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MADRID. Los cambios decididos por el nuevo gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto en el Ministerio de Energía y en la dirección general de la petrolera pública Pemex, marcarán el rumbo de las relaciones de esta compañía con su accionista español, la petrolera Repsol, que quedaron muy tocadas tras la alianza de Pemex con Sacyr.
El nuevo titular de la Secretaría de Energía mexicana, equivalente a un ministerio en España, Pedro Joaquín Coldwell, ha sustituido a Jordy Herrera; y Emilio Lozoya Austin, que fue consejero de la filial mexicana de la española OHL, releva a Juan José Suarez Coppel, que dirigió desde la parte mexicana la estrategia con Sacyr, en la dirección general de Pemex.
Buena valoración de Repsol
Aunque aún es pronto para hacer valoraciones de los nombramientos, fuentes de Repsol consultadas por este diario, han puesto de manifiesto sus buenas relaciones con los nuevos responsables mexicanos de Energía y de Pemex. La proximidad del nuevo responsable de Pemex a OHL, que actualmente se ha convertido en socio de Abertis, controlada por Caixabank, por la operación de venderle autopistas en México y Chile a la concesionaria catalana, podría ayudar a interpretar la buena valoración de Repsol a los nombramientos.
Como se recordará, a finales de agosto de 2011 Suarez Coppel alcanzó un acuerdo con el grupo constructor español Sacyr para elevar su participación en Repsol y unir sus acciones en la petrolera española para votar de forma conjunta las decisiones que se tomasen en el consejo del grupo petrolero. Sacyr entonces controlaba un 20% de Repsol y estaba presidida por Luis del Rivero.
Los mexicanos, hasta entonces un socio durmiente en Repsol, compraron posteriormente cerca del 5% de Repsol por 1.056 millones y pasaron del 4,8% de un 9,4% del capital de la petrolera española, dentro del acuerdo con Sacyr.
Sin embargo, tras varios meses de enfrentamientos entre Pemex y Repsol, tras el rechazo de Brufau al acuerdo con Sacyr y el apoyo que recibió del otro accionista importante de Repsol, La Caixa hoy Caixabank, las hostilidades entre ambos grupos se saldaron con la salida de Luis del Rivero de la presidencia de Sacyr y la compra por parte de Repsol de un 10% de las acciones que la constructora controlaba en Repsol (luego colocó un 5% en el mercado). Al final, tras muchas negociaciones, Pemex y Repsol anunciaron el pasado mes de enero que habían alcanzado la paz.
Una paz entre comillas
Ambas compañías materializaron su pacto a través de un acuerdo de intenciones en el que se comprometían a negociar una alianza estratégica para el mejor desarrollo de sus respectivos planes empresariales, así como a establecer vías y mecanismos para la cooperación mutua, según comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No obstante, la batalla empresarial fue tan dura que las relaciones quedaron tocadas, sobre todo al comprometer la gestión de Suárez Coppel, y el futuro de las mismas dependerá ahora de los nuevos gestores de Pemex y también de Repsol.
El nuevo secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, tiene una larga carrera política en el PRI y ha sido una de las personas más próximas a Peña Nieto durante la reciente campaña electoral mexicana. Por su parte, el nuevo director general de Pemex ha colaborado en instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de México y ha sido consejero y presidente de la comisión de auditoría de la división mexicana de la constructora española OHL que preside Juan Miguel Villar Mir, puesto al que renunció para incorporarse a la campaña de Peña Nieto.
Fuerte presencia empresarial española
España es el segundo país inversor en México después de Estados Unidos y hasta 4.000 empresas españolas operan en este país, según destacó el Príncipe de Asturias en su reciente visita a México, a diferencia de apenas 400 compañías mexicanas instaladas en España, por lo que Don Felipe animó a los grupos empresariales aztecas a invertir en nuestro país.
Grupos como Telefónica, BBVA-Bancomer, OHL, ACS, Iberdrola, Gas Natural-Fenosa, Repsol, Acciona, Mapfre, Inditex, Santander, Sol Melia, Grupo Empresarial Ángeles, Grupo Gigante, y Grupo Mar, entre otros, tienen importantes inversiones en México.
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