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VALENCIA. Los dos últimos bajistas declarados oficialmente en el accionariado del Banco de Valencia (Dalton Capital y Fidelity International) han hecho las maletas o incluso a estas horas ya están a miles de kilómetros de distancia de la sede de Pintor Sorolla de la centenaria entidad.

Ayer a media mañana, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó las posiciones bajistas de todos los valores cotizados en bolsa, correspondientes al pasado viernes 30 de noviembre, y en la ficha del Banco de Valencia no aparecía nombre alguno.

Conviene recordar que el organismo supervisor publica los 'cortos' entre el 0,2% y 0,5% que le hayan sido comunicados.

'VETO BAJISTA' 

Además de las superiores o iguales al 0,5% publicadas al mercado hasta la entrada en vigor del 'veto bajista' el pasado 23 de julio incluyendo los descensos de dichos umbrales.

De este modo cabe la posibilidad que tanto Dalton Capital como Fidelity International, que en las comunicaciones precedentes contaban con un 0,61% y 0,51% respectivamente, mantengan una posición inferior al 0,2%.

O, lo que apuntan los expertos consultados por este diario, se hayan marchado a la vista de la compleja situación bursátil por la que atraviesa el Banco de Valencia (BVA) donde hay bastante más que perder que de ganar.

ACABAR PILLÁNDOSE LOS DEDOS 

"Lo raro es que hayan aguantado tanto tiempo a la vista de todo lo que se ha ido conociendo y que ha puesto en la senda de la desaparición a esta histórica entidad", apuntan desde una mesa de intermediación bursátil. "¿Qué más pueden ganar con sus posiciones cortas de lo que hayan ganado ya? Nada y, además, corren el serio riesgo de que se acaben pillando los dedos ante la cada vez mayor probabilidad de exclusión del parqué", añaden.

Fuentes próximas a la CNMV han confirmado a este diario que no se puede saber si siguen en el accionariado del banco por muy simbólica que sea el porcentaje que todavía les quede, pero que lo más seguro es que hayan puesto ya pies en polvorosa. 

Fidelity International, a través de su fondo alternativo de renta variable FAST Europe Fund A-Eur-Acc, llegó al capital del BVA en enero de hace dos años, tal y como avanzó este diario entonces.

ACOSO Y DERRIBO 

Esta reconocida gestora de fondos estadounidense, una de las mayores del planeta, fue incrementando en cuestión de días su participación en lo que parecía un acoso y derribo sobre el banco ahora en manos de La Caixa.

Sin embargo, ya entonces expertos consultados por este diario coincidían en afirmar que el valor bursátil -por encima de los cinco euros- no se correspondía con el estado del banco.

Incluso iban más allá al afirmar que la cotizada local no podía valer casi lo mismo que, por ejemplo Bankinter, y mucho menos tener un PER (relación precio/beneficio) tan elevado como el que actualmente presentaba en comparación con el resto de la banca. 

ANAS CHAKRA, UN VIEJO CONOCIDO DE PINTOR SOROLLA 

Al frente del fondo que quería tumbar las acciones del BVA estaba uno de los gestores estrella de Fidelity: el sirio Anas Chakra como también dio cumplida cuenta Valenciaplaza en septiembre de ese año. Uno de los más reconocidos en los mercados y avalado por la 'triple A' otorgada por Citywire, la máxima calificación que concede la prestigiosa consultora británica.

Por su parte, el hedge fund o fondo de alto riesgo Dalton Capital Guernsey Limited entró en el accionarido del BVA en mayo de 2011. Se trataba de un viejo conocido de la bolsa española, dado que ya conocían cómo actuaba en la antigua SOS Corporación.

SACANDO TAJADA 

Este fondo gestionado por la británica Dalton Strategic Partnership LLP ha venido sacando tajada del histórico desplome de la cotizada valenciana en el parqué -como Fidelity International-, pero todo indica que no han querido jugar con fuego y se han retirado a sus cuarteles de invierno para estudiar nuevas 'piezas' a cobrar.

Mientras tanto, la cotización del BVA continúa al son de lo que le marcan los pequeños especuladores de turno -cada vez menos-, que entran y salen a la velocidad de la luz para hacerse con unas jugosas -y peligrosas- plusvalías. Así se explica que las últimas sesiones celebradas sean muy similares: fuerte apertura alcista y de ahí al cierre a presentar movimientos erráticos.

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