MADRID. El sector de automoción, por su carácter netamente exportador, y el turismo, están siendo los primeros en asomar la cabeza de la crisis en lo que parecen los primeros avances positivos de la economía española.
La industria del automóvil ha recibido una de las pocas medidas de políticas activas para el fomento de la economía del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, con el famoso plan PIVE. Son 1.000 euros por parte de la Administración para subvencionar el cambio de vehículo. El sector de automoción aporta un 10% al Producto Interior Bruto (PIB) nacional, genera el 9% del empleo y el 18% de las exportaciones.
Por su parte, el turismo, que también aporta más del 10% del PIB, camina con una menor ayuda, aunque el pasado verano el ministro José Manuel Soria presentó un plan integral para el sector que ya se está poniendo en marcha, el Plan Nacional Integral del Turismo, conocido como el PNIT y que prevé inversiones de 1.800 millones.
Pese a que el mes de noviembre arroja un volumen de matriculaciones de coches de 48.155 unidades, lo que supone un 20,3% menos que en el mismo mes del año anterior, se han superado las previsiones y las grandes compañías automovilísticas apuestan por una producción hecha en España.
UN PLAN DE ACTIVACIÓN ECONÓMICA
Según un informe del BBVA Research, el Plan PIVE de incentivos a la compra de coches generó 2.445 matriculaciones durante noviembre, y contribuyó a compensar el aumento de los precios de los automóviles derivado de la subida del IVA.
El Servicio de Estudios de la entidad explica que su estimación era que en noviembre se matricularan 45.700 coches, pero finalmente la cifra alcanzó las 48.155 unidades, debido a la contribución del plan estatal.
DESLOCALIZACIÓN EN EUROPA
Pero lo relevante en el sector es que las grandes firmas internacionales del automóvil continúan con la pretensión de afianzar el montaje de sus nuevos modelos en España, con lo que eso supone de creación de empleo y de reindustrialización en nuestro país.
La planta de Ford en Almussafes (Valencia) aumentará un 80% su producción en 2013, con la fabricación de 280.000 vehículos, que al año siguiente llegarán hasta los 300.000 con los modelos Kuga y Transit Connect. El plan de inversiones se traduce en 1.112 millones de euros en la planta valenciana, de la que 230 millones son para el Kuga, 582 millones para el Transit Conect y el resto para otras inversiones industriales.
Por otro lado, Fiat Industrial anunciaba la puesta en marcha de un plan industrial para Iveco en España, que tiene previsto realizar una inversión de 500 millones en las plantas españolas en cuatro años. Con este presupuesto, pretenden duplicar la producción de las factorías hasta 2016. El calendario de desarrollo de las inversiones no está definido y dependerá de la producción del modelo Trucker en Madrid y del lanzamiento del nuevo Daily, que se fabricará en Valladolid. Se prevé la creación de 1.200 puestos de trabajo y la planta de Madrid tendrá 300 nuevos operarios el año que viene.
Pero ¿cuál es la razón de esta decidida apuesta por España? Sin duda una palabra lo define y es competitividad, sobre todo en base a los menores costes laborales. Una combinación compleja influye en ésta: inversiones en infraestructuras y la proximidad de suministradores, habida cuenta que la industria auxiliar del automóvil española es una de las más potentes del mundo, y también hay algo de esas ayudas generalmente de las comunidades autónomas de las que nunca se habla, pero sobre todo, la apuesta de las multinacionales se centra unos costes laborales muy competitivos.
UN PAÍS DE MILEURISTAS
Según los últimos datos del INE, que tuvieron una amplia repercusión en medios recientemente, el crecimiento del salario medio en España se ralentizó en 2010 hasta situarse en el 1,2%, menos de la mitad que en el ejercicio anterior, cuando el incremento alcanzó el 2,9%, según recoge la Encuesta de Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística. El estudio acredita que una gran mayoría de españoles ya es mileurista. En concreto, el salario medio se situó en 22.790,2 euros anuales en 2010, frente a los 22.511,5 euros del ejercicio anterior y los 21.883,4 euros del año 2008. Asimismo, el salario más frecuente o modal fue todavía más bajo, situándose en 16.490 euros.
