VALENCIA. "No hay fuerza más poderosa que compartir creencias, valores y sueños, y el principal problema es que el protocolo familiar no puede recoger las emociones, las actitudes ni puede contagiar el entusiasmo por los negocios. Por ello, la inversión más útil que pueda hacer un empresario es invertir incansablemente tiempo en que todos los miembros de la familia compartan dichas creencias. En ello es donde debe invertir la familia para asegurar la sucesión", según el asesor y estratega Fernando Giner.
Giner defendió el papel protagonista de la empresa familiar en el "proceso" que atraviesa la economía española en su conferencia ‘Tendencias socio económicas y su impacto en la gestión y gobierno de las pymes familiares', organizada por el Instituto Valenciano de la Empresa Familiar (IVEFA) y presidida por Salvador Navarro, presidente de la CEV, y José Bernardo Noblejas, presidente del IVEFA.
En esta línea, el estratega valenciano abogó por sucesores con carácter emprendedor, creativos y gran vocación de adaptación al nuevo entorno para liderar la dirección de las empresas familiares. "Además de una crisis, vivimos un proceso al que no queda más remedio que amoldarse continuamente y la dirección consiste en interpretar inteligentemente este proceso para alcanzar las nuevas metas", explicaba Giner.
Como caso a seguir, Giner puso el ejemplo del centro de formación de jugadores La Masía, del F. C. Barcelona, donde todos los jugadores comparten un estilo de juego, tienen el mismo sueño y aman los mismos valores. "Ésa es la misión de la Masia en el club catalán. Pues de la misma manera, la empresa, debe crear su propia cantera de personas que tengan el mismo estilo, los mismo sueños y amen los mismos colores.
Una vez compartidos los mismos valores hay que decidir qué miembros de la familia pueden ocupar la gestión, quiénes ocupan un puesto en el consejo de administración y quienes serán accionistas. Es decir, Giner explicaba que hay que institucionalizar el lugar que ocupan los miembros de la familia.
Para llegar a esta conclusión se esgrimieron diez principios que tiene que aplicar el director de empresas familiares. Todo se basa en la adaptación continua al proceso que estamos viviendo y, sobre todo, en saber dirigir el comportamiento de las personas.
"Porque un líder sólo sin equipo no puede formar una empresa excelente pero un sólo líder inadecuado puede hundir su empresa", cerró Giner.
Precisamente la sucesión fue uno de los puntos más debatidos entre los asistentes a la conferencia. Los participantes en el debate posterior mostraron su preocupación sobre cómo poner en valor la empresa familiar.
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