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VALENCIA. Hoy se celebran las elecciones autonómicas en Cataluña, con ciertas incógnitas en cuanto a sus resultados y una sola certidumbre: el que ha sido el segundo partido de Cataluña a lo largo de casi treinta años, y principal alternativa al liderazgo de Convergència i Unió, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), cosechará unos malos resultados, por debajo de los que logró en 2010. Algunas encuestas le dan 17 escaños, es decir, once menos que los 28 que alcanzó en la anterior cita electoral. Es posible, incluso, que el PSC pierda la segunda posición en beneficio del PP, de ERC o quizás de ambos. Y todo ello dos años después de perder el Gobierno en 2010 con unos resultados que ya fueron horribles: 28 diputados, 18% de los votos: los peores resultados de la historia del PSC.

Sin embargo, semejante hundimiento, de producirse, no constituiría ninguna novedad. Ya lo vimos en los recientes comicios gallegos y vascos. En las últimas Elecciones Generales. Incluso en las últimas Elecciones Andaluzas, a pesar de que el PSOE logró conservar, contra pronóstico y merced a un pacto con IU, la Junta de Andalucía. En todas estas citas electorales los socialistas cosecharon resultados horrorosos. Y lo peor es que la tendencia no sólo no parece remitir, sino que, como indican muchos sondeos, el PSOE tiende a bajar cada vez más. Para los socialistas, ahora mismo, no hay "suelo" electoral que valga.

RUBALCABA: LIDERAZGO AMORTIZADO

No da la sensación, a la vista de su acción política y de sus comparecencias, de que Alfredo Pérez Rubalcaba esté pensando en 2015, y en volver a ser candidato. El varapalo de 2011 fue de tal envergadura que dejó enormemente tocado al líder socialista, que ya llegaba a la cita electoral muy debilitado por su papel central en los gobiernos de Rodríguez Zapatero.

Tal vez Rubalcaba esté pensando en emular a Mariano Rajoy, que resistió dos derrotas electorales antes de auparse a la Presidencia del Gobierno. Pero aquellas derrotas no fueron tan abrumadoras, ni de lejos. Y tampoco el PP funciona igual que el PSOE como estructura partidista, a pesar del afán centralizador del poder que ambos partidos comparten (pero que se ejerce con mucha más contundencia en Génova que en Ferraz). El liderazgo de Rubalcaba es un liderazgo por los pelos, por una veintena de votos en el Congreso Federal de Sevilla, y que desde entonces sólo se ha llevado una alegría -con el resultado de los comicios andaluces- y muchos sinsabores.

Ante este panorama, son muchos los candidatos alternativos que comienzan a asomar la cabeza para postularse como sucesores del actual líder del PSOE. Carme Chacón, por supuesto, que está siendo aupada, indisimuladamente, por el diario El Mundo, que fue el escogido por Chacón para volver al primer plano de la política; por no hablar del entusiasmo con el que reaccionó la diputada socialista ante la publicación en este periódico del famoso borrador policial, sin nombre, sin firma y sin datos fehacientes, pero con gravísimas imputaciones, que ha irrumpido como un misil en la campaña catalana. También está, en la recámara, Patxi López. El ex lehendakari es, como se comentó ya en pleno Congreso Federal del PSOE, el "sucesor pactado" de Rubalcaba. El candidato para las próximas Elecciones Generales.

Otra posibilidad, deslizada en varios medios periodísticos, es que José Bono intente de nuevo un asalto a la secretaría general del PSOE (o bien más o menos pactado con la actual dirección, o bien hostil), como ya lo hiciera en el año 2000.



Bono también está adquiriendo considerable protagonismo mediático en las últimas semanas, en teoría un movimiento vinculado con la promoción del primer tomo de sus mastodónticas memorias, pero que quizás obedezca a motivos de mayor alcance. Bono es el candidato favorito de la facción más conservadora del PSOE en lo ideológico; y, sobre todo, de los afines a un discurso muy beligerante con cualquier forma de diversidad identitaria en España. Unos planteamientos, en resumen, difícilmente distinguibles, en muchos aspectos, de los históricamente defendidos... Por el PP.

OPOSICIÓN INERME Y SIN PROYECTO

Ninguno de estos candidatos implicarían, a decir verdad, una renovación que vaya más allá de un cambio cosmético. Pero, con todo, el principal problema del partido socialista, lo que le está provocando una sangría de votos aparentemente sin fin, es que se agotan las razones para votarle. Desde luego, por el recuerdo de su acción de gobierno. Y, sin duda, también porque dicha acción de gobierno les incapacita, o les dificulta extraordinariamente, para desarrollar su labor de oposición. Ante cualquier propuesta, o crítica al PP, deslizada desde las filas del PSOE se le puede oponer la consabida pregunta: ¿y por qué no lo hicieron ustedes durante sus siete años de Gobierno?