Una vez deducidas las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo del trabajador y las retenciones del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el salario neto mensual supone 1.345,4 euros (1.489,8 en el caso de los varones y 1.191,7 en el de las mujeres).
El pasado viernes el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, que presentó un informe sobre salarios, reveló que éstos han bajado en España entre un 3 y 4% en 2010 y 2011 y puso a nuestro país como ejemplo de las políticas destinadas a reducir el costo de la mano de obra.
LE MONDE: IMPOSIBLE COMPETIR
Quizás por estas cifras, un reciente editorial de Le Monde hablaba de que el ajuste salarial que se ha producido en España en los últimos años hace imposible la competencia de las plantas francesas de la multinacional con las españolas. Algo parecido a lo que le ha sucedido a Ford y su decisión de trasladar producción desde Bélgica al levante español.
Renault España también ha aprobado un nuevo Plan Industrial para las factorías españolas de la compañía que generará 1.300 nuevos empleos directos a repartir entre la factoría de Carrocería Montaje de Palencia, la de Motores de Valladolid y la de cajas de velocidades de Sevilla.
La multinacional francesa comunicó que el plan pretendía poner a la planta de Valladolid en las mejores condiciones posibles de competitividad de cara a la adjudicación de nuevos productos. Estos podrían realizarse en otras fábricas europeas del grupo, por lo que consideran "necesario" mejorar la competitividad de las plantas españolas para tener opción a esta actividad. ¿Y cómo mejorar la competitividad? Pues renegociando las condiciones salariales a la baja e incrementando la jornada laboral.
De esta misma medida pretende favorecerse Nissan. El consejero director general de Nissan España, Frank Torres, explicaba que la compañía pretende reducir los costes totales de producción en sus plantas en España en un 10% durante el próximo año, para lograr así la reducción del 41% que marcó para el periodo 2009-2012.
La intención de la compañía es mantener el salario de los actuales trabajadores, pero rebajar un 25% el de las nuevas contrataciones. Además, se propuso un incremento de las horas de trabajo anuales en tres días más al año. Trabajar más pero con el mismo o menor salario con el fin de que la productividad de la planta de Barcelona alcance a la media española.
PROGRAMA INTEGRADOR PARA EL TURISMO
Por su parte, el turismo parece mantenerse en pie por sí solo. La llegada de visitantes extranjeros en 2012 se convertirá en el segundo mejor año de todos los tiempos, solo por detrás del récord de 2007, un hecho que está beneficiando a las cuentas del país. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, avanzó hace escasas fechas que el número de turistas que visitarán España durante el presente año "probablemente sea récord de entradas, a lo mejor más cerca de los 58 millones" que de los más de 57 millones de 2011.
Soria ha destacado en numerosas ocasiones la importancia del sector turístico como motor económico nacional. No obstante, desde el Gobierno también tienen en marcha el Plan Nacional Integral de Turismo (PNIT), que Soria ha definido como un plan integrador, centrado en tareas como la colaboración público-privada, reestructuración de oficinas españolas de turismo en el exterior, política de promoción en mercados tradicionales y emergentes, y una mayor diversificación de la oferta.
MÁS TURISTAS Y MÁS GASTO
Y no solo hay buenas noticias por la avalancha de turistas, también el gasto de éstos en España registra buenos resultados. Entre enero y octubre, los turistas internacionales gastaron un 6,4% más con respecto al desembolso realizado en el mismo periodo de 2011 y rozaron los 50.000 millones de euros de gasto, según la Encuesta del Gasto Turístico (Egatur).
El indicador tiene en cuenta el gasto total que los turistas realizan al viajar, tanto el desembolso antes de llegar a España como el realizado una vez llegan al país. En octubre, los turistas extranjeros gastaron 4.760 millones de euros, prácticamente la misma cifra que el año anterior.
Esto se explica debido a que el desembolso realizado por los viajeros internacionales que visitan España va acompañado de un descenso en el volumen de llegadas de un 3,2%, pero supone un crecimiento en el gasto medio por persona del 3,3%.
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