Contaba a 30 de junio del pasado año con 360 millones de euros en subordinadas y 67 millones en preferentes, que deberán pasar por el tamiz del arbitraje como el resto de híbridos de las otras nacionalizadas
VALENCIA. (J. C. / L. A. T.) El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) deberá encontrar una salida para los poseedores de instrumentos híbridos de capital en Banco de Valencia antes de que CaixaBank tome el 99% del capital.
Según consta en el acuerdo vinculante de compra, el FROB tendrá que resolver los posibles confictos con los inversores minoristas que compraron estos híbridos -participaciones preferentes y subordinadas- como uno de los pasos previos obligados a la venta definitiva del banco que controla el Estado a la filial de La Caixa.
En el acuerdo alcanzado entre el FROB y CaixaBank se obliga a los accionistas de Banco de Valencia a asumir las pérdidas en que ha incurrido la entidad antes de formalizar la venta. Esta operación afectará también a los propietarios de los instrumentos híbridos, que formalmente también tienen que costear las pérdidas.
Sin embargo, tal y como está ocurriendo en otras entidades financieras con problemas, el hecho de que estos productos se colocaran fundamentalmente entre ahorradores poco cualificados para realizar inversiones complejas está provocando desde sentencias contrarias a bancos y cajas de ahorros así como protestas de los afectados, que ven peligrar ahorros que pensaban tenían depositados en productos garantizados.
GESTIÓN, POR CONTRATO
La Caixa quiere evitarse tener que lidiar con un problema de esta índole, por lo que en el acuerdo con el FROB se estipula que debe ser el organismo público el que gestione los híbridos que tiene emitidos Banco de Valencia antes de tomar el control de la entidad.
A 30 de junio del pasado año, Banco de Valencia contaba con 360 millones de euros en subordinadas y 67 millones en preferentes, cuyo cupón ha venido cancelando el abono de cupones trimestrales ante las limitaciones impuestas por la normativa española sobre recursos propios de las entidades de crédito.
'PRODUCTOS TÓXICOS'
El FROB se ha venido amparando en una de las posiblidades que le otorga la ley para no pagar el cupón de las preferentes (igual que ocurre con las subordinadas). La norma impide el abono en una entidad que tenga necesidades de capital, si tiene pérdidas o si ha sido nacionalizada.
Mientras tanto va pasando el tiempo y los inversores atrapados en estos llamados 'productos tóxicos' siguen con su dinero cautivo, pese a que el ministro de Economía, Luis de Guindos, insufló algo de optimismo hace dos meses.
JUZGADO O ARBITRAJE
Lo hizo al abrir una nueva vía: la del arbitraje en aquellos casos que hayan existido 'malas praxis' a la hora de comercializar dichos productos híbridos.
Se trata de la misma que están utilizando otras dos entidades nacionalizadas (Novagalicia Banco y Catalunya Banc), que básicamente consiste en la articulación de un procedimiento de arbitraje a través de la figura de un asesor privado, que seguirá criterios de selección y procedimientos similares a los aplicados por ambos bancos.
Dos meses después se mantienen los interrogantes sobre esta nueva figura de mediación como la articulación y los procedimientos a seguir, mientras será la auditora KPMG la que se encargue de hacer el filtro, es decir, el árbitro. Pero lo que habrá que tener en cuenta es que todos aquellos que se acojan a la vía del arbitraje no podrán seguir por la vía judicial.
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