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MADRID. Las grandes fortunas iberoamericanas empiezan a dirigir sus ojos al mercado inmobiliario español, tras el fuerte ajuste de precios que se lleva produciendo durante los últimos años.

De hecho, varias de estas grandes fortunas ya están contactando con algunas de las mayores entidades financieras españolas como el Santander, el BBVA o Caixabank, entre otros, para interesarse por sus carteras de inmuebles, según ha sabido este diario de fuentes bancarias.

Algunas de estas familias son de las más ricas del mundo, según los últimos datos de la revista Forbes, debido a la reactivación económica de su continente en los últimos años, con tasas de crecimiento muy superiores a las europeas o norteamericanas.

FAMILIAS MULTIMILLONARIAS

Y estas familias millonarias, además tienen inversiones en numerosos sectores económicos muy pujantes. Se trata de los Cisneros de Venezuela, los Santodomingo o los Sarmiento de Colombia, los Piñera o Luksic de Chile, los Salinas, Bailleres y hasta Carlos Slim de México, o los Safra, Salles o Batista de Brasil, entre otros, que ya analizan inversiones inmobiliarias en nuestro país.

La crisis financiera y económica global no impide que sigan creciendo las grandes fortunas iberoamericanas. Al contrario, en esa región, según Forbes, existen 62 propietarios de más de 1.000 millones de dólares, entre los 1.226 multimillonarios poseedores individuales de más de 1.000 millones de dólares. Los más ricos de Iberoamérica están concentrados en Brasil y México. Le siguen Chile, Colombia, Argentina y Venezuela.

De entre las diez mayores fortunas del mundo, donde sólo hay un español, el dueño de Inditex, Amancio Ortega en el número cinco, hay dos millonarios iberoamericanos, el mágnate mexicano Carlos Slim, en el número uno, y el brasileño Elike Batista en el número siete.

FLORIDA, FOCO DE ATRACCIÓN

Todas estas familias de America del Sur, junto con otros muchos compatriotas suyos de clase media/alta, han sido los últimos años los máximos responsables de la reactivación del mercado inmobiliario de Miami y del sur de Florida, aunque debido a las mayores ventas ya se les está poniendo caro. Desviaron allí sus inversiones inmobiliarias por los altos precios de sus propios mercados locales debido a la bonanza económica. Por eso analizan ahora España, pero según algunos expertos inmobiliarios, todavía están un poco altos los precios en nuestro país, para lo que ellos buscan, aunque a muy corto plazo habrá muchas posibilidades.

El repunte de las economías de América del Sur, con tasas de crecimiento del 5%, combinado con la revaluación de sus monedas con respecto a un dólar debilitado y la incertidumbre política en algunos países, han sido el origen de estas inversiones inmobiliarias masivas en Florida, que ahora podrían desviarse en gran parte a España.

La crisis hipotecaria en Estados Unidos desplomó el mercado de viviendas en todo el país y muy especialmente en Florida. El cálculo era que Miami necesitaría más de diez años para recuperarse y vender todo lo edificado durante el auge de la construcción, de 2003 a 2007. Sin embargo, según datos de promotores de Miami, las ventas se reactivaron desde 2010 y ya se han vendido cerca del 80%. De hecho, es oleada de compras ha revitalizado el negocio inmobiliario en Miami, donde los promotores están presentando ya nuevos proyectos de edificación.

Los venezolanos, quizás también por la inestabilidad política en el país de Hugo Chávez, lideran el fenómeno. Según la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami, los venezolanos fueron los mayores compradores en el 2011 y representaron un 15% de todas las ventas a clientes extranjeros, seguidos de cerca por brasileños y argentinos. En 2011, la venta de viviendas en Miami aumentó un 46% comparado con el 2010, lo que ha supuestos que los precios comenzasen a recuperarse.

ALGO ESTA CAMBIANDO EN ESPAÑA

Respecto a España. Hay muchos datos que ponen de manifiesto que las ventas a extranjeros están recuperándose, aunque también haya muchos compradores europeos. La actividad inmobiliaria en nuestro país ha moderado en el tercer trimestre de 2012 su descenso, hasta tasas no vistas desde hace casi dos años, según se desprende de los últimos datos del Ministerio de Fomento. Entre junio y septiembre, las ventas de viviendas cayeron un 1,17% en tasa interanual hasta las 75.642, frente a la bajada del 11,6% que tuvo lugar en el segundo trimestre del año.

La caída del tercer trimestre, según recoge Reuters, es la más baja desde el último trimestre de 2010 y coincide con la recta final del plazo para desgravar por compra de vivienda que termina a finales de 2012. Sin embargo, según esta agencia, las compras de extranjeros aumentaron por quinto trimestre consecutivo, subiendo un 18% interanual entre junio y septiembre hasta 8.803.transacciones. Aunque la situación del sector inmobiliarios español sigue siendo muy mala, parece que algo empieza a cambiar.

DESPLOME DE PRECIOS

Y sin lugar a duda ello se debe al brutal ajuste de precios que ha sufrido en los últimos años, desde el comienzo de la actual crisis económica. El Instituto Nacional de Estadística (INE) la ha cifrado en un 25% desde 2007 hasta mediados de este año. Para la tasadora Tinsa, el descenso de precios más o menos desde esa misma fecha hasta ahora ha sido del 31% de media pero con caídas más espectaculares, de hasta el 37,2% en la costa mediterránea o de un 33,5% en grandes ciudades.

Y el problema para la mayor parte de analistas consultados es que previsiblemente los precios deben de seguir bajando, al menos hasta ese 50% al que llegó a caer el valor de las viviendas en Irlanda.

PROVISIONAR SUELO Y VIVIENDAS

La elevada tasa de paro y la falta de financiación son los dos principales motivos de esta situación que está dando muchos quebraderos de cabeza al actual Gobierno. De hecho, la mayor parte de la las reformas financieras con la banca se han encaminado a provisionar el valor actual del suelo y las viviendas.

El siguiente paso que ya tiene en marcha el Gobierno es la constitución del llamado banco malo, la Sareb, que tendrá que competir con las propias carteras de viviendas que están vendiendo los bancos con grandes rebajas.