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La envergadura de las producciones, la conexión directa entre artista y fan y la transparencia del proceso a través de las redes sociales, convierten a la música en la disciplina con más casos de éxito en el micromecenazgo

VALENCIA (EUGENIO VIÑAS). En el reportaje de la semana pasada acerca del crowdfunding y el audiovisual, algunos protagonistas dejaron clara la distancia entre las grandes producciones y este sistema de microfinanciación por recompensas.

Mientras el cine español ha hecho su mejor caja desde el año 1985, el enésimo descalabro en la venta física de discos completa una recesión total del 77,5% desde 2001. Con una sencilla resta, ese es el quesito que queda del que fue uno de los más lucrativos negocios editoriales.

Obviamente, la venta de música no es la única fuente de financiación de los que la hacen posible, pero su desaparición en los ingresos del balance están determinando parte del business. Quizá este es el motivo por el cual paulatinamente las producciones cinematográficas han mantenido presupuestos, mientras que las producciones musicales han ido recortando desde las cimas de las grabaciones orquestales, pasando por los estudios construidos en mitad del desierto para mayor gloria, hasta, actualmente, la autoproducción y los estudios caseros.

LAS CIFRAS DEL CROWDFUNDING Y LA MÚSICA EN LA COMUNITAT

La plataforma Verkami publicó a finales de 2012 sus cifras de participación. Esta web, la más utilizada, acogió un total de 33 proyectos musicales o derivados de la Comunitat. Resultado: veintinueve casos de éxito y cuatro fracasos.

Del total de los 87.094 euros que los músicos de la Comunitat solicitaron durante 2012, la plataforma Verkami refleja que recaudaron 104.894. Cabe destacar que el dinero sólo se recibe si, finalmente, se consigue la cifra necesaria para producir el proyecto, si no el dinero se devuelve a sus pequeños inversores.

Unos pequeños inversores que a menudo lo que reciben son recompensas relacionadas con la obra física final, pero también relacionadas con sus conciertos o, incluso, el beneficio del negocio que se pueda generar.

EL CROWDFUNDING SEGÚN UN ESTUDIO DE GRABACIÓN

Más allá de la habitual posición del artista que busca financiar su obra, Millenia Estudio ha decidido acercarse a esta realidad de los artistas y bandas de la Comunitat Valenciana y montar su propia plataforma. yoquierograbar.com se lanzó hace tan solo una semana y todavía no ha entrado en su fase de promoción.

Vicente Mequita, responsable del proyecto en el estudio por el que han pasado bandas como Seguridad Social, Sole Giménez, Ximo Tebar o The x entre otros, asegura que el crowdfunding es una forma honesta de financiar proyectos musicales. Mezquita valora la relación entre artista y seguidor y desde Millenia aportan con su plataforma propia ventajas para que esa relación se fomente.

Por ejemplo, las bandas que opten por el crowdfunding en Millenia Estudio tienen acceso a dar un concierto en la sala más amplia de grabación con todo el equipo a su disposición, haciéndose cargo Millenia del concierto y de sus accesos. 

Según este productor valenciano, el sistema de crowdfunding es un sistema "honesto" entre las partes, que además está llamado a solidifcar la ausencia de intermediarios entre artista y seguidor.

EL CROWDFUNDING SEGÚN UNA BANDA INDEPENDIENTE

Precisamente en Millenia Estudio grabó su último EP la banda valenciana 121db, titulado 'Leshoto'. El grupo, puede enmarcarse dentro de la onda punk rock y pop por la necesidad de etiquetar la obra creativa, fue plenamente satisfactoria tal y como declara Ramón Marrades, bajista y compositor del grupo.

Según Ramón, "el crowdfunding está también relacionado con nuestros amigos y nuestro círculo más cercano. En otras disciplinas también trabajamos con colegas que nos acompañan en la creación del disco con fotos, diseño...". Su proyecto necesitaba 2.500 euros y recaudó 2.703. 

Aun así, Ramón reconoce que, tal y como ya opinaron algunos protagonistas del reportaje acerca del micromecenazgo en el audiovisual, "puede que estemos ante una burbuja de 'verkamis' y la gente acabe cansándose".

EL CROWDFUNDING PARA UNA BANDA CON MILES DE SEGUIDORES

Dentro de la creación musical hay una corta generación que ha vivido con distancia la debacle discográfica mientras empezaba a pelearse con los instrumentos. Frente a la falta de adelantos editoriales o busines angels del gremio, el desarrollo de las redes sociales ha suplido la falta de espacios en medios masivos y a bandas como Orxata Sound System les ha proporcionado en pocos años miles de seguidores

Gracias a esos miles de seguidores Orxata Sound System ha convertido su opción por la vía del micromecenazgo en un éxtio. El trabajo '3.0' de esta formación valenciana se pudo producir gracias a las 390 microdonaciones que propiciaron un ingreso de 14.085 euros, casi el doble de lo que la banda había estimado que era necesario (8.000 euros).

Carlos Soler, miembro de este colectivo musical, asegura que el proceso "acapara muchas energías y requiere de trabajo", pero aun así cree que no es una tabla de salvación a la crisis de la industria.

"Es una variable más a tener en cuenta. Haría falta una reforma de tipo fiscal, porque se hace muy difícil trabajar a cierto nivel de forma totalmente legal, sobre todo pensando en la música en directo".

Un aspecto del proceso más interesante en el caso de Orxata Sound System es que las recompensas pasaban desde las más "baratas, seguido de recompensas con objetos que suman algo material, hasta recompensas colectivas que incluyen vivencias personales con nosotros".

Aunque ambas bandas reconocen que la mayor parte de los ingresos vienen de los conciertos, reconocen que todavía sobrevive una parte residual de beneficios a través de la venta de los formatos físicos de música. Otra, aún más pequeña, llega a través de los derechos de autor.

Difícilmente, el crowdfunding podrá asumir el precio del combustible para jets privados. Tampoco jets privados y dietas derivadas de vaciar hoteles durante una semana para cortes de familiares, animales y amigos un concierto en cualquier capital europea (cortes reales al estilo