablo de sedes sociales. Hablo de efectivas.

-¿Y en qué cambia?
-Las cajas han hecho muchas cosas importantes, pero muchísimas. La Ciudad de las Artes y las Ciencias, como el Oceanogràfic, que se han hecho con la cabeza, el corazón y el bolsillo. No se han hecho con la cabeza y el bolsillo directamente que es como se deben hacer las inversiones. Se ha pasado por los sentimientos. Y eso sin una caja que esté aquí, dirigida por alguien de aquí, que sus órganos directivos sientan lo valenciano... eso no se hace nunca.

-¿Y a quién culpa de eso?
-A todos... [se enardece] Ha sido un fracaso político, empresarial y social. Eso no tienen cojones, dígalo así, de planteárselo ni al País Vasco, ni a Cataluña, ni a Extremadura, ni a Galicia. Hombre. Con dos cojones, no sale y no sale.

-¿Un partido nacionalista sería necesario en la CV?
-Nosotros en su momento defendimos un nacionalismo económico y moderado, defendimos que era bueno. Y no he cambiado de pensamiento.

REEDITAR EL PACTO DEL POLLO

-¿Ve la necesidad de hacer cambios en el Consell? ¿Habría que reeditar el pacto del pollo que usted propició ahora, en una situación tan crítica?
-Efectivamente. En este momento es un clamor de casi todos los que estamos en el mundo económico de la CV y de España que tenemos que situarnos en el escenario actual, con una crisis salvaje, la más gorda en 40 años. Esto es un huracán magnífico. Y en esta situación la Administración tiene que tomar decisiones. El mundo empresarial ha tomado las decisiones. En el sistema político actual tenemos... por ejemplo, Sanidad, Educación... dos pilares básicos. Todos los días ingresamos cuatro y gastamos seis. Todos los días del año. Desde hace dos o tres años. No se han tomado las medidas por parte de las administraciones autonómicas ni de los ayuntamientos. Se sigue ingresando cuatro y se sigue gastando cinco o seis porque piensan que alguien al final vendrá al rescate y no hay rescate. O se toman las medidas urgentemente o esto puede ser un tema muy grave económica y socialmente hablando.

-¿Por ejemplo?
-Hay que pagar por ir al médico y por ir a por medicinas a la farmacia. ¿Cuánto? Por ejemplo tres euros por ir al médico o un 10% de las medicinas. Un tema simbólico, porque el problema no es recaudatorio sino disuasorio. Y no digo que pague todo el mundo. Habrá excepciones. Es que no podemos. Y cuando ya tengamos claro que empezamos a tener superávit, después de hacer todos los ajustes, entonces, entonces volveremos, después de esa experiencia, a gastar y a poner en marcha, o a poner en marcha y a gastar lo que la generación de recursos nos permita. Y si no lo hacemos lo vamos a pasar muy mal.

-Ahora vienen las elecciones y el escenario que se plantea parece que es Camps y Alarte... ¿le dice algo?
-Yo lo que espero es que tanto un dirigente como otro ya saben perfectamente lo que tienen que hacer y espero que gane quien gane que actúe. También habrá que decir que las administraciones tienen que cumplir los compromisos de pago, que se está pagando cada vez más tarde. Y eso se va a agravar. Y ya sería bastante que además de los problemas que tenemos, que la Administración, la autonómica y la local,también tengan dificultades para cumplir sus compromisos.

UN MAL POLÍTICO

-Ha dicho que iba a dejar sus presidencias... ¿y la del Valencia si se la ofrecieran?
-Tuve la suerte de que me ofrecieran presidirlo. Fue un orgullo tremendo. Pero pasado ese pavoneo, actuó el cerebro e hice lo que tenía que hacer.

-¿Y la política?
-La gente está equivocada. Yo sería un mal político. Yo creo que tiene que tener la capacidad de aceptar la crítica y aceptar incluso que digan cosas que no son ciertas... y yo sinceramente sería incapaz. Yo me liaría a tortazos y sería un desastre. Estoy muy contento con lo que he hecho y lo dejaré todo, excepto alguna cosa como la presidencia del sector avícola. Pero lo que me da ahora muchos dolores de cabeza lo dejaré, eso se lo he prometido a mi mujer.