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La explotación de la Escuela de Negocios Luis Vives y el cobro de sus servicios de asesoramiento en la internacionalización o arbitraje en los conflictos empresariales son las bases del nuevo modelo de financiación cameral establecido por su presidente José Vicente Morata 

VALENCIA. "Este 2013 va a ser un año duro y hay que prepararse para enfrentarse a él". Así defienden fuentes de la Cámara de Comercio de Valencia la reinvención de su modelo de negocio tras la supresión definitiva del pago de las cuotas para todo tipo de empresas al término de 2012.

Según las previsiones con las que trabaja la entidad, el presupuesto para 2013 será como mucho de seis millones de euros, un 33% por debajo del del 2012, a causa del descenso de ingresos tanto por las aportaciones empresariales (que han dejado de ser obligatorias) como de la Administración (fruto de las políticas de austeridad).

El recorte de los gastos de personal, que significó una reducción del 40% de los costes laborales, y la fuente de ingresos que significará el alquiler de la sede de la calle Jesús han conseguido evitar que el descenso termine por ser mayor, pero no pueden impedir el final de situaciones como la gratuidad de algunos de sus cursos.

"Esos cursos, que tenían una valor medio de 60 euros por participante, eran una forma de retornar a la sociedad los ingresos que se conseguían por medio de las cuotas obligatorias. El final de este sistema de financiación no sólo hace económicamente inviable la continuidad de esta oferta, sino que tampoco respondería a la lógica", señalan fuentes vinculadas con la institución.

LAS NUEVAS FORMAS DE GANAR DINERO

Los pilares del nuevo sistema de ingresos que la Cámara de Comercio de Valencia va a aplicar a partir de ahora serán la formación; el cobro de los servicios a las empresas, especialmente en materia de internacionalización; el arbitraje y, de forma más indirecta, su trabajo en el desarrollo de actividades relacionadas con el emprendedurismo.

Actualmente, la Escuela de Negocios Luis Vives es la primera entidad de formación empresarial en la Comunitat Valenciana por número de alumnos, dando formación a 9.100 personas al año con 562 cursos distintos y más de 14.626 horas. La intención es impulsar los seminarios y jornadas, eliminando los cursos gratuitos, que deberán ser sufragados por los participantes, las empresas o por la Administración, por medio de convenios específicos.

Otra fuente de ingresos será las explotación de los servicios de internacionalización, la válvula de escape ante la crisis de la mayor parte de la industria valenciana. La Cámara va a seguir impulsado la utilización de los Certificados de origen (que sirven como reconocimiento de idoneidad para las empresas valencianas ante las cámaras de comercio y las compañías de otros países), a pesar del aumento de su precio en el próximo ejercicio por haber dejado de estas subvencionados.

Igualmente, la entidad que preside José Vicente Morata, va a explotar la red internacional de las cámaras (que coordinará a partir de ahora el estatal Instituto de Comercio Exterior, ICEX), además de explotar la reconocida capacidad de su personal para el asesoramiento de las empresas en materia de exportación e implantación exterior.

CORTE DE ARBITRAJE

Otra de las actividades que van a tener una función destacada en la cuenta de resultados de la Cámara de Comercio va a ser el cobro de los servicios de la Corte de arbitraje. Este servicio es muy demandado en caso de litigio entre empresas, al ser más rápido y barato que la vía judicial y ofrecer soluciones vinculantes que ambas partes en conflicto deben respetar.

Ya de un modo más indirecto, el desarrollo del emprendedurismo también se contempla como un modo de generar ingresos, ya que la puesta en marcha de nuevos negocios amplía la masa crítica de demandantes de servicios de la entidad. Con este fin, se está trabajando en el desarrollo, junto a distintas entidades financieras y la Administración, de un proyecto de generación de microcréditos.

El objetivo es impulsar los viveros de empresas, que ya están dando unos resultados muy satisfactorios según la Cámara, para que se puedan poner en marcha un número mayor de compañías que contribuyan a la generación de empleo en la Comunitat Valenciana.

TIERRA DE NADIE

Estas medidas quieren adaptar a la entidad al nuevo escenario tras la eliminación de las cuotas camerales, que no se ha solapado con la definición del nuevo modelo estatal de las cámaras de comercio, que está en preparación pero que aún no tiene fecha prevista de aprobación. De este modo, las cámaras se encuentran en una tierra de nadie que deben atravesar por sus propio medios.

En líneas generales, la referencia es el llamado modelo continental o europeo de cámaras de comercio, en el que se definen como sociedades de derecho público. Esto de traduce en que asumen funciones de la Administración aunque son gestionadas por empresarios. En el caso de Francia, cuentan con distintas vías de financiación, como la administración de aeropuertos; lo mismo que en Alemania, donde es fundamental su participación en la formación.

El otro modelo sería el anglosajón, por imperar en Reino Unido y Estados Unidos, donde son asociaciones de empresarios sin intervención de los poderes públicos, un formato que chocaría en su aplicación con el sistema de representación patronal, capitaneado a escala nacional por CEOE y en la Comunitat a través de Cierval.