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Secretario general del partido socialista valenciano, Ximo Puig muestra su seguridad (pero no sus cartas) acerca de una victoria de la oposición que su partido encabeza en las próximas elecciones para la presidencia de la Generalitat

VALENCIA. Joaquim Francesc Puig i Ferrer (Morella, 1959), alcalde de su pueblo y máximo dirigente del PSPV-PSOE, está jugando su última carta como profesional del mundo de la política. Ahora o nunca, Ximo Puig tiene la mejor oportunidad de conducir al partido socialista hacia la victoria electoral en los próximos comicios después de 18 años de derrotas ininterrumpidas.

La actual debacle económica de la Comunidad Valenciana, gobernada todo este tiempo por el PP, y la alianza con el resto de partidos de la oposición, son sus mejores bazas, pero ni siquiera así tiene asegurada la victoria si no sabe armar -sea él o no quien encabece la candidatura a la presidencia en 2015- una alternativa suficientemente convicente para la sociedad.

(Esta entrevista ha sido realizada mediante cuestionario y con límite a la extensión de las respuestas).

-La primera es obligada y debe contestar con el corazón en la mano: ¿es su intención competir por lograr la candidatura del PSPV para la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones, ya sea por primarias o por cualquier otro procedimiento?
-Los socialistas vamos a hacer un proceso de primarias abiertas que además, en mi opinión, debería ser habilitado en todos los partidos porque es esencial fortalecer la democracia. Propongo una ley de partidos políticos que los haga más transparentes, más abiertos y, a través de mecanismos de participación, más legitimados. Primarias para todos y desnudo integral de los partidos. La basura de la corrupción sistémica del PP valenciano, las cuentas en paraisos fiscales, Bárcenas... Es demasiado.

En estos momentos mi mayor preocupación es activar la salida de la crisis que sufren los valencianos -sobre todo quienes viven una situación de desempleo insostenible-, construir la alternativa desde una regeneración moral de esta sociedad y reposicionar a la Comunidad Valenciana en España. Por todo esto, estoy absolutamente dispuesto a liderar la alternativa que nos saque de esta crisis económica, política y ética.

-¿Cuál es su opinión acerca de los motivos por los cuáles el PSPV-PSOE lleva casi 18 años años en la oposición? Usted ha formado parte de varias direcciones del partido en este tiempo... ¿alguna autocrítica?
-He formado parte de pocas direcciones, pero -en cualquier caso- me siento totalmente corresponsable y es evidente que habremos hecho muchas cosas mal. Hay que hacer autocrítica siempre y ponerla al servicio de la recuperación estratégica nunca para lamerse las heridas o para aquello de hacerle la autocrítca al de al lado. Sin embargo, hoy lo que está claro es que el mundo imaginario que creó la derecha se ha venido abajo. Tras más de 17 años de gobierno del PP todos los indicadores económicos y sociales están peor que hace dos décadas, por tanto lo que sabemos es que el modelo de la derecha ha fracasado con rotundidad. Ahora es el momento de plantear una alternativa potente, seria y ambiciosa, y en eso es en lo que estamos trabajando.

-¿Cree que ha llegado la hora de poner fin a esa especie de lobby interno socialista que se ha dado en llamar ‘lermismo' y del que a usted se le considera un miembro relevante?
-No me gustan los lobbys internos y lo del lermismo se ha utilizado para descalificar. Mi misión es desde la unidad y el pluralismo liderar la mejor propuesta para la mayoría social, un proyecto mayoritario para los valencianos.

-¿Ve capaz a su partido de invertir la tendencia de voto de los últimos comicios, recuperar la confianza de los valencianos y ganar las elecciones en solitario sin necesidad de acuerdos con otros partidos?
-Sinceramente le digo que el PP ha perdido la mayoría social pero nosotros aún no la tenemos. Dependerá de nuestra fuerza, de nuestro coraje y nuestra capacidad para construir la alianza con las clases medias y trabajadoras que están injustamente pagando el coste de la crisis. Estoy convencido de que el Partido Socialista será capaz de armar un proyecto mayoritario, para lo que vamos a hablar y acordar con todos aquellos que quieran superar este atasco en el que vive la sociedad valenciana. Los socialistas conectaremos con la mayoría social y levantaremos una alternativa potente y con capacidad para superar la desesperanza que vive la Comunitat Valenciana.

-Si no ocurriera así, ¿cree que con un pacto con Compromís y Esquerra Unida podría existir gobernabilidad? ¿Le preocupa reproducir la actuación del Tripartito catalán y que tan mala imagen ofreció entre muchos electores?
-Los socialistas aspiramos a que nuestro proyecto sea validado mayoritariamente por la sociedad valenciana. En cualquier caso, lo que no se puede es satanizar el acuerdo entre los partidos políticos. Lo que nunca apoyaré será simplemente una suma aritmética, defenderé un proyecto que sea capaz de solucionar los problemas de los valencianos. Por lo demás ya sabe que el espantajo del tripartito es la única propuesta del PP aunque nada puede ser peor que su herencia. La alternancia higiénica es simplemente imprescindible.

