El presidente de Femeval, Vicente Lafuente, describe un panorama apocalíptico tras cerrar 2009 con una caída de producción del 18% y 32.500 trabajadores menos.

"Reinventarse para sobrevivir" 

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Algunos analistas vienen diciendo que lo peor de la crisis ha pasado ya, que en los próximos meses se volverá a crear empleo, que se empiezan a ver brotes verdes. Un mensaje que para nada comparte el presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), Vicente Lafuente, que en su tradicional cita con los medios de comunicación para hacer balance del año describió un panorama prácticamente apocalíptico. 

Según Lafuente, el ambiente en el mundo empresarial es de "pesimismo", de que estamos ante un "desierto muy largo", de que la crisis "acaba de empezar", y de que "si no se toman medidas urgentes", "de economía de guerra", la situación "se nos va a ir de las manos".

El presidente de Femeval sostuvo esta teoría basándose en los datos que refleja el último informe de coyuntura elaborado por la propia federación. El metal valenciano cerró 2009 con una caída del 18% de su producción y 32.500 trabajadores menos (el 40% menos que al comienzo del ejercicio) y eso que durante el último trimestre, aún con caídas importantes, comienza a verse una ligera mejoría.

Las previsiones reflejan para este 2010 caídas en ventas e inversiones, más despidos, los empresarios del sector metalmecánica valenciano ven signos de estabilización, pero en ningún caso de recuperación.

Así las cosas, Vicente Lafuente quiso lanzar un mensaje a los empresarios: reinventarse para sobrevivir, "que nadie se quede parado o esperando a que las Administraciones o los bancos nos saquen las castañas del fuego, mucha fortaleza psicológica, que elaboren planes de viabilidad serios de sus empresas y que tomen decisiones correctas por muy duras que sean porque si no es así, muchas ya no aguantarán la situación y sólo les quedará bajar la persiana".

Lafuente cree que en este momento el sector "debe guiarse por las cinco "erres": Reinventar, Rehacer, Reorientar, Reestructurar y Rentabilizar".

El presidente de Femeval también hizo autocrítica. Reconoció que los empresarios se equivocaron al diagnosticar el alcance de la crisis, no han ganado tamaño y apostado por la internacionalización y la innovación.

"QUE SE DEJEN DE GUERRAS Y SE PONGAN A TRABAJAR"

El presidente de Femeval también fue muy duro con la clase política. "Llevan dos años tirándose los trastos a la cabeza y sin poner medidas sobre la mesa", insistió Lafuente, que considera que "la gente de la calle está cada vez más harta de los políticos".

Con todo, parece que "por fin se empiezan a dar cuenta de la situación, ahora que ven los resultados de recaudación de impuestos y los números no salen. Si lo hubieran hecho antes, otro gallo nos cantaría".

Lafuente calificó de "buenas señales" que las Administraciones comiencen a hablar de planes de austeridad, de reformas laborales, porque hasta ahora, a su juicio, "han sido impermeables" a las demandas de la sociedad.

Por eso les pide a los políticos de uno y otro color que "reinventen la Administración", que centren sus esfuerzos hacia estrategias basadas en las cinco "eses": Sobriedad, Sensatez, Sensibilidad, Sentido común y Soluciones".

Femeval pone sobre la mesa un paquete de reformas urgentes: actuaciones para que las entidades financieras devuelvan el dinero público y comiencen a dar crédito a las empresas, una rebaja de impuestos, una apuesta por la empresa, por la I+D, que se evite la economía sumergida y la morosidad, una reforma laboral inteligente y una gestión eficiente de los recursos públicos basada en la austeridad.