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VALENCIA. ValenciaPlaza.com ha analizado en los últimos días las posibilidades que tendría una nueva formación política en la Comunitat Valenciana que gozara del respaldo de un grupo de inversores. En las pasadas entregas, diversos expertos y analistas políticos han profundizado en el espacio a ocupar por ese hipotético partido, así como en las características que debería poseer el líder que encabezara la formación.

Este martes, los colaboradores consultados se centran en los movimientos que debería realizar un nuevo partido en la Comunitat Valenciana para darse a conocer antes de las elecciones autonómicas y locales de 2015. Un reto interesante y difícil, pero que podría gozar de algunas posibilidades dada la crisis económica actual y el desprestigio que en los últimos tiempos están sufriendo PPCV y PSPV en tierras valencianas.

De las opiniones de los expertos, se desprende la necesidad para una nueva formación de construir un discurso 'anti-bipartidista', abordar un lanzamiento apoyado en figuras reconocibles, encontrar respaldo de algún medio de comunicación e instalarse con fuerza en las redes sociales. No obstante, los analistas coinciden en la premisa de dificultad que tendría la promoción de un nuevo partido en menos de tres años pese a la citada coyuntura 'favorable' para ello (descontento, paro, crisis, grietas en PPCV-PSPV).

El periodista, politólogo y primer vocal de Avapol, Emilio Sancho, pone precisamente el listón en los tres años como tiempo mínimo para dar a conocer su mensaje a ciudadanos y medios de comunicación.

En su análisis, incide en que la nueva formación debería asumir un discurso tendente a desmarcarse de las fuerzas hegemónicas hasta el momento. "Tendría que plantear propuestas innovadoras, criticar de manera constante y con fundamento la labor del Ejecutivo y también de la oposición, organizar campañas de movilización social a través de las redes sociales (tienen bajo coste y gran impacto), e intensificar su actividad a lo largo de toda la legislatura, y no solo al final de la misma", enumera Sancho.

El politólogo Eleazar Gallardo plantea tres pasos más 'agresivos' para alcanzar una notoriedad ‘exprés' por parte de la hipotética nueva formación. "Primero, debería diseñar una serie de presentaciones en municipios significativos de la geografía valenciana, contando con personajes conocidos que lo respalden (de la cultura, la empresa o la televisión)", propone Gallardo.

"En segundo lugar, debería organizar un congreso abierto en la provincia de Valencia que no coincida con la época de los congresos de los grandes partidos y poder atraer a los medios a la cita. Para respaldar este congreso, también deberían acudir personajes conocidos que sean capaces de provocar la empatía del votante medio", argumenta Gallardo.

Como tercer paso, el analista recalca la necesidad de "ofrecer un discurso propio en la agenda mediática, con fuerte presencia en redes sociales y con una web que contenga vídeos para darle viralidad". "Una de las propuestas que podría defender sería que el valenciano es catalán, pero oponerse frontalmente al pancatalanismo y también al anticatalanismo, ya que provoca el rechazo de Cataluña hacia la Comunitat y perjudica la economía de ambas", argumenta.

Lucía Campos, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y miembro de la Asociación Valenciana de Politólogos (Avapol), coincide en la proyección en Internet. "El líder y su partido deben convertirse en un auténtico generador de la opinión pública en las redes sociales y en los medios de comunicación digitales".

Además, subraya como otro de los pasos fundamentales, dejarse ver y participar activamente "en aquellos eventos y jornadas que puedan ser del interés de la sociedad civil y que la propia gente del partido pueda darse a conocer entre los asistentes a este tipo de foros".

Por su parte, el consultor de marketing político Adolfo López divide la proyección del nuevo partido y su líder en dos fases. La primera, centrada en "transmitir y verbalizar el conocimiento de los problemas e inquietudes ciudadanas". "Conectar con los valencianos, situar como objetivo la recuperación del bienestar social truncado por la crisis, esgrimir el orgullo identitario alejándose de la necesidad de ser tutelados desde ningún otro lugar", explica. En una segunda fase más cercana a las elecciones, López apunta a la exposición de "las soluciones más adecuadas" para los problemas verbalizados anteriormente y "garantizar la capacidad de gestión de su equipo" para solventarlos.

2015: DIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE

Pese a que el margen temporal es mínimo, Emilio Sancho subraya no se puede obviar que la Comunitat Valenciana está en un periodo de "transición y de crisis". "Los valores y fundamentos que antaño parecían inquebrantables empiezan a tambalearse", matiza. "Las continuas mayorías absolutas del PPCV parece que no volverán a repetirse a medio plazo. Esto, unido a la desfragmentación y falta de homogeneidad del PSPV, hace que estemos ante un momento propicio para el ascenso de formaciones hasta ahora minoritarias o para la aparición de algún partido de nuevo cuño", puntualiza.

En este punto coincide el analista político Anselm Bodoque, quien señala que en un momento como el actual, "con la derecha y la izquierda tradicionales en buena medida ‘quemadas' por una mala gestión de la crisis, la posibilidad de que aparezcan y crezcan nuevas formaciones es grande". Asimismo, augura que si la crisis continúa, "los partidos tradicionales lo pasarán todavía peor".

No obstante, Bodoque insiste en la importancia de cimentar "un proyecto político serio, consistente y mantenido en el tiempo". Así, considera que una nueva formación necesitaría "como mínimo dos legislaturas para tener notoriedad decisiva" y debería apoyarse en un "buen equipo y buenos líderes (más de uno)" y en el "trabajo político sin confundirlo con otro tipo de trabajo".

OBSTÁCULOS: BLINDAJE DE LOS GRANDES PARTIDOS

Emilio Sancho es uno de los analistas consultados por ValenciaPlaza.com que más hincapié hace en lo "extremadamente complejo que resulta quebrar los sistemas de los partidos dominantes". "El miedo a los nuevos movimientos ciudadanos y sociales como el 15M o los partidos de nuevo cuño, provoca las ‘zancadillas institucionales' a los nuevos contendientes electorales", explica, mencionando la regulación jurídica electoral que tiende a primar a aquellos partidos que ya gozan de representación.

En términos similares se pronuncia Andrés Boix, profesor de Derecho Administrativo de la Universitat de València y analista político, quien recalca las dificultades de éxito electoral con la ley electoral valenciana que establece el listón en el 5%. "Veo muy difícil que a corto plazo, con perspectivas a 2015, pueda aparecer ‘algo' nuevo que vaya a mover el panorama", sentencia.