VALENCIA. Les Corts Valencianes es la institución que, según el Estatuto de Autonomía, representa al pueblo valenciano a través de sus parlamentarios. Es además, la ventana al mundo de los partidos presentes en ella para hacer visibles sus políticas a través de la acción parlamentaria.
Sin embargo, la cámara ha evidenciado en las últimas semanas los primeros signos del desgaste del bipartidismo merced a los problemas que atraviesan los dos grandes grupos parlamentarios: PP y PSPV.
La falta de liderazgo, las facciones internas o la propia debilidad del discurso, están contribuyendo a desarmar la bancada de las grandes formaciones políticas. En cambio, los grupos minoritarios, Compromís y Esquerra Unida, se exhiben con creciente fortaleza ante las dificultades que atraviesan ‘populares' y socialistas.
PP: IMPUTADOS Y DESORIENTADOS
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no solo heredó de Francisco Camps un Consell. También se encontró conformado -y atornillado- un grupo parlamentario: una lista de dirigentes con escaño en propiedad menos maleable que el Gobierno.
Para empezar un portavoz, Rafael Blasco, que fue sustituido tras ser imputado en el caso de la Cooperación, además de los otros parlamentarios (llegaron hasta diez) en la misma situación por otras causas.
El caso Vela, la salida de Pedro Hernández Mateo tras ser condenado a tres años de cárcel por prevaricación o el procesamiento del exvicepresidente Vicente Rambla y dos exconselleras, Milagrosa Martínez y Angélica Such, son los últimos episodios de un grupo parlamentario que promete ser protagonista a lo largo de la legislatura por este tipo de causas.
El -desgastado- escudo del Gobierno valenciano, que este mismo jueves sostenía el vicepresidente del Consell, José Císcar, se limita al argumento de que las actas de diputado son "personales". Es decir: si no dimiten por ellos mismos, poco se puede hacer.
Al margen de esta incómoda, cuando no embarazosa, circunstancia, hay que sumar el todavía poco consolidado liderazgo del nuevo síndic, Jorge Bellver. Según fuentes parlamentarias, el portavoz está buscando el apoyo del secretario general del PPCV, Serafín Castellano. Además, mantiene una relación estrecha con los que han sido sus compañeros de escaño, Rubén Ibáñez y Alfredo Castelló.
Pero por el momento los galones de Bellver son insuficientes y todavía se aprecia falta de experiencia en sus funciones, como quedó patente días atrás cuando una de sus intervenciones fuera de turno -error compartido con el presidente de Les Corts, Juan Cotino- causó un revuelo que empañó el anuncio preparado por Alberto Fabra.
Tampoco ayudan a la buena marcha del grupo actuaciones como la protagonizada por la diputada Pilar Sol, quien aseguró durante la Comisión de Política Social que muchas familias "en situaciones de necesidad" destinan los recursos de la Renta Garantizada a "comprarse televisiones de plasma o a otras cosas no apropiadas". Unas declaraciones sobre las que se disculpó, no solo la diputada, sino también el mismísimo Alberto Fabra.
"Hay cierta apatía. Nos falta garra y estamos dejando crecer a ‘los de las camisetas' -en referencia a Compromís-", admite un diputado de la bancada ‘popular', quien concluye transmitiendo su sensación de que están funcionando "a salto de mata" demasiado a menudo.
PSPV: BICEFALIA, DISPERSIÓN Y ¿DEPRESIÓN?
Si la debilidad de liderazgo en el grupo ‘popular' es un problema, en el caso del PSPV en Les Corts la situación es igual o más grave. "Al fin y al cabo, el propio Fabra o los consellers tienen visibilidad porque suelen ser los que salen al paso en las cuestiones relevantes", señala un dirigente socialista.
Por ello, la figura del síndic es más importante en el caso de la oposición, dado que tiene que erigirse en el azote del Consell en la cámara y conseguir que el argumentario de su partido se escuche y ponga contra las cuerdas a la mayoría gobernante.
Sin embargo, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, tiene aquí el mismo problema que Fabra. Un grupo de diputados heredados del anterior líder, Jorge Alarte, entre los que ha tenido que designar un portavoz: en este caso, Antonio Torres.
Se produce una bicefalia extraña: Torres tiene que actuar según el criterio del líder de su partido, Puig, y con otro liderazgo y contrapeso dentro de la bancada socialista, la secretaria del grupo, Ana Barceló, con mayor "contundencia" a la hora de coordinar a los diputados, según opinan fuentes del PSPV.
Diversos diputados socialistas han señalado a este diario que esta situación propicia la "falta de reflejos" en determinadas cuestiones que han provocado que grupos minoritarios como Compromís o Esquerra Unida, hayan llevado el timón de las réplicas dejando atrás al PSPV, pese que es el principal partido de la oposición.
A ello hay que sumar la dispersión dentro de la propia bancada socialista. Diputados que tenían un ‘peso específico' dentro del grupo y del partido al principio de la legislatura, ahora no disponen de galones aunque lleven cuestiones clave en la labor de oposición. Todo ello con el exsecretario general y responsable de la lista autonómica, Jorge Alarte, ocupando uno de los escaños: algo que ya ocurrió con el anterior líder, Ignasi Pla, en la pasada legislatura.
COMPROMÍS Y EU: TRABAJANDO CON LA MISMA BASE
El 'desarme' de los dos grupos parlamentarios mayoritarios contrasta con la artillería bien engrasada de Compromís y Esquerra Unida. Mientras en PP y PSPV se ha producido un cambio en la portavocía de ambos grupos, los equipos en Les Corts de estas pequeñas formaciones apenas han variado desde 2007.
El tridente Enric Morera, Mònica Oltra y Mireia Mollà, está en Les Corts desde 2007. Unos nombres que empiezan a adquirir notoriedad en la sociedad valenciana superando incluso a los síndicos y portavoces adjuntos de las grandes formaciones.
De la misma manera, Esquerra Unida mantiene el núcleo que terminó la pasada legislatura: Marga Sanz, Marina Albiol y Lluís Torró, a los que hay que añadir a Ignacio Blanco, que está creciendo fruto de sus denuncias en casos como Over Marketing, y a Esther López.
Quien sólo ha visto "lo de las camisetas y tal" en la actuación de Compromís en les Corts, es que no es capaz de ver tres en un burro. Gracias a Compromís se han oído en les Corts verdades como puños, para vergüenza (si la tuvieran) de PSOE y PP. Por cierto, todo foro democrático ha sido siempre, desde los griegos hasta hoy, lo que cualquier demócrata de pacotilla llamaría despectivamente "circo mediático". Y dicho esto, lo firmo sin empacho con nombre y apellido.
Es que Compromís ha leído bien la única utilidad que actualmente tienen Les Corts: como circo mediático. De hecho, las algaradas y 'performances' son las únicas cosas que transcienden de esa asamblea. Todo lo demás, política de salón alejada de cualquier interés ciudadano. Les Corts son como Gran Hermando, mucha disputa interior para iniciados, pero que sólo transciende el edredoning, en este caso, lo de las camisetas y tal.
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