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Manuel Martínez

VALENCIA (L. MASERES). El mundo de la investigación no para, y en la Comunitat tampoco. La situación económica está retrasando el desarrollo de pymes de base tecnológica, pero no las frena. Adhbio, una empresa valenciana dedicada a la innovación de material médico está a punto de lanzar su producto, un pegamento para cerrar heridas, internas y externas, sustituto de las técnicas de sutura. En España son los únicos que se dedican a esta actividad, y en Europa sólo tres empresas más lo hacen.

Adhbio fue creada en 2008 tras haber adquirido la patente de un producto diseñado por la Universidad de Alicante, el bioadhesivo, un pegamento especial para cerrar las heridas en el cuerpo humano. Aunque tres empresas lo comercializan en Europa, ésta es la única que lo hará en España, ya que ellos tienen la patente y una infraestructura especial para desarrollar el producto.

Manuel Martínez (1972, Valencia), ingeniero industrial, socio fundador y gerente de la empresa, pasó de trabajar para la Administración pública a montar su propia compañía. Tras estudiar el mercado europeo y americano, encontró su nicho en el terreno de los productos médicos, donde las expectativas económicas son prometedoras.

A pesar de que Adhbio sigue, por unos meses, en fase de laboratorio y por lo tanto todavía no ha comenzado a comercializar su producto, la empresa valenciana prevé un futuro prometedor. En dos años la inversión ha sido de 300.000 euros y, según las cifras que Martínez maneja, entre 2006 y 2013 se estima que el mercado de los bioadhesivos de uso médico crecerá un 70% hasta los 1.400 millones de dólares con una tasa anual de retorno del 20%, cifra que contrasta con el 8% del crecimiento de las suturas. "En otras palabras, el mercado de los bioadhesivos le irá comiendo rápidamente el mercado de a las suturas", explica.

EEUU Y SUDAMÉRICA

Las mejoras de las que habla el gerente, y por las cuales el pegamento es más aconsejable que los puntos se traducen también en ahorro de tiempo. Por una parte, el adhesivo permite una mayor flexibilidad, evita infecciones y se biodegrada con más rapidez. Por otra, ahorra tiempo al personal sanitario porque no hay necesidad de curas y al paciente, porque no tiene que desplazarse al centro de salud.

"Aunque el biodhesivo es un 14% más caro -según una estimación los costes de una sutura, contando materiales, son de 25 euros; los del pegamento de 29-, es mucho más beneficioso".

El objetivo de la empresa, que cuenta con tres trabajadores y dos colaboradores de la Universidad de Alicante, es entrar en EE UU y en Sudamérica especialmente. En el primero porque supone el 50% del mercado, y en el segundo porque además del adhesivo para el cuerpo humano, están desarrollando otro para animales. "En toda América Latina el campo de la veterinaria es muy grande. Además, en EE UU los requisitos que exigen para poder comercializar un producto como este son muchos", explica Martínez. "Tenemos el reto de competir en un mercado global muy difícil, dominado por las grandes multinacionales. Sabemos que será duro pero estamos muy motivados".

A pocos meses de emprender la comercialización de los adhesivos, la empresa llama a la puerta del capital riesgo. Una vez termine con su fabricación a escala laboratorio no descartan esta posibilidad. De hecho, y aunque no hay nada cerrado, ya se han establecido los primeros contactos con este tipo de financiación alternativa.

LA CIENCIA "NO ES NEGOCIO"

"La ciencia no es un negocio, pero es fundamental que cualquier empresa tecnológica haga una fortísima inversión en I+D para evolucionar", afirma Martínez, quien asegura que España está muy lejos de tener las posibilidades, el desarrollo y la infraestructura de países europeos como Finlandia o Suecia. Nada que decir si la comparación es con EEUU.

La queja más repetida entre las empresas del sector es el abandono que sufren por parte de las Administraciones. Tanto económico como presencial. "Si hay recortes en los presupuestos, los primeros candidatos somos nosotros", sentencia el gerente de Adhbio, aunque destaca que por parte de la Generalitat sí han tenido apoyo.

"La financiación sigue siendo el gran problema. Aunque tengas aseguradas subvenciones, que normalmente llegan tarde, los bancos no te dan créditos. Tienes que adelantarlo todo. Yo me tiré a la piscina".