-Caja Madrid y Bancaja prevén prejubilar a unos 3.400 empleados

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VALENCIA (L. MASERES). La crisis de la economía, del tejido empresarial y del mundo laboral está teniendo como consecuencia el espectacular aumento de las listas del paro en España. Además, con las últimas fusiones entre cajas de ahorro se prevé que el número de personas con edad de trabajar pero sin empleo vaya en aumento. La prejubilación, que no jubilación anticipada, es la fórmula preferida por las empresas. y por los sindicatos para facilitar el 'reajuste' de sus plantillas. Sin embargo, el Gobierno ya ha anunciado que penalizará a las compañías o entidades que, aun teniendo beneficios, se acojan a este tipo de despido.

Los términos se confunden. Prejubilación y jubilación anticipada no son lo mismo. De hecho, la primera situación ni siquiera está reconocida en la legislación. No existe para la Seguridad Social. La segunda, en cambio, sí.

La prejubilación es un pacto. Consiste en un acuerdo entre la empresa y sus trabajadores a través del cual los empleados son despedidos -normalmente por problemas de solvencia de la compañía, conducentes a expedientes de regulación de empleo o que ésta quiera rejuvenecer/abaratar la plantilla- pero mantienen casi la totalidad de sueldo, abonado por la empresa, hasta alcanzar la edad de jubilación establecida, es decir, a partir de los 61 años.

La particularidad de este tipo de despido es que la empresa pacta con sus trabajadores convenios especiales. Puesto que el empleado pasa a engrosar las listas del paro, éste recibirá -durante un máximo de dos años-, una contribución por desempleo por parte del Estado además del complemento económico que haya acordado con la empresa. Cuando la prestación pública finalice, la empresa se hará cargo de la misma. Asimismo, la compañía se compromete a pagar las cuotas de la Seguridad Social de los empleados despedidos para que, cuando llegue la edad mínima establecida para la jubilación, éstos no vean mermada su pensión.

"Es una forma menos traumática de abandonar el mercado laboral y una protección hacia el trabajador porque sigue manteniendo su estabilidad económica", explica a Valenciaplaza.com Raúl Boo, abogado laboralista del bufete Uría Menéndez.

Por otra parte, y aunque el trabajador tiene asegurado una paga hasta al menos los 61 años (la edad dependerá del convenio especial pactado), éste tiene derecho a reincorporarse al mercado. Su acuerdo de prejubilación cesará durante el periodo en que esté trabajando y, una vez finalice su contrato, volverá a recibir las mismas prestaciones.

MOTU PROPRIO

Al contrario que en la prejubilación, en la jubilación anticipada es el propio trabajador quien decide retirarse a partir de los 60 años. La persona que se acoja a esta posibilidad tiene derecho a recibir su pensión, aunque con penalizaciones.

Esta opción, que sí viene recogida en la legislación, está dirigida a los profesionales cuyos trabajos sean de "naturaleza excepcionalmente penosa, peligrosa, tóxica o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad", siempre que acrediten el mínimo de actividad que se establecido.

Es decir, en este grupo se encuentran los mineros, personal de vuelo, trabajadores ferroviarios, artistas, profesionales taurinos (matadores, rejoneadores, novilleros, banderilleros, picadores y toreros cómicos), bomberos, y funcionarios de la Administración Civil, Militar, Justicia, Cortes y de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

A pesar de que como dicen los expertos, la prejubilación es  una "política social" que impide que el trabajador se quede sin recursos económicos, el Gobierno ha advertido en varias ocasiones que penalizará a aquellas empresas que se acojan a este tipo de despido.

Los motivos son dos. Por una parte es la Administración la que durante un máximo de dos años paga a estos trabajadores, y por otra, el prejubilado se suma a las ya abultadas listas del desempleo. Además, y como corrobora Victoria Villanueva, abogada de la firma Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, es habitual que las empresas reciban subvenciones por parte del Estado y de la Administración autonómica para poder hacer frente a tales indemnizaciones. Alrededor del 40% del dinero que destina la empresa a pagar a los prejubilados procede del dinero público.

LIMITAR LO QUE NO EXISTE

"El problema es que hay menos gente cotizando y el sistema de pensiones español tiene grandes brechas", declara Villanueva. "Es una situación muy complicada porque el Gobierno quiere limitar una figura que no existe, pero algo hay que hacer para que no sea una vía de despidos a cargo de las arcas públicas", afirma Boo. Por su parte, Sergio Ponce, también abogado de Uría Menéndez, asegura que la prejubilación es más ventajosa que la mera extinción del contrato.

Puesto que la legislación no recoge esta figura, no existen cifras oficiales sobre cuántas personas están en esta situación, aseguraron a Valenciaplaza.com fuentes de la Seguridad Social. "Este tipo de jubilación siempre es negativa, ya que el ciudadano tiene que agotar su periodo de trabajo. Es por filosofía, no por una cuestión económica", añadieron las mismas fuentes.

Según los últimos datos recogidos por la Seguridad Social, en España hay en estos momentos 1.032 personas jubiladas con una edad comprendida entre los 50 y los 54 años; 11.882 de entre 55 y 59 y 335.463 con una edad entre los 60 y los 64 años. La estadística no especifica ni los motivos, ni si son prejubilaciones o jubilaciones anticipadas. En cuanto al número de jubilados que hay en España, la cifra alcanza los 8.677.954. De éstos, más de medio millón corresponden a la Comunitat.

Esta cuestión, debatida hasta la saciedad entre los sindicatos y el Gobierno, no deja lugar a dudas de sus posiciones. Jaume Mayor, secretario de Acció Sindical de CC OO-PV ve este tipo de despido como una protección hacia los trabajadores. Como señala, uno de los problemas de los prejubilados es que su edad, alrededor de los 55 años, los deja fuera del mercado laboral a pesar de que sus capacidades están al cien por cien.

"Lo que no podemos hacer es alargar la edad de jubilación y exigir más requisitos cuando se está expulsando a gente continuamente de sus puestos de trabajo. Hay que dar soluciones, pero no dejar a una persona sin su pensión. El haber facilitado el despido es el origen del problema", manifiesta Mayor.

Por su parte, Gonzalo Pino, también secretario de Acció Sindical de UGT, afirma que en momentos de crisis como éste, la prejubilación es "la mejor fórmula". Lo considera una manera de "supervivencia". "Pagamos impuestos para algo. No se debería pensar tanto en el gasto que supone y sí en los trabajadores".

Aunque la prejubilación está considerada como una manera menos traumática de despedir al personal porque mantiene su economía, el psicólogo Miguel Perelló lo compara con el duelo. "Despedir a una persona con una edad media de 55 años, en la que sus capacidades mentales y físicas están en perfecto estado, puede ser peligroso porque deja de sentirse útil. Las empresas deberían hacer valoraciones psicológicas para asegurarse de que no empujan a nadie a una depresión".