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La visita del máximo ejecutivo de la petrolera expropiada coincide con una ofensiva jurídica de Repsol para espantar a posibles interesados, que ya se ha saldado con una demanda a Chevron
MADRID. El presidente de YPF, Miguel Gallucio, tiene previsto participar hoy viernes en Londres en un seminario organizado por la embajada argentina para atraer financiación e inversores a los planes de exploración y producción de YPF, que en gran parte se centran en los yacimientos de Vaca Muerta.
Galuccio hablará en el Madison House de Londres sobre "Oportunidades de Negocios de Petróleo y Gas en la Argentina" junto con el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Adrián Nador, y algunos empresarios argentinos del sector de hidrocarburos. Entre ellos, Carlos Bulgheroni, presidente de Pan American Energy (PAE); Javier Rielo, managing director de Total, y Richard Brown, directivo para Argentina, Bolivia y Chile de Schlumberger, el grupo de servicios para la industria petrolera de la que fue reclutado Galuccio para asumir la dirección de YPF el pasado mes de mayo tras la expropiación del Gobierno argentino al 51% del capital que poseía Repsol.
No es la primera visita que Galluccio hace a Londres. El pasado mes de septiembre hizo otra, además en medio de una crisis diplomática con el Reino Unido por el asunto de las Islas Malvinas. El viaje del CEO de YPF se produce en medio de la presión legal que está haciendo Repsol a los posibles inversores internacionales en YPF y en particular en el yacimiento argentino de Vaca Muerta, como han sido las demandas contra Chevron en Madrid y en Nueva York.
Forzar un acuerdo económico
Esta ofensiva legal de Repsol busca forzar a medio plazo un acuerdo económico que pague por la expropiación entre el Gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner y la petrolera española que preside Antonio Brufau, para lo que lógicamente intenta limitar la capacidad de YPF y el Gobierno argentino de atraer inversores en hidrocarburos a su país.
De hecho, Repsol ha presentado esta misma semana una demanda en una corte federal de Manhattan contra Chevron para intentar anular un acuerdo de intenciones de la petrolera estadounidense con YPF para explotación de hidrocarburos en Argentina.
En sus alegaciones, la española sostiene que los contratos entraron en vigor después de que el Gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner acordara la expropiación de la participación mayoritaria que Repsol tenía en YPF y pide una compensación por daños. "La voluntad de Chevron de sacar provecho de la expropiación del interés mayoritario de Repsol en YPF contrasta con el interés de otros jugadores de peso en la industria del gas y del petróleo", se recoge en la demanda.
Además, esta demanda se produce un día después de que Repsol presentara otra contra Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por la expropiación del 51% de YPF en la que solicitaba el inicio de un procedimiento de arbitraje contra Argentina por violación del Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre España y Argentina de 1991.
Y también como se recordará, el pasado mes de noviembre, un juzgado mercantil de Madrid admitió a trámite un recurso de Repsol contra de Chevron por el acuerdo de la petrolera estadounidense con el Gobierno argentino para entrar con YPF en el proyecto de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.
Esa es la estrategia que se ha marcado la petrolera española y que parece que va por buen camino hasta la fecha, ya que apenas Chevron se ha atrevido a anunciar un acuerdo de intenciones con YPF en Vaca Muerta, yacimiento que obviamente es muy goloso para cualquier multinacional petrolera.
Exxon y Petrobras, posibles interesados
Es seguro que la mayor parte de las mayores empresas de este sector estén siguiendo este culebrón jurídico dado su interés por participar en esos yacimientos. De hecho, se ha especulado mucho con la norteamericana Exxon y con la brasileña Petrobras, está última mencionada por los propios ejecutivos de YPF en sus declaraciones.
Es evidente que el yacimiento de Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de gas y petróleo no convencional descubiertos en los últimos años en todo el mundo, con unas reservas evaluadas en 23.000 millones de barriles equivalentes de petróleo de hidrocarburos no convencionales, valorados en cerca de 14.000 millones de dólares, ha sido determinante para la expropiación a Repsol de la mayoría de sus acciones en YPF por parte del Gobierno argentino, en base a las acusaciones de falta de inversión en el país.
Sin embargo, no será fácil para Argentina e YPF atraer inversores, según todas las fuentes consultadas. La propia expropiación de YPF fue un claro mensaje a todos los posibles inversores sobre la escasa seguridad jurídica que sus empresas pueden tener en Argentina. Y no sólo en el sector de hidrocarburos. Otras importantes compañías de muchas nacionalidades también han sido expropiadas. En el caso español, Aerolíneas Argentinas.
Subida de tarifas que prohibían a Repsol
Este cerco legal de Repsol para impedir a los gerentes de YPF poner en marcha el yacimiento de Vaca Muerta, se une a las propias dificultades de gestión que están encontrando, que ya les ha llevado a subir las tarifas, algo que tenían prohibido a la petrolera española cuando ésta gestionaba YPF.
El propio presidente de YPF, Miguel Galuccio, valoró muy positivamente la reciente decisión del Gobierno de aumentar el precio del gas en boca de pozo y afirmó que provocará que las empresas "tengan más apetito por invertir en el país". Según el directivo, "este es un importante anuncio para la industria y significa que este nuevo precio del gas dará una nueva oportunidad a las empresas petroleras para aumentar los niveles de inversión, invertir más en desarrollo, y aumentar la producción de gas para sustituir la importación que tenemos actualmente".
El pasado miércoles 28 de noviembre la presidenta Cristina Kirchner anunció un aumento en el precio del gas nuevo, con el fin de fomentar una mayor producción local, por lo que el Estado pasará a pagarle 7,5 dólares por cada millón de BTU, de los 5,2 actuales, a la petrolera YPF.
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