El pinchazo de la burbuja inmobiliaria en la Comunidad Valenciana produjo efectos letales para el sector de la consultoría. La demanda de vivienda se vino abajo y desaparecieron cientos (o miles) de promotores-clientes. Las firmas de consultoría tuvieron que reestructurarse, cerrar oficinas y recortar plantillas. Ese fue el camino elegido por las multinacionales King Sturge, Aguirre Newman y Knight Frank en Valencia. Sin embargo, otras once han logrado sobrevivir... (1ª parte)
VALENCIA. En la actualidad, muchos de sus profesionales valencianos vuelven a estar en activo en el negocio y aplican una política más agresiva en la comercialización de inmuebles. Han cambiado a los promotores por los bancos y patrimonios privados, y las viviendas por las oficinas, naves industriales y locales comerciales, o incluso viviendas más exclusivas. Y los ejecutivos de estas firmas han sido sustituidos por los consultores productivos que estaban a pie de calle y conocían bien el mercado valenciano y sus posibilidades.
El cierre en la Comunitat Valenciana de la inglesa King Sturge fue uno de los primeros casos de abandono. Coincidió con la liquidación de la firma en toda España. Prácticamente todo el equipo valenciano de la consultora se recolocó en Inmofiban, otra consultora inmobiliaria empresarial nacional especializada en naves industriales, comerciales y logísticas.
"Inmofiban aprovechó la liquidación de King Sturge en España para quedarse con el equipo que más facturaba en Valencia, Madrid y Barcelona", explica Juan Collado, director de Inmofiban en la Comunitat Valenciana y ex consultor de King Sturge en la zona de Levante a Valenciaplaza.com.
La mano de obra de King Sturge se recoloca en Inmofiban
La estructura actual de Inmofiban sólo permite costes productivos y el director anterior de King Sturge en la zona de Levante, Rafael Gimeno, no cuadraba en este nuevo perfil. "Desde Madrid se consideró que su productividad sería baja" puesto que en los últimos años Gimeno había desempeñado una labor ejecutiva lejos de las operaciones, que consistía "en asistir a las reuniones de King en Madrid y comparecer ante la prensa", según comenta Collado. Por lo que el ex director de la firma inglesa en la Comunitat Valenciana decidió reconducir su carrera a la correduría de fincas como agente de la propiedad inmobiliaria (API).
Actualmente, la firma nacional se encuentra cómoda en el mercado valenciano. Su principal objetivo es explotar el potencial del puerto de Valencia y las oportunidades en el segmento de parques de medianas empresas, poco desarrollado respecto al mercado madrileño y catalán, prácticamente saturado. Tras sanear cuentas y adaptar costes y departamentos a las nuevas necesidades, sus departamentos industrial y logístico han conseguido cerrar 38 operaciones en los últimos ocho meses, la mayoría de alquileres.
Aguirre Newman: poco interés en la Comunitat
Aguirre Newman se rindió pronto en el mercado valenciano y su estancia fue muy breve. El cierre de la delegación valenciana de la multinacional empezó a gestarse en 2008, sólo dos años después de su inauguración en la calle Doctor Romagosa, de Valencia.
"A Aguirre Newman nunca le interesó verdaderamente la Comunitat, aprovecharon el boom para abrir delegación pero lo que realmente les importa es el mercado madrileño y catalán", explica uno de los consultores que prefiere mantener su nombre en el anonimato. La multinacional se presentó en la Comunitat Valenciana de la mano de Bancaja, para quien diseñó la reforma de sus instalaciones en la calle Cardenal Benlloch de Valencia.
Empezó a desligarse del territorio valenciano cuando llegaron los problemas de demanda. La política centralista de la firma, las discrepancias con el delegado de Levante así como las dificultades de venta en Valencia fueron los principales problemas.
Madrid y Barcelona siempre fueron sus plazas preferentes y Valencia empezaba a convertirse en una carga que no cubría sus expectativas. El ex delegado de Aguirre Newman en la Comunitat Valenciana, Ignacio Sánchez-Ferragut, dejó la consultora durante 2008. El motivo fue la constante dependencia de Madrid para la toma de decisiones en la gestión de distintas operaciones.
Posteriormente, Sánchez-Ferragut pasó a formar parte del equipo de Aczia, compañía dedicada a la inversión en inmuebles, y actualmente, según asegura uno de sus colegas, es uno de los socios de la empresa Grau de Bosch.
La fuerte caída de la comercialización de viviendas en la Comunidad Valenciana también dio al traste con los planes de Knight Frank especializada en la compraventa de viviendas en costa, ciudad e interior. Otra consultora, DZT, no llegó a abrir delegación en la Comunidad Valenciana desalentada por la crisis.
Fieles al proyecto valenciano
Sin embargo, son superiores en número las consultoras fieles que siguen creyendo en las posibilidades de crecimiento y en el potencial del mercado de transacciones inmobiliarias valenciano. CBRE, Roan, BNP Paribas Real Estate (antes Atis Real), Jones Lang Lasalle, Inmofiban, Ferran, TPF, CGMED, así como las áreas de consultoría de Primer Grupo y Monforte Inmobiliaria, entre otras, más reducidas, permanecen en activo y no tienen previsto, en el medio plazo, cerrar ninguna de sus delegaciones. Consideran que la crisis les ha fortalecido y les ha convertido en especialistas del producto, cliente y estrategia de venta en la zona para la que siguen destinando recursos y asesoramiento.
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Mañana, 2ª Parte: "La estrategia de las consultoras supervivientes"
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