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VALENCIA. La Generalitat Valenciana tiene en sus manos la posibilidad de hacer un último intento por fusionar los restos de las que fueron las dos grandes cajas de ahorros de la Comunitat Valenciana. El proceso de constitución de las dos fundaciones de carácter especial, surgidas tras la liquidación de Bancaja y Caja del Mediterráneo (CAM), se encuentra en un momento clave, a la espera de que el Consell nombre a las comisiones gestoras que se encargarán de aprobar los estatutos y nombrar a los patronatos. 

Pese a que los procesos van por separado, en el entorno financiero de Valencia se han levantado algunas voces pidiendo que, dado el retraso que ya se ha acumulado en la puesta en marcha de ambas fundaciones, el Consell se plantee la posibilidad de fusionar ambos proyectos y cree una gran fundación de carácter autonómico que congregue los activos aportados por ambas fundaciones.

"Es una oportunidad única para que la Generalitat, que ahora tiene todo el poder para hacerlo, asuma la responsabilidad y constituya una única fundación con los activos de las dos cajas, se acabe con la dispersión de esfuerzos y las rivalidades territoriales", explicó a ValenciaPlaza.com una fuente vinculada a la operación de transformación de las antiguas obras sociales. "¿No se ha reclamado desde hace décadas la vertebración de la Comunitat Valenciana? Esta es una oportunidad para aplicarla", insistió.

La posibilidad de juntar los dos proyectos no es una entelequia. Ha corrido entre empresarios y políticos sobre todo de Valencia. Con todo, en la Generalitat no ha calado esta opción. Según las fuentes oficiales consultadas por este periódico, la intención del Consell es seguir con la hoja de ruta marcada, es decir, nombrar a las dos comisiones gestoras para que desarrollen dos entidades distintas. 

SITUACIÓN DISTINTA EN BANCAJA Y EN CAM

Pero la opción de plantear un proyecto conjunto está más al alcance de la Generalitat que nunca. En Bancaja, al menos en lo que corresponde a Valencia, hay predisposición a este planteamiento. Más complicado es que los representantes de las antiguas fundaciones de Caja Castellón y Caja Segorbe, que han pedido escindirse de la futura Fundación Bancaja, entren en el proyecto.

En el caso de la fundación Caja del Mediterráneo, el terreno está mucho más allanado, ya que no hay ningún patronato de la obra social porque CAM no desarrollaba su actividad a través de una fundación. De hecho, los actos que sigue programando la obra social de la antigua CAM se desarrollan gracias a que el FROB nombró a un responsable de la misma, un exalto directivo de la caja apartado por el Sabadell.

Fuentes próximas a la antigua dirección de CAM señalaron que esta opción de unir las dos fundaciones no contaría con la oposición que en el pasado tuvo la fusión de las cajas de ahorros y lo consideraron viable. No obstante, la entidad alicantína cuenta con un elemento que juega en su contra: sus responsabilidades con las cuotas participativas heredadas de la antigua CAM, de las que el Sabadell no se hizo cargo cuando compró el Banco CAM.

En todo caso, pese a las posibles reticencias que pudieran existir, el Consell tiene toda la libertad para desarrollar el proyecto como entienda, ya que no necesita pasar ni por asambleas ni otros órganos para aprobarlo.

EL VIERNES, AL PLENO DEL CONSELL

La propuesta, en todo caso, es demasiado incipiente para que a corto plazo pueda salir adelante sin una voluntad política, y, de momento, el Consell no se lo ha planteado. La intención de la Generalitat es presentar este viernes al pleno las comisiones gestoras.

Este proceso, que llega con un retraso notable respecto al calendario previsto, supone que la Conselleria de Justicia, que dirige Serafín Castellano, y que es la responsable de las fundaciones, nombre a los encargados de elaborar los estatutos y proponer a los futuros patronos. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, tiene que aportar sus propuestas, ya que en este paso se ha llegado al acuerdo de que se mantengan cuotas vinculadas a la representación en Les Corts.

Fuentes del PSPV-PSOE aseguraron a ValenciaPlaza.com que ya a finales del año pasado aportaron sus nombres en el caso de Bancaja, y lamentaron el retraso que se está acumulando. El PP tenía delegado el trabajo de aportar a sus representantes en el Consell. Máximo Buch había mantenido varios contactos, si bien con el cambio del Consell se han acumulado retrasos.  

Fuentes del entorno del antiguo consejo de administración de Bancaja lamentaron este parón, y recordaron que la entidad lo tenía todo preparado para que a mediados de diciembre se hubiera constituido la nueva fundación, pero que se paralizó el proceso por el cambio de la ley. Además, confiaron en que estos vaivenes en los responsables políticos de sacar adelante la entidad no modifiquen el acuerdo alcanzado en el seno de Bancaja y permitan que los patrones interesados en financiar la fundación, con los que había principios de acuerdo, no se echen atrás.  

En el caso de CAM la sitaución está más bloqueada, ya que los socialistas se han mostrado reacios a participar de la constitución de la fundación mientras no se dé una salida a los cuotapartícipes, cuyas participaciones, sin ningún valor, quedaron en la caja y, por tanto, en la fundación.

Un escenario abonado a un planteamiento de mayores ambiciones que permita recuperar, aunque sea de forma simbólica, una fusión olvidada. Quizá el mantenimiento de una gran fundación socio-cultural de las dos cajas de ahorros sea el único vestigio del antiguo poder financiero valenciano.