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El histórico comercio de mobiliario de mimbre de la calle Comedias de Valencia echó la persiana por última vez la pasada semana por efecto de la crisis
VALENCIA. Un muchacho negro de traje blanco, sombrero corbata roja y calcetines azules sonríe con un cigarro en los labios y el periódico en las manos. Generaciones de valencianos lo han visto al pasar por la calle Comedias sentado en los sofás y sillones que temporada a temporada la familia Marqués iba colocando en el escaparate de altas cristaleras que enfrentaba el muro de la Universitat de Valencia.
La pasada semana, los operarios de mudanzas retiraron los muebles y cargaron al negrito, considerado por muchos una pieza de culto de la publicidad valenciana. En la fachada, un revestimiento protege a la obra de azulejería que reproducía al popular persoanje para separarla de la pared y dejar esta esquina desnuda.
La contención del consumo doméstico y la propia crisis de los muebles en general y del mimbre en particular, ha obligado a echar el cierre a este local que ha sobrevivido a otras conmociones económica y meteorológicas, como la riada de 1953, que inundó el establecimiento.
La actividad de la familia Marqués en el mobiliario del mimbre se inició a finales del siglo XIX con una fábrica en la localidad de Tavernes Blanques, que contaba entre sus trabajadores con los presos en régimen abierto de la carcel, situada en el monasterio de San Miguel de los Reyes, actual sede de la Biblioteca Valenciana.
MEDALLA DE ORO DE LA EXPOSICIÓN REGIONAL DE 1909
El comercio que abrió la familia en Valencia se llamaba originariamente Tráfico Industrial, pero la popularidad que adquirió pronto el emblema del muchacho negro hizo que los clientes la bautizaran con el nombre que en los últimos años ya había hecho oficial, El negrito.
Con las columnas de hierro lacadas en blanco, la moqueta que sustituyó al parqué inicial y el diseño de las piezas expuestas, la firma buscaba a un público burgués seducido por la estética de éxito que traían los indianos que habían hecho fortuna en América. Fruto de este trabajo, logró al Medalla de Oro de la Exposición Regional de 1909 y distintas distinciones, como la marca Comercio Excelente, una de las últimas que recibió.
En los últimos años, el catálogo de productos de mimbre había quedado en un segundo lugar, dando paso a otros tejidos, incluidos los sintéticos, de más fácil salida. La fábrica cerró hace más de medio siglo, por lo que el establecimiento comercializaba productos de distintas marcas. Era el negrito de traje blanco quien se mantenía sonriente como última seña de identidad.
La crisis termina con todo... el NEGRITO es historia pura... propongo que le den la oportunidad de su ultimo servicio a Valencia y que se SUBASTE y el dinero se entregue a CASA CARIDAD
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