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VALENCIA. El juez instructor del 'caso Naranjax', el supuesto pago de cantidades millonarias al expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, por parte de un empresario para obtener favores políticos, tiene "plena libertad" para dictar un auto de apertura de juicio oral. La decisión llega del Tribunal Supremo después del enésimo recurso presentado por Fabra. El titular del juzgado número 1 de Nules podrá, por tanto, volver a ordenar que el político se siente en el banquillo y lo haga por todos los supuestos delitos que fijó en su primer auto: cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal.

La novedad, al margen del desbloqueo de la situación que supone la decisión del Supremo (tomada por unanimidad, estriba en que Fabra será juzgado por cohecho, un cargo que había desaparecido cuando la apertura del juicio oral pasó por la Audiencia Provincial de Castellón. La abogacía del Estado y la fiscalía anticorrupción tuvieron que recurrir esa decisión. Ahora, la Sala de lo Penal del Supremo les ha dado la razón, frente a la Audiencia Provincial, y apoya el libre criterio del juez instructor.

Con esta decisión, Carlos Fabra, que dejó la vida política, pese a estar muy presente en ella y es presidente de la empresa pública de la Generalitat Aeropuerto de Castellón (Aerocas), vuelve a estar al borde del banquillo de los acusados. Todo ocurrirá después de más de ocho años de instrucción del caso, en un proceso en el que han pasado varios jueces instructores.