MADRID. La mayor parte de sindicatos de Iberia, excepto los pilotos del Sepla, lanzaron el pasado viernes un órdago a la dirección de la aerolínea en respuesta a su última propuesta de ajuste. Pero no hicieron con la vista puesta en el Gobierno y sin separarse ni un milímetro de los mensajes que sobre este conflicto está dando la ministra de Fomento, Ana Pastor, que tiene las competencias de supervisión sobre las actividades de IAG, el "holding" que integra a Iberia y British Airways (BA) y que están siendo muy críticos con los planes empresariales de Iberia.
Estos sindicatos que representan al 93% de la plantilla de Iberia, UGT, CC.OO. Asetma, USO, Sitcpla y CTA-Vuelo, reiteran su decisión de seguir negociando sin meter presión por ahora sobre convocatorias de paros como ha pedido reiteradamente la ministra, y reclaman a la compañía que prorrogue el ERE en vigor, pactado hasta 2013, hasta la finalización de la negociación del plan de reestructuración, es decir 2017, tal y como se refleja en el preacuerdo alcanzado el pasado 17 de diciembre.
Asimismo plantean también que la producción realizada actualmente por la filial Iberia Express pase a la matriz, integrándose como flota de corto y medio radio en la compañía, aunque no hablan nada de Vueling ni de Air Nostrum y finalmente exigen el compromiso de mantener las rutas neurálgicas de la compañía en Iberoamérica y planes para incrementar la producción a otros destinos.
Respecto a los negocios de handling y mantenimiento insisten en que se mantengan hasta 2017 y solicitan una rápida renovación de flota de largo radio, que equipare los costes en combustible de Iberia a los de las compañías de su entorno. Finalmente, piden una política comercial que aleje cualquier sospecha de transferencia de producción a terceros, en clara referencia a British.
COINCIDENCIAS
En resumidas cuentas, más o menos el mismo programa que se está defendiendo los representantes del Ejecutivo de Mariano Rajoy con competencias sobre transporte aéreo, el ministerio de Fomento, sobre todo.
Como contrapartida, los sindicatos se comprometen a realizar los esfuerzos necesarios en productividad para que la implementación del ERE produzca ahorros netos y obtener la reducción del coste unitario medio que se acuerde, con congelaciones salariales y hasta reducciones de sueldo si son necesarias.
Este nuevo movimiento no ha sido mal valorado desde la dirección, ya que gana tiempo para seguir negociando, aunque preocupa que al final el poderoso sindicato de pilotos Sepla se haya apartado del resto de centrales y vaya a jugar en esta partida con sus propias armas.
Sepla, como el resto de sindicatos, acusa a la dirección de estar entregando Iberia a BA en un proceso imparable, cuando dicen que British sigue ahogada en parte por sus fondos de pensiones. Por ello, piden si fuera necesario revisar los acuerdos de salvaguarda de la fusión.
HAY TIEMPO PARA NEGOCIAR
Iberia lleva meses reiterando que sus propuestas son parte de un plan para sobrevivir ante la situación de crisis y que no se hace entrega de la compañía a BA, ni se le pasan rutas ni se le desvía producción. Lo que sucede, añaden, es que British hizo sus planes de ajuste hace años y ahora está en mejor situación económica que Iberia. Durante los últimos 13 años los beneficios de Iberia alcanzaron los 1.454 millones de euros y los de British Airways fueron 6.800 millones de euros.
El próximo día 24 de enero hay un consejo de IAG en Madrid, que deberá abordar la situación de los planes sobre Iberia. Las centrales creen que BA exigirá mayor y más rápido ajuste a Iberia, mientras que desde la compañía se mantiene que es un consejo ordinario y que no habrá decisiones radicales sobre nada. En cualquier caso, el plazo de negociación abierto entre la compañía y los sindicatos no termina hasta el 31 de enero, así que todavía hay tiempo para seguir negociando.
Por otro lado, las acciones de International Airlines Group no han dejado de subir en Bolsa desde el anuncio por la dirección de Iberia de su programa de ajustes llamado Plan de Transformación en la primera quincena del pasado mes de noviembre.
Así, los títulos de IAG cotizaban a 2,144 euros los días en que se anunció este plan de recortes, el 9 de noviembre, que comparados con la última cotización de la aerolínea, 2,5 euros por acción, supondría una subida de casi el 17%. Pero la comparativa desde el día 16 de noviembre, tras unos días de incertidumbre y volatilidad por el impacto de la noticia que hicieron descender algo a la cotización del grupo aéreo por debajo de 2 euros, exactamente a 1,975, la subida hasta hoy sería de más del 26%, un porcentaje bastante por encima de la media del Ibex 35 que es desde entonces de algo más del 7,5%.
BANCA EXTRANJERA
Además, según los expertos bursátiles, se trata de un recorrido alcista con soporte y volumen, que previsiblemente siga al menos hasta los 2,8 o 3 euros. Los compradores están siendo bancos foráneos, sobre todo el británico Barclays, seguido de Societe Generale y Creditt Suisse. Y los vendedores son entidades españolas como Ibersecurities o Bankia.
Dicho de otra forma, al valor de IAG no le está sentando nada mal la inestabilidad abierta en el grupo tras la propuesta de ajuste anunciada por la dirección que encabeza Antonio Vázquez.
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