-Comunicado oficial

-Todas las asambleas dieron el visto bueno

-Un "campeón nacional de la banca", según Rato

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VALENCIA (VP). Los asambleístas de Bancaja dieron ayer tarde el visto bueno mayoritario y practicamente unánime a su integración en un Sistema de Protección Institucional (SIP) con otras seis cajas de ahorro, tal y como hicieron las asambleas de sus socios en el nuevo grupo financiero del que ahora forma la entidad. Caja Rioja, Caja Ávila y Caja Madrid, por este orden, fueron  las primeros en dar su aprobación. Mientras lo comunicaban vía 'hecho relevante' a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), José Luis Olivas, presidente de la caja valenciana, se dirigía a sus asambleístas.

Olivas arrancó su discurso advirtiendo de lo importante de la votación, dado que de ella dependía la constitución de un grupo contractual, asentado en un SIP, determinante en el futuro de la entidad. A juicio del presidente, un nuevo modelo de cajas de ahorros posible en el siglo XXI y para ello citó como ejemplos de este nuevo modelo mixto al Rabobank holandés, el Crèdit Agricole francés y, entre otros, el Raiffeisen austríaco, una entidad integrada por ocho bancos regionales.

"Todas ellas adoptan una estructura muy similar a la de nuestro SIP, lo que nos ofrece todas las garantías de acierto sobre el modelo elegido", señaló, a la vez que incidió en que el modelo escogido por Bancaja es el mejor posible hoy en día porque "no perdemos nada y ganamos mucho".

El presidente de Bancaja auguró que los procesos de integración no han hecho más que comenzar, mientras afirmó ante los asambleístas que "no vamos a perder ninguna capacidad de control sobre nuestra entidad". El presidente esgrimió su valencianía al afirmar que la sede social de la sociedad central -el banco del SIP- estará en Valencia, además de reiterar que Bancaja mantiene -e incluso refuerza- su compromiso territorial "porque las competencias otorgadas a la sociedad central no alejan los centros de decisión que importan a la mayoría de nuestros clientes".

Asimismo, no dejó pasar la oportunidad de advertir que cualquier decisión de relevancia que se adopte tendrá que contar con la conformidad de Bancaja. Como también la decisión de centralizar los negocios parabancarios del Grupo como es el caso de las actividades de banca y seguros, renting, leasing, gestión de activos y gestoras de fondos.

Respecto al Banco de Valencia, el primer ejecutivo de la caja de Pintor Sorolla manfiestó que se mantendrá como una entidad de crédito independiente, con personalidad jurídica propia, con órganos de gobierno autónomos, domicilio social en Valencia y que su presidente será nombrado a propuesta de Bancaja.

GUIÑO A LOS SINDICATOS

El discurso de Olivas finalizó destacando el acuerdo de principios al que llegaron el pasado viernes los representantes de los trabajadores de las siete cajas que integran el SIP, que calificó como "un importante gesto por parte de estas organizaciones que es de agradecer".

El reforzamiento de los recursos disponibles para la obra social, la mejora de la financiación a las pymes y "el mantenimiento de Bancaja como la principal entidad de referencia de la Comunitat Valenciana" fueron otros de los aspectos que abordó Olivas en su discurso.

"No siempre es posible elegir el tiempo de las grandes decisiones, pero sí que hay que estar preparados para detectar el momento y la oportunidad, y decidir lo más conveniente para ser más fuertes y más capaces que antes de la crisis". Así se despidió el presidente de sus asambleístas.

Finalmente, la votación fue un un éxito rotundo y previsto para la cúpula de Bancaja, dado que la 'fusión fría' se aprobó con el 98,3% de los votos de los 183 asambleístas presentes, 180 de los cuales votaron a favor, tres en contra, mientras no se registró ninguna abstención en una reunión que duró cerca de dos horas.