BRUSELAS (VP/EP). La Comisión Europea, contradiciendo al Gobierno, vaticina que la economía española ha sufrido una recaída temporal entre julio y septiembre tras haber salido de la recesión a principios de año debido a la subida del IVA, el recorte de la inversión pública y el final de las ayudas a la compra de coches, según sus previsiones intermedias publicadas este lunes. Para el conjunto del año, Bruselas ha revisado ligeramente al alza su previsión (de -0,4% a -0,3%, la misma cifra que maneja el Gobierno) gracias a que los datos del primer semestre han sido mejores de lo previsto.
España será así el único gran país de la UE cuya economía siga contrayéndose este año. En contraste con el caso de España, el Ejecutivo comunitario mejora considerablemente su pronóstico para la eurozona (que crecerá un 1,7% en 2010 en lugar del 0,9% que Bruselas había vaticinado en mayo) y para el conjunto de la Unión Europea (del 1% al 1,8%).
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha afirmado que el modelo económico español antes de la crisis era "insostenible" por su excesiva dependencia en la "burbuja inmobiliaria" y ha expresado su respaldo al Gobierno en la reforma laboral y de las pensiones, así como en las medidas de ajuste, por considerar que sólo así España podrá recuperar competitividad.
Después del débil crecimiento del 0,1% experimentado por España en el primer trimestre y del 0,2% en el segundo trimestre, la Comisión vaticina una recaída temporal entre agosto y septiembre (-0,1%) y una vuelta al territorio positivo el último trimestre del año, aunque rozando el estancamiento (0,1%). Esta previsión choca con la tesis de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, que volvió a descartar la semana pasada que haya "trimestres negativos" este año.
"El primer y segundo trimestres de 2010 registraron un crecimiento positivo, impulsado sobre todo por factores temporales, pero estos efectos positivos se irán apagando durante la segunda mitad del año", afirma el informe del Ejecutivo comunitario.
La subida del IVA que entró en vigor el pasado 1 de julio "llevó a un adelanto de los planes de consumo de la segunda a la primera mitad de 2010" y ello ya se ha reflejado en un deterioro de los resultados del comercio minorista durante el tercer trimestre. Además, tras crecer de forma significativa a principios de año, las ventas de coche "están cayendo bruscamente en el tercer trimestre reflejando el final de los planes de achatarramiento". El resultado es que "el consumo privado se contraerá durante la segunda mitad del año".
Por su parte, la inversión seguirá siendo débil, ya que "el ajuste en el sector de la construcción continuará" y la inversión pública "caerá como resultado del recorte del gasto público previsto para la segunda mitad de 2010". Para el conjunto de 2010, la demanda doméstica detraerá al crecimiento del PIB casi 1,25 puntos porcentuales. Por su parte, la contribución al crecimiento de las exportaciones netas se reducirá de 2,7 puntos en 2009 a 1 punto este año, ya que el aumento de las exportaciones durante la primera mitad del año se ha visto contrarrestado por el fuerte incremento de las importaciones.
Pese al estancamiento de la economía española, Bruselas prevé que la inflación siga creciendo y se sitúe a finales de año en el 1,8% por la subida del IVA y de precio de los carburantes (aunque la media para 2010 será del 1,6%, frente al 1,4% de media en la eurozona). Tras el aumento de 2009, los salarios reales se estancarán en 2010.
INTENSIFICAR LAS REFORMAS
"Creo que es muy importante que el Gobierno español se haya comprometido a intensificar la consolidación fiscal y a realizar reformas estructurales serias, incluyendo la de las pensiones y la de la reforma laboral. Apoyamos al Gobierno español en estos esfuerzos muy sustanciales", ha afirmado Rehn durante la rueda de prensa de presentación de las nuevas previsiones económicas del Ejecutivo comunitario.
"Estoy seguro de que la combinación de la consolidación fiscal y las reformas estructurales ayudarán a España a reforzar su competitividad a medio plazo y las bases de un crecimiento sostenible y de la creación de empleo", ha resaltado el comisario de Asuntos Económicos.
"España sufrió muy severamente la crisis financiera debido especialmente a la burbuja inmobiliaria. Las finanzas públicas gozaban de buena salud en España cuando la crisis golpeó, pero España, como Irlanda, tenía una combinación de finanzas públicas sólidas y un modelo económico insostenible que se apoyaba en la burbuja inmobiliaria", ha indicado Rehn.
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