-Hablemos de la Comunitat. Pongamos que han pasado cuatro años desde que usted fuera elegido presidente de la Generalitat. Díganos tres elementos básicos que habrían cambiado con respecto a la actualidad gracias a su gobierno.
-Para empezar, la transparencia y la regeneración ética de esta Comunidad. Oxígeno y punto final para una etapa de corrupción, división entre los valencianos y despilfarro. Viviremos en una sociedad en la que habrá una radiotelevisión valenciana pública, plural y de calidad, habrá un parlamento vivo así como una vida democrática avanzada sin privilegios. Eso es lo primero, para abrir un nuevo tiempo y recuperar la autoestima.

Por otra parte habremos situado a la Comunitat en una posición de igualdad con respecto a otras comunidades, en lo que respecta al tema de la financiación que nos permitirá robustecer el sistema público de bienestar. Al mismo tiempo, habremos mejorado la imagen de la Comunitat en España y habremos conseguido también iniciar la reforma de un modelo económico que habrá comenzado a dar sus frutos en la creación de empleo, que es la prioridad fundamental.

-La Comunidad Valenciana ha perdido su sistema financiero por una muy deficiente política económica ejecutada durante la última década. Usted propone ahora crear un banco público. ¿Lo cree realmente necesario? ¿Cómo lo financiaría? ¿Quién y cómo se gestionaría?
-Esta es una iniciativa que está acotada fundamentalmente al apoyo a medianas y pequeñas empresas que en estos momentos tienen un grave problema en la financiación de sus proyectos. Es una iniciativa en la que estoy trabajando con personas solventes y que tiene todavía un recorrido por hacer. Cuando lo presentemos será ya con las características y la solvencia que merece. Lo que es evidente es que para el estímulo económico de esta Comunitat las pymes necesitan crédito, porque la falta del mismo es en estos momentos un freno considerable a la salida de la crisis.

En cualquier caso, estamos estudiando modelos como el británico, que están funcionando ya. Y lo plantearemos con la suficiente seriedad y los criterios establecidos para que sea viable. La liquidación de la tercera y la cuarta caja de España sería suficiente como para sepultar un gobierno. Solo nos queda Caixa Ontinyent y con sus disputas internas, Fabra es capaz de arruinarla también.

-¿Está de acuerdo con la reducción del sector público autonómico que la crisis, los recortes y la política de austeridad a ultranza que aplica este Gobierno está efectuando? ¿Cómo sería (en titulares) su modelo?
-Aquí todo ajuste se está haciendo recaer sobre los trabajadores, y eso ni es justo, ni es razonable. Necesitamos que el sector público se dimensione adecuadamente, pero desde luego no se puede tratar a todas las empresas igual ni hacer un ajuste al peso y con un solo destinatario, que es la reducción de trabajadores. Nosotros haremos un tratamiento en función de cada empresa y del interés general. No se puede aplaudir la liquidación que se ha planteado sin objetivos claros ni diálogo social.

-¿Qué opina del papel que juegan las diputaciones en la actualidad? ¿Qué cambios introduciría? Si estuviera en su mano, ¿las suprimiría?
-El modelo de descentralización del siglo XIX no puede superponerse al del siglo XX. En este momento, las diputaciones tal y como fueron concebidas ya no tienen ningún sentido. En principio, y como mínimo, voy a utilizar la ley de coordinación de diputaciones para intentar conseguir la eficiencia de los escasos recursos públicos que ahora mismo existen para la mejora de la acción pública. A corto y medio plazo hay que buscar una reformulación que minimice el papel político de las diputaciones. A más largo plazo lo razonable sería pasar de la minimización a la superación de este modelo.

-¿Cómo reformaría el actual sistema autonómico de España para que la Comunidad Valenciana se encontrara mejor situada?
-Cualquier reforma en profundidad debe atender la equidad y variables determinantes como la población. La CV es la única CCAA que está por debajo de la media de la renta per cápita, recibe menos inversión de la que le corresponde demográficamente y es aportante neta. Durante estos meses he dialogado para aproximar posiciones y conseguir complicidades y le aseguro que hemos avanzado en las necesidades de la Comunidad valenciana.

A ninguna comunidad le interesa más que a la nuestra que haya cambios, porque la Comunidad Valenciana está muy negativamente tratada desde el punto de vista de la financiación. Por lo tanto, lo que planteamos es un compromiso desde una opción federal en el que todos los ciudadanos de España tengan realmente los mismos derechos y se respete la singularidad. Esa reformulación del Estado es fundamental para los valencianos que de una vez por todas debemos visibilizarnos.

Es exigible un comportamiento general que atienda a los derechos de todos los ciudadanos y, por tanto, necesitamos como el agua que haya un cambio en profundidad. Para que la Generalitat sea viable, para que España sea viable el camino es la igualdad. Estamos formulando desde el PSPV una propuesta de federalismo integrador.

El federalismo de la igualdad es una oportunidad para reconstruir un estado en dificultades internas y también de comprensión externa. A nadie puede asustar asemejarse institucionalmente a Alemania. Creo que corresponsabilidad fiscal y espacios de cooperación dentro de España entre las diferentes comunidades autónomas es el futuro, es la España posible frente al independentismo de unos y la recentralización que pretende la derecha.