El PSOE parece totalmente noqueado: incapaz de ofrecer a sus potenciales votantes, no ya un nuevo proyecto político, sino simplemente algún síntoma de vitalidadPero, sobre todo, porque, más allá de estas dificultades, el PSOE parece totalmente noqueado: incapaz de ofrecer a sus potenciales votantes, no ya un nuevo proyecto político, sino simplemente algún síntoma de vitalidad. De que el enfermo es curable, o al menos se va a hacer un intento de curarlo: se van a hacer, por ejemplo, unas primarias abiertas a los simpatizantes. Una renovación de postulados y propuestas que estén basados, además, en principios claros e inequívocos, no en tomar decisiones a golpe de sondeo o portada de periódico, como era tan habitual en la era Zapatero. Algo, en resumen, que vaya más allá de "esperar y ver".

Y que ha de comenzar, sin duda, por la renovación de personas. El PSOE ha perdido, en apenas dos años, la presidencia del Gobierno (pasando de 169 a 110 escaños). Ha perdido el poder en todas las comunidades autónomas en las que gobernaba, salvo Andalucía (también ha recuperado Asturias). Y ha perdido la mayoría de los ayuntamientos de las grandes ciudades en las que gobernaba, como es el caso de Barcelona y Sevilla. Todo este vendaval ha tenido lugar sin que por parte de la dirección del PSOE haya habido ninguna dimisión o renuncia relevante. Ningún cambio de estructuras o de planteamientos. Resulta increíble que un partido que ha sufrido semejante hundimiento electoral pretenda seguir por el mismo camino y con las mismas personas que lo han llevado al desastre. Increíble, pero también previsible, en cuanto a los efectos electorales de este absoluto inmovilismo: el público busca alternativas, y abandona progresivamente la fidelidad de voto al PSOE

EL MEJOR AMIGO DEL PP: EL PSOE

Por supuesto, así como la crisis socavó el voto del PSOE, está socavando, y muy significativamente, el del PP. El descenso se da, por tanto, en los dos grandes partidos, cada vez más pequeños. Ambos sumaron el 84% de los votos en 2008, y pasaron al 73% en 2011 (y probablemente alcanzarían cotas aún más bajas si las elecciones se celebraran hoy). Pero, al menos, el PP puede consolarse apelando a dos matices muy significativos: el primero, que en 2011 alcanzó los mejores resultados de su historia. Unos resultados tan buenos que lo normal -y más con el actual panorama- es que resulte muy difícil mantenerlos; y que, al mismo tiempo, suponen un colchón significativo de votos que el PP puede permitirse perder (aunque, sin duda, no tan rápido, ni tan intensamente, como parece estar perdiéndolos). El PSOE, en cambio, baja respecto de los que ya fueron unos resultados horribles.

Y esto nos lleva al segundo matiz: la fortaleza del PP es la debilidad del PSOE. Por mucho que baje el PP, mientras el PSOE siga estancado o bajando y no surja una alternativa, será difícil que el PP pierda esa posición hegemónica que hoy tiene en la política española. Como pudimos ver en Galicia, para el PP fue mucho más sencillo alcanzar la mayoría absoluta en 2012 que en 2009... y eso que en 2012 sacó un punto menos, en votos, que en 2009 (pero tres escaños más). Y lo fue porque, en el reparto de escaños, el sistema d'Hont prima mucho más al partido más votado si éste lo es en una medida mucho mayor que el segundo partido. Como pasó, por ejemplo, con la UCD en los comicios de 1977 y 1979 y con el PSOE en los años 80.

Los efectos de esta profunda crisis socialista han podido percibirse también en las Elecciones Catalanas, donde (arriesgándome a "hacer un Hermann Tertsch") lo previsible es que la suma de escaños de las derechas sea mucho mayor que la de las izquierdas. La cuestión es qué pasará cuando la lógica de bloques izquierda - derecha se normalice y los votantes de izquierda y centro izquierda busquen partidos políticos a los que votar. Si el PSOE continúa en el actual estado, no resultaría extraño ver la aparición de una "Syriza española". Una alternativa al PSOE si el PSOE sigue sin ser alternativa, si se me permite expresarlo así.

#prayfor... Periodismo de borrador

Como ya hemos comentado, la campaña electoral catalana se ha visto totalmente condicionada por la irrupción de un misterioso "borrador" policial, difundido por el diario El Mundo, que pone en el disparadero el cobro de comisiones / sobornos, por parte de empresas adjudicatarias de contratos públicos, no sólo a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC, socio mayoritario de CiU), sino al actual president de la Generalitat, Artur Mas, y al ex president Jordi Pujol y su familia.

Está por ver qué efectos electorales tiene la difusión de este "borrador", pero de lo que no cabe ninguna duda es de que la publicación de una noticia así en semejante momento obedece, precisamente, al afán por influir, tal vez decisivamente, en la campaña electoral. La corrupción y el delito no se combaten mediante insinuaciones, medias verdades y oscuros borradores salidos de no se sabe bien dónde. Esta es una práctica totalmente impropia de países democráticos, y también de medios de comunicación serios. Es muy fácil publicar primicias a partir de datos no contrastados o, sencillamente, chascarrillos de bar.
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Guillermo López es profesor titular
de Periodismo en la Universitat de València
@GuillermoLPD