VALENCIA. El Instituto Valenciano de Finanzas ha regresado a la Conselleria de Hacienda sin director general y con un futuro aún por decidir. El Diario Oficial de la Comunitat Valenciana publicó este viernes el cambio de adscripción de este organismo de la Generalitat Valenciana que, durante algo más de año y medio (desde las últimas elecciones autonómicas, cuando Francisco Camps diseñó el Consell que remodeló Alberto Fabra la semana pasada) ha estado bajo el paraguas de la Consellería de Economía.
Tiempo más que suficiente para comprobar los problemas de funcionamiento que suponía tener separado al emisor de deuda de la Generalitat del departamento que tiene que asignar los recursos económicos a cada línea presupuestaria.
El cambio de adscripción y los nombramientos que realizó el Consell en el segundo escalón el pasado viernes ha dejado al IVF en una situación de interinidad que deberá resolverse en las próximas semanas con la publicación del Reglamento de Organización y Funcionamiento (ROF) de las consellerías.
De momento, el IVF, que ha sido trasladado con sus funciones íntegras a Hacienda (emisión y control de la deuda, supervisión de entidades financieras locales y financiación empresarial) no cuenta con un director general y, orgánicamente, su dirección política está en menos del conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues.
Según la estructura de los departamentos publicada este lunes, el IVF debe tener un director general que tendrá rago de secretario autonómico. En los nombramientos del segundo escalón del pasado viernes, el Consell nombró al actual máximo responsable del IVF, Fernando Díaz Requena como secretario autonómico de empleo. La dirección autonómica de Economía que ocupaba hasta entonces compatibilizandola con la direccón del IVF, quedó en manos de Rafael Sánchez Pellejero.En la Conselleria de Hacienda hay actualmente dos secretarios autonómicos, Eusebio Monzó, de Hacienda y Presupeustos. y Pedro García Biot, de Administraciones públicas. No se descarta que la dirección de un IVF enmarcado en la Conselleria de Hacienda cuente con un nuevo responsable, extremo que no pudo ser confirmado por este periódico tras consultar a los dos departamentos implicados.
MÁS ALLÁ DE LOS NOMBRES
Pero más allá de los nombres, la intención del Gobierno de Alberto Fabra ha sido siempre devolver las competencias estrictamente financieras del IVF a Hacienda, dejando la actividad de créditos y avales a empresas privadas en Economía, como un banco de emprendedores.
De aplicarse esta política, en el IVF como tal quedaría el control de la deuda y de las emisiones vivas y futuras (en caso de que se reabriera el mercado para la Comunitat Valenciana), así como la supervisión de entidades de crédito locales (Caixa Ontinyent, las rurales y las secciones de crédito). En este apartad, teóricamente, también deberían entrar la tutela de las fundaciones de carácter especial de las cajas de ahorros, en concreto las de CAM y Bancaja.
De ser así, el conseller de Economía, Máximo Buch, que hasta ahora ha estado pendiente del futuro de la puesta en marcha de las fundaciones de las dos cajas ya extintas, perdería formalemnte su control sobre ellas.
Buch sí recuperará las líneas de crédito para empresas y los avales que presta el instituto, que deberán desandar el camino y regresar a la Consellería de Economía. En ese paquete también entrarían los cuatro fondos de capital riesgo en los que participa el IVF. El ROF deberá matizar cómo se encajan estas funciones en la estructura del departamento de Buch, donde también está pendiente la redifinición del Impiva.
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