VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, resolvió con la remodelación acometida este viernes otra de las incógnitas que flotaban en el ambiente en los últimos meses: la posición del secretario general del PPCV, Serafín Castellano, quien además ostentaba la Conselleria de Gobernación.
Fabra ha sido salomónico. Castellano asume las competencias de Justicia en las que se integra Gobernación pero, al mismo tiempo, recibió un aviso del jefe del Consell: tiene que aprender a delegar en sus compañeros de partido para mantener la actividad orgánica. De esta manera, el jefe del Consell echa 'un capote' al secretario general del PPCV, que había perdido fuelle en las últimas semanas con la derrota de su candidato en el congreso en el Camp de Túria, su comarca natal, y las informaciones aparecidas sobre las adjudicaciones a la empresa Over Marketing en su etapa de conseller de Sanidad.
Además, Fabra entregó al vicepresidente del Consell, José Císcar, las competencias en Agricultura, Pesca y Alimentación. Diversas fuentes del partido han interpretado esta concesión como un deseo de cierto equilibrio entre los 'números dos'. De un tiempo a esta parte, Císcar y Castellano han evidenciado su distanciamiento. La entrega al vicepresidente de unas competencias con fuerte carga simbólica -y con peso en la provincia de Alicante- denota el interés de Fabra en mostrar su respaldo a Císcar pese al incremento de competencias de Serafín Castellano.
Así pues, el dúo de lugartenientes sale reforzado de la remodelación del Consell, si bien Castellano recibió un ‘consejo' -o aviso- del presidente Fabra al ser preguntado por la capacidad para compatibilizar su labor en Consell y partido. "Son muchas las personas que colaboran con él", señaló, para añadir que tendrá que trabajar con los vicesecretarios y con los presidentes provinciales "para que haya la misma dinámica dentro del partido".
EL EQUILIBRIO INTERNO
Con esta decisión, Fabra mantiene su estrategia de equilibrios internos. José Císcar, Máximo Buch, María José Catalá y Serafín Castellano se consolidan como sus dirigentes de confianza en el Ejecutivo. Se suma a esta terna la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, una responsable autonómica que ha sabido adaptarse y que, en una cartera delicada, con grandes EREs sobre la mesa en entes públicos como Vaersa o Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, está logrando mantener el tipo.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.