VALENCIA. Bankia está recuperando el pulso la Comunitat Valenciana después de casi un año de crisis ininterrumpida. Desde que se produjo la ruptura entre José Luis Olivas y Rodrigo Rato, que acabó con la salida del primero de la entidad, hasta su posterior nacionalización, con la salida del segundo y la llegada de José Ignacio Goirigolzarri y su equipo, la entidad financiera que heredó el negocio de Bancaja acumuló varios problemas graves: primero la pérdida de un interlocutor directo al que la clase empresarial local estaba acostumbrada, segundo la pérdida de confianza por parte de grandes y pequeños clientes, y, finalmente, una debilidad que dejó su negocio a merced de sus competidores.
Dar la vuelta a este escenario es el encargo que tiene sobre la mesa la dirección territorial de Bankia, que encabeza Antonio Soto. "Ya hemos conseguido romper la tendencia negativa y en noviembre y diciembre logramos un saldo positivo en recursos", explica el hombre fuerte de Goirigolzarri en Valencia. Ese aumento del volumen de negocio gestionado por Bankia en la Comunitat Valenciana es el eje central de la estrategia de la entidad para el año que ahora acaba de iniciarse. "El objetivo es crecer en recursos, potenciando los saldos fuera de balance", explica Soto en declaraciones a ValenciaPlaza.com.
En concreto, Bankia quiere crecer a dos dígitos tanto en planes de pensiones, sobre un 20%, e incluso hasta el 30% en fondos de inversión, incremento que se espera como alternativa a los depósitos de alta rentabilidad después de las restricciones que ha impuesto el Banco de España. La entidad también quiere crecer en el segmento de créditos al consumo, si bien esta vía será más lenta dada la situación económica y, en especial, el elevado desempleo.
Pero más allá del incremento del volumen de negocio, el trabajo de Bankia en la Comunitat Valenciana, como territorio de referencia (su cuota de mercado en volumen de negocio es del 25,24%, sobre un parque de oficinas que representa el 17,28% del total, una ratio mejor que sus competidores) pasa también por recuperar la confianza del sector empresarial.
MEJORA DE LA INTERLOCUCIÓN
"Bankia inicia este año con una fuerte posición de solvencia y de liquidez, lo que va a facilitar los planes de aumentar la actividad crediticia", explica Soto. En este terreno, el director territorial forma tándem con José Maria Martínez, responsable de negocio de empresas. Ambos, especialmente el segundo se han convertido en el nuevo enlace con los empresarios locales.
"Es cierto que ha habido un bache de interlocución y que los empresarios valencianos estaban acostumbrados a subir a la quinta o la sexta planta [del edificio de Pintor Sorolla] y que eso ahora ha cambiado, pero tras la reestructuración de las direcciones territoriales se han retomado los contactos y las relaciones son cada vez más fluidas", explica.
Sobre la autonomía de la delegación territorial de Bankia para atender las solicitudes de crédito, Soto asegura que dispone de amplias facultades para decidir. "Tenemos mayor poder de interlocución y también se ha aumentado esa autonomía en las distintas zonas de las territoriales para lograr una mayor proximidad". señala el director territorial.
En este sentido, y de cara a reactivar el negocio crediticio, Bankia va a realizar una preclasificación en su base de clientes objetiva de forma que los procesos sean más ágiles. Goirigolzarri anunció recientemente que Bankia prevé conceder 54.000 millones de euros en créditos a empresas en los próximos años.
LA COMPETENCIA ES BBVA Y SANTANDER
Respecto a la irrupción en el mercado local de Sabadell, entidad que se ha hecho con el negocio de la extinta Caja del Mediterráneo, o la absorción de Banco de Valencia por La Caixa, Soto no cree que pueda modificar sustancialmente la posición del banco que preside Goirigolzarri. "En realidad en este mercado los que más competencia nos hacen son los dos grandes", asegura, en referencia a Santander y BBVA.
De momento, Bankia va a acelerar este proceso de cambio para retomar el control de un territorio que es clave para su negocio. Un camino que pasa por dejar atrás ya no solo la convulsa etapa de la intervención y nacionalización, sino también la de la antigua caja de ahorros. Este mes de febrero el banco comenzará a cambiar los rótulos de las 32 oficinas más representativas de Valencia, suprimiendo totalmente la marca Bancaja, que dejará de lucir en las fachadas de las sucursales y de las sede central de la entidad en la calle Pintor Sorolla de Valencia.
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