Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Los ministros de Economía aplazan hasta 2017 la puesta en marcha de la 'Tasa Tobin'
• El G20 esperanzado, aunque reconoce que las expectativas de crecimiento no se están cumpliendo
• Alexis Tsipras dimite y convoca elecciones anticipadas en Grecia

LONDRES. El Instituto Nacional de Estadísticas asegura que el "retorno del turismo británico" explica el éxito de la campaña de verano, en la que el turismo extranjero habría experimentado un crecimiento del 11%. Pero los datos de la Oficina de Estadísticas del Reino Unido muestran una imagen muy diferente

¿Qué podemos esperar de las cifras sobre flujos de turismo exterior hacia España y su comportamiento económico durante el agosto? En números globales, resulta difícil aventurarse. Sobre los de orígen británico, sin embargo, caben pocas dudas: "La industria británica de tour-operadoras y agencias de viajes ha sufrido una combinación de circunstancias que, francamente, son inusuales", dice Manny Fontenla-Novoa, director ejecutivo de Thomas Cook ─9% menos de ingresos en 2010─, "desde la crisis del crédito en Occidente y la estación de huelgas en las aerolíneas, hasta las nubes de ceniza de volcanes... demasiados golpes para las hojas de balance más débiles".

Durante la primera mitad de 2010, han quebrado hasta 17 empresas del ramo en el Reino Unido, tres de ellas en el mes que acabamos de dejar atrás. Goldtrail anunció su bancarrota el día 16, a las cuatro de la tarde, a través de un comunicado emitido desde sus oficinas en New Malden, a pocos quilómetros de Londres. Cerca de 16.000 turistas se vieron abandonados en hoteles de Grecia y Turquía. A penas tres días más tarde, le siguió los pasos Kiss Flights, una firma con 15 marcas diferentes en el mercado, cuyo cierre afectó a más de 60.000 viajeros británicos.

Por no mencionar Sun4u. Esta agencia con sede en Birmingham se desentendió literalmente de 1.200 turistas esparcidos entre Mallorca, la Costa Brava y la Costa Blanca. Rebecca Smith, que había reservado sus vacaciones en Benidorm junto a tres amigas, explicó a las cámaras de la BBC que "la empresa entró en fase de liquidación de bienes exactamente veinticuatro horas después de que hubiéramos realizado el pago en Internet. Nada nos alertó del panorama en que se veía la agencia. Ahora no tengo ni idea de dónde está mi dinero o si vamos a irnos de vacaciones al final".

Otros no tuvieron tanta suerte: se encontraban ya en sus habitaciones en hoteles de Benidorm, o reclinados al borde de la piscina, cuando recibieron una llamada de recepción... para abonar cuanto antes sus facturas pendientes. "A partir de septiembre", opina Fontenla-Novoa, "las cosas van a empeorar, la demanda de reservas caerá en picado".

MÁS MENOS QUE MÁS

De acuerdo con el registro más reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONS), el de julio de 2010, el flujo de turistas británicos al exterior se ha desplomado un 9%, "lo que confirma la continuación del declive apreciado en 2009". De 2008 a 2009, el resbalón fue del 15%, y el gasto se redujo en más de 6.000 millones de euros. En el primer cuarto de 2010, comparado con el mismo período de 2009, ha habido 1,1 millones de británicos que no han salido de las isla de vacaciones.

Si, como indica el Instituto de Nacional de Estadísticas en Madrid, el cabal de turistas extranjeros ha aumentado un 11% "gracias al retorno del turismo británico", la única razón plausible sería que ha habido una concentración a la hora de elegir el destino. Aún así, a nuestra indústria turística le habría valido de poco: en el informe de la ONS británica, se detalla que los visitantes británicos han desembolsado 173 millones de libras esterlinas o 206,2 millones de euros en lo que llevamos de año. O cerca de 10 millones de euros menos que durante los primeros meses de 2009.

A preguntas de Valenciaplaza.com, CCSolutions, una de las compañías que están representando varios de los usuarios perjudicados por la bancarrota de tour-operadoras, ha respondido que "la experiencia ha dejado a muchos veraneantes estresados y preocupados, porque nadie les ha informado sobre cómo actuar en situaciones semejantes. Muchos de nuestros clientes nos dicen que les han hecho pagar dos veces por el mismo servicio en los hoteles donde dormían, o que les han presentado una factura notablemente más alta de la cantidad a que se habían comprometido con la tour-operadora, que normalmente les ofrecía un paquete de vacaciones con todos los costes incluídos".

La culpa, critica Steve Love, contable retirado de agencias de viajes, es de "la industria británica, que es una desgracia absoluta. Se han acostumbrado a sentarse sobre los pagos de los usuarios, no sólo de sus comisiones, en vez de traspasar el dinero inmediatamente a los hoteles o los resortes veraniegos de destino. Por experiencia, sé que esto les genera daños económicos y complicaciones. No es raro que un hotel en Lloret de Mar o en Alicante vea el pago después de que los viajeros hayan vuelto de nuevo a Londres o Manchester".

SEPTIEMBRE OMINOSO

Dereck Moor, de la Asociación de Tour-operadoras británicas Independientes, señala que los titulares de la prensa no se atreven a revelar los tropiezos de las grandes firmas: "los viajeros británicos deberían contar con acceso a todos los datos. No se trata de un problema circunscrito exclusivamente a las agencias de tamaño mediano, las marcas más conocidas tampoco son un excepción a la crisi de la demanda que sufrimos en el Reino Unido".

La auditora PricewaterhouseCoopers (PwC) ha puntualizado esta semana que un número considerable de tour-operadoras habrían consumido ya sus reservas financieras para superar el bache económico que se inició en 2008. Ian Oakley-Smith, del departamento de insolvencias de PwC, contempla incluso la probabilidad de que "las quiebras se disparen en otoño a niveles de hace dos años. Tradicionalmente", aclara, "la compañías de viajes con las finanzas más turbias colapsan en otoño, cuando se les termina la liquidez. A consecuencia de la recesión y la sequía de crédito para los consumidores, sospechamos que en la segunda mitad de 2010 asistiremos al derrumbe de una parte del sector".

Para los visitantes británicos, el mejor consejo proviene de la Asociación de Agencias de Viajes Británicas misma: que confirmen por escrito que sus contratos están cubiertos por la licencia de protección de las operadoras de viajes aéreos y de hoteles con la garantía de la asociación. La firma Sun4u, que localizaba su área de trabajo en nuestras costas, organizaba viajes de vuelo y acomodación por separado además de los habituales paquetes vacaciones, pero sin licencia.

Para la industria turística valenciana, la sugerencia es más compleja. Puede que haya llegado el momento de la reforma y de variar la oferta. Ben Arlo, de tourcompanyreviews.com, augura que "la economía del turismo va a estar dominada en el futuro por touroperadoras suficientemente pequeñas como para controlar sus costes e inmunes a las fluctuaciones de los mercados del capital, en los que no pueden participar. Y seran superespecializadas, para evitar la competencia en masa; esto abrirá oportunidades a la industria turística local para que colabore con negocios tradicionales e introduzca contenidos culturales propios, que les defina y les diferencie del resto". Es una idea.