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REMODELACIÓN DEL CONSELL: TRES CARAS NUEVAS Y CUATRO SALIDAS

El president ya tiene su propio equipo

X. AGUAR. 08/12/2012 Alberto Fabra se deshace de la herencia de Francisco Camps con una renovación de caras y estructura del Ejecutivo valenciano, que queda reducido a ocho consellerias

VALENCIA. Se acabaron las excusas. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, dio un paso adelante este viernes para remodelar el Gobierno valenciano con tres premisas claras: deshacerse de la herencia recibida por Francisco Camps, consolidar a los miembros de su equipo y rediseñar la estructura competencial del Consell buscando la austeridad -reducción de carteras de diez a ocho- y la eficiencia.

Así pues, casi un año y medio después de tomar el mando, el jefe del Consell presentó ayer su proyecto para relanzar la actividad en la Generalitat. Tres caras nuevas elegidas personalmente, un voto de confianza a 'sus' consellers y un dibujo competencial diferente del Ejecutivo. Con esta decisión, el presidente asume la responsabilidad de un Gobierno creado por él al 100%: a partir de ahora, los aciertos o errores que salgan del Ejecutivo llevarán el sello del jefe del Consell.

¿Por qué ahora? El presidente Fabra defendió en su comparecencia -una rueda de prensa sin aviso previo aprovechando la cita habitual con los medios tras el pleno del Consell- que el momento elegido estaba fundamentado en la confirmación por parte del Gobierno central de que la financiación para la Generalitat Valenciana estará garantizada para el próximo año con la inyección económica a través del Fondo de Liquidez Autonómico.

No obstante, cabe recordar que la dimisión reciente del conseller de Hacienda, José Manuel Vela, había dejado cierta imagen de interinidad en el Gobierno valenciano. Así pues, las fuentes consultadas por ValenciaPlaza.com señalan la confluencia de estos factores, a los que hay que añadir el fuerte desgaste de un Consell heredado, para explicar que la decisión fuera adoptada hecha pública este viernes.

Las salidas no han sido una sorpresa. Cuatro de las apuestas de Francisco Camps que permanecían en el Ejecutivo dijeron adiós tras no haber cuajado con el nuevo presidente. Maritina Hernández (Agricultura) era una de las ‘veteranas del Ejecutivo y, al mismo tiempo, la que más probabilidades tenía de ser relevada, a juicio de dirigentes del partido y de la Generalitat. Según las citadas fuentes, nunca llegó a existir sintonía entre el presidente y la responsable autonómica. La conselleria de Agricultura, Alimentación y Agua pasa ahora a manos de José Císcar, quien compatibilizará esta labor con su tarea de vicepresidente y portavoz.

El conseller de Sanidad, Luis Rosado, también estaba en el alambre. La reforma sanitaria acometida que profundizaba en la privatización de servicios y en la colaboración público-privada quedó empantanada durante varios meses. En ese tiempo, ya surgieron las dudas en la cúpula de la Generalitat sobre si el médico Luis Rosado era el indicado para gestionar la cartera.

Moragues, Llombart y Sánchez, las nuevas carasSu relevo, el licenciado y doctor en Ciencias Empresariales y Económicas Manuel Llombart Fuertes, ha sido desde 2007 director general de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO) desde donde, curiosamente, se denunció este mismo año al Consell por impagos.

Llombart, Posee un perfil de gestor,  al que hay pue unir su experiencia en el ámbito sanitario más aún cuando proviene de un ente privado que tiene un concierto con la Generalitat. Esta trayectoria encajaría con la intención del Consell de ahondar en la colaboración público-privada en la sanidad, proyecto que Rosado no acertó a impulsar.

Otra de las novedades se ha producido en Hacienda, donde el vicepresidente del Consell, José Císcar, había recogido las competencias que había dejado Vela. Fabra ha sorprendido con la designación de Juan Carlos Moragues, delegado de la Agencia Tributaria en la provincia de Castellón, y conocido por el jefe del Consell de su época en el ayuntamiento, según señalan fuentes de la Generalitat.  

Por otro lado, la cartera de Bienestar Social se separa de Justicia y va a manos de la tercera cara nueva en el Gobierno. La concejal del Ayuntamiento de Alicante, Asunción Sánchez Zaplana, recoge esta cartera tras casi 14 años al frente de esta misma área en el consistorio. La razón de independizar Bienestar Social y dejarla como conselleria en solitario tiene la intención de reflejar la sensibilidad del Ejecutivo a colectivos que, precisamente en los últimos tiempos, están sufriendo de forma especial los impagos de la Generalitat.

NUEVAS COMPETENCIAS PARA BUCH Y CATALÁ

En esta crisis del Consell, Fabra ha señalado con claridad quienes son sus dirigentes de confianza en el Gobierno valenciano.

La desaparición de la Conselleria de Turismo y Cultura ha dejado a Lola Johnson, otra de las apuestas de Camps, fuera del Ejecutivo. Sus competencias han sido repartidas entre dos de los cargos de confianza de Fabra, Máximo Buch y María José Catalá.

Así, Buch acumulará nuevas áreas: Empleo y Turismo. Por tanto, todo el tejido productivo, emprendedores y creación de puestos de trabajo queda en manos del exempresario. Una fuerte responsabilidad que, según los resultados, puede coronarle como un referente indiscutible del Consell o dejarle a los pies de los caballos.

Por su parte, María José Catalá, consellera de Educación, pierde el área de Empleo pero incorpora Cultura y Deporte a su cartera.

En cuanto a los otros cambios, Justicia y Gobernación se unifica bajo la batuta de Serafín Castellano, uno de los supervivientes -junto a Isabel Bonig en Infraestructuras- de la 'era Camps' que cuenta con la confianza de Fabra. El perfil técnico del fiscal Jorge Cabré no ha convencido a Alberto Fabra, que ha decidido prescindir así de otra de las apuestas del anterior presidente.

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1 comentario

SO. ANDRES CASTELLANO MARTI escribió
10/12/2012 11:07

Si hasta ahora los Consellers han sido personas de “Bancarrota”, a los de ahora se les puede llamar de “Correduría”, no siendo gratuito el nombre de todos los anteriores ni de estos. Pues los miembros del Consell que han arruinado a todo los patriotas, que no a los sinvergüenzas, en su mano rota predispusieron la ruina de las tierras valencianas. Y ahora quienes toman el cargo y se supone nos han de salvar, tienen la perentoria misión de vender todo lo que se pueda, de despedir a todo el que puedan, pues han de hacer caja. Lo que los anteriores “Bancarrota” arruinaron, obliga a estos “Corredores” a solucionar vendiéndolo todo. Pero nadie exige responsabilidad alguna, ni la exigirá, ni a los anteriores que nos arruinaron ni a estos que nos venden. Algunos “Bancarrota de antes y Corredores de ahora” son los mismos, pues nadie les quita lo bailao y siguen bailando. De este milagro infernal se acordará la historia muchos milenios. So. Andrés Castellano Martí.

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