Aunque todas las concesionarias están formalmente domiciliadas en la Comunitat, en la mayoría de los casos están controladas por compañías de otras comunidades y grandes grupos internacionales
VALENCIA. La regulación autonómica del negocio de las casas de juego que ha permitido ampliar su negocio a las grandes firmas foráneas. Aunque las seis concesionarias están formalmente domiciliadas en la Comunitat Valenciana y cuentan con algunos socios locales, el control está en la mayoría de los casos en manos de firmas de Cataluña, País Vasco y Madrid con destacadas empresas extranjeras del sector, como muestra su seguimiento en el Registro Mercantil.
Se trata de Mediterránea de apuestas con la marca Reta, domiciliada en Alfafar (Valencia), pero presidida por la vizcaína Euskal Kirol Apostuak; Egasa Hattrick Valencia con la marca Luckia, domiciliada en Valencia, pero integrada en la firma gallega Egasa; Sportium Apuestas Levante con la marca Sportium, domiciliada en Puçol (Valencia), pero integrada en Sportium Apuestas Deportivas, participada por la catalana Cirsa y la británica Ladbrokes.
También han conseguido su licencia Codere Apuestas Valencia con la marca Codere Apuestas, domiciliada en Picanya (Valencia), pero fruto de la alianza de la madrileña Codere y la murciana Matencio; y Solwin Valencia con la marca Bwin, domiciliada en Castellón, pero gestionada por la catalana Solplay, que gestiona la marca Bwin en España.
OXÍGENO PARA EL NEGOCIO
La excepción es Apuestas Deportivas Valenciana con la marca Juegging, domiciliada en Valencia, pero propiedad de la compañía valenciana Acrismatic, con el respaldo tecnológico de la vasca Tele Apostuak, propietaria de Kiroljokoak. La empresa que dirige Jesús Alamo cuenta con implantación nacional, pero mantiene su sede operativa en la Comunitat Valenciana, donde también gestiona dos casino en Alicante y Torrevieja bajo la marca Casinos del Mediterráneo.
La reciente legalización de las casas de apuestas en la Comunitat Valenciana y en un buen número de comunidades autónomas se presenta para el sector como una oportunidad que le permita superar las caídas de ingresos de los últimos años. La razón está en el cambio de conducta de los jugadores, que han dejado de orientarse hacia el bingo y las máquinas de premio para optar por el juego on line y, en menor medida, hacia los casinos, según reconocen fuentes del sector.
Las firmas británica se encuentran a la cabeza del negocio, como es el caso de Ladbrokes, la mayor casa de apuestas minoristas del mundo, cotizada en la bolsa de Londres y socia de Cirsa, que explota establecimientos de referencia en la Comunitat como Casino Cirsa Valencia y del Casino Monte Picayo.
INTERNACIONALIDAD Y TRADICIÓN VASCA
Similar es el caso de Bwin, popularizada por sus acciones de patrocinio deportiva de clubes como el Real Madrid, que está presente en España a través de los acuerdos que mantiene Solplay con Winners Apuestas, filial española de Bwin.
Por otra parte, la madrileña Codere es otra de las compañías históricas del negocio en España. Aunque la familia Martínez Sampedro mantiene la gestión de la empresa, el Registro Mercantil señala que su accionista mayoritario es Masampe Holding, domiciliada en los Países Bajos. Codere, cotizada en la Bolsa de Madrid desde 2007, cuenta con presencia en Argentina, México, Uruguay, Colombia, Panamá, Brasil e Italia.
Por otra parte, la presencia de dos firmas vascas como Tele Apostuak y Euskal Kirol Apostuak responde a la fuerza de estas en el panorama nacional. La razón está en el heho por ser esta comunidad una de las veteranas en la regulación del negocio y con una amplia experiencia por la popularidad de la pelota vasca, implantada también en otros países como Estados Unidos.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.