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Un día antes deberán comparecer ante el magistrado el expresidente de Bancaja José Luis Olivas y el ex consejero delegado del grupo Francisco Verdú

MADRID (VP/EFECOM). El juez Fernando Andreu culminará el próximo jueves las declaraciones de la antigua cúpula de Bankia con el interrogatorio a su expresidente Rodrigo Rato, que deberá aclarar por qué las cuentas de la entidad, cuestionadas por la auditora Deloitte, mostraron beneficios antes de su intervención. 

Un día antes deberán comparecer ante el magistrado el expresidente de Bancaja José Luis Olivas y el ex consejero delegado del grupo Francisco Verdú, precedidos el martes por la catedrática de la Universitat de València Araceli Mora, que también formaba parte del Comité de Auditoría, y los vocales Javier López Madrid -consejero representante de CEIM- y el independiente Juan Llopart.

Mientras, el lunes será interrogado José Antonio Moral Santín, nombrado a propuesta por IU y miembro a la Comisión Ejecutiva que, como los tres últimos, estaban citados el pasado miércoles pero no pudieron prestar declaración por problemas en el sistema de grabación.

Hasta el momento, la mayoría de los 33 exconsejeros imputados en la causa han coincidido en afirmar que no conocieron los problemas de solvencia del grupo y las objeciones de Deloitte y el Banco de España a las cuentas de 2011 hasta el pasado mes de mayo, justo antes de la nacionalización de la matriz de Bankia, BFA.

Los resultados del grupo financiero de marzo, bajo la presidencia de Rato, reflejaron unos beneficios de 309 millones de euros frente a las pérdidas de 2.979 millones de euros de la reformulación de mayo, cuando pasó a ocupar este puesto José Ignacio Goirigolzarri, a lo que hubo que unir una petición de ayuda pública de 19.000 millones.

Sin embargo, varios de los imputados han insistido en que las pérdidas del grupo, nacionalizado el pasado 9 de mayo, no se debió a la falta de diligencia de los antiguos gestores, sino a los cambios regulatorios sobre provisiones promovidos por el Gobierno y a las modificaciones de criterio de la auditora, Deloitte.

El propio Rato apuntó directamente a esta firma durante su comparecencia celebrada en el Congreso el pasado 26 de julio, cuando recriminó a la auditora sus cambios de criterio y defendió que las cuentas que presentó de Bankia antes de su reformulación eran fieles a la realidad.

También denunció la presión que supuestamente ejerció el Banco de España -cuyo exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha sido citado a declarar como testigo por Andreu- para incorporar Bancaja a la fusión liderada por Caja Madrid y, posteriormente, para que el grupo debutara en bolsa.

La Audiencia Nacional empezó a investigar en julio el agujero de Bankia-BFA a raíz de una querella de UPyD (a la que siguieron otras del 15M y otras organizaciones), que acusa a los exconsejeros del grupo de estafa, administración desleal, apropiación indebida, falsificación de cuentas y maquinación para alterar el precio de las cosas.

Bankia nació como marca comercial en marzo de 2011 (fruto de la fusión de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja) y salió a bolsa en julio de 2011.

Sin embargo, no llegó al año de vida tras ser nacionalizada el pasado mayo al ser incapaz de sanear por sí sola su riesgo inmobiliario tras la aprobación de los dos decretos de reforma del sistema financiero