La estadounidense Fidelity International, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, la ha tomado con el Banco de Valencia. Quiere tumbar a toda costa su cotización en bolsa para hacer negocio. Y para ello ha tomado una posición bajista que está provocando pérdidas en su capitalización
A lo largo de las últimas siete sesiones bursátiles, y en el corto espacio que comprende entre las 17:45 y las 18:10 horas, el Banco de Valencia ha estado comunicando a la propia CNMV las tomas de posición bajista de Fidelity International a través de uno de sus fondos domiciliado en el paraíso fiscal caribeño de Bermudas, tal y como se aprecia en los últimos hechos relevantes que publica la CNMV.
Su primera comunicación de 2010 tuvo lugar el pasado 20 de enero, cuando anunció que aumentaba del 0,20% hasta el 0,25%. Esa jornada, los títulos del Banco de Valencia cerraban en el Mercado Continuo a 5,16 euros. Seis días después, la participación de Fidelity crecía hasta el 0,30%, mientras el valor cotizaba en bolsa a 5,19 euros. Sin embargo, el ataque arreció a partir del 16 de febrero, apenas dos semanas después de que la entidad de Pintor Sorolla presentara sus cuentas anuales, cuando Fidelity aumentó su posición bajista hasta el 0,34%, mientras que cada acción del banco local se pagaba en bolsa a 4,90 euros.
Desde ahí hasta el martes 23 de febrero, Fidelity ha ido subiendo la posición corta (0,36%, 0,40%, 0,42%, 0,43% y 0,45%), mientras la cotización se ha situado en los 4,75 euros por título, al cierre de ayer martes. De este modo, Banco de Valencia ha perdido una capitalización bursátil de más de 175 millones de euros desde que comenzara el ataque y derribo de la gestora americana el pasado 20 de enero. La cotización del banco se ha dejado en apenas un mes un 8,5% en bolsa.
Expertos consultados por este diario coinciden en afirmar que el valor bursátil no se corresponde con el estado del banco e incluso van más allá al afirmar que la cotizada local no puede valer casi lo mismo que, por ejemplo Bankinter, y mucho menos tener un PER (relación precio/beneficio) tan elevado como el que actualmente presenta en comparación con el resto de la banca.
Asimismo, este semanario se ha puesto en contacto tanto con el Banco de Valencia como con Fidelity para conocer su opinión sobre la situación. Fuentes del banco han restado importancia a la operativa bajista de la gestora norteamericana. "Están jugando a hacer ruido, a meter miedo para que el valor caiga, a vociferar a los cuatro vientos que están bajistas en el banco, a sembrar el desconcierto, pero es una posición bajista como las muchas que hay actualmente", advierten las mismas fuentes. "Es como una partida de poker: a veces se gana pero muchas se pierde"
Por su parte, la gestora estadounidense ha manifestado que "por política de la empresa" nunca comenta nada respecto a las inversiones que realiza.
Fidelity es una gestora internacional de fondos de inversión con más de 50 años de experiencia en el sector y millones de clientes, tanto privados como institucionales, en todo el mundo. Actualmente gestiona globalmente en torno a los 200.000 millones de euros.
Se estableció en España en mayo de 1998 aunque un año antes empezó a registrar sus fondos de inversión en la CNMV, que a día de hoy rondan los 370. Además, Fidelity es un viejo conocido entre las cotizadas españolas, dado que actualmente tiene participaciones destacadas en Acciona, Enagás, Grifols, Indra, OHL, REE, Repsol, Técnicas Reunidas, Telecinco y Telefónica.
Las herramientas que utiliza este fondo para beneficiarse de la caída del Banco de Valencia son los contratos por diferencia o CFDs. La operativa de este complejo instrumento pasa por vender acciones a crédito, lo que en el mercado se conoce como tomar posiciones cortas. La operativa consiste en tomar prestadas acciones y posteriormente venderlas. Al cabo de un tiempo, las recompra para devolverlas al prestador. Si como preveía, los títulos de la compañía han caído, el prestatario se embolsará la diferencia, eso sí una vez descontado el coste de alquilar las acciones. Básicamente se trata de vender primero y comprar después.
Algo lícito en el mercado, pero que resulta muy arriesgado porque si el valor en lugar de bajar sube, afloran las pérdidas. Pero de momento la jugada le está saliendo bien a Fidelity y prueba de ello es que la cotización del Banco de Valencia ha ido a la baja, al calor del aumento de las posiciones bajistas del fondo norteamericano.
El refredat del Banc de València serà la neumonia de Bancaixa. I les neumonies poden acabar mal, però que molt mal. Esperem i desitjem que no ens recepten, des del Banc d'Espanya, la vacuna "Caja Madrid".
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