VALENCIA (X. A. / FOTOS: E. MAÑEZ). En las últimas semanas, el PP valenciano ha acentuado el debate referente a las señas de identidad y el miedo al tripartito. Un cóctel ya conocido que desprende un sabor artificial en, eso sí, un escenario apropiado.
La crisis económica, falta de recursos para la inversión de la Generalitat, impagos, poca atención por parte del Gobierno central en materia presupuestaria o la revisión pendiente del sistema de financiación, son gigantes demasiado poderosos para que el PP valenciano los pueda hacer frente con solvencia.
En este contexta, los movimientos hacia la independencia en Cataluña y la posibilidad de perder la mayoría ante una futura alianza de izquierdas han conducido a la formación que preside Alberto Fabra a comenzar una cruzada por ‘lo valenciano' y contra un futuro tripartito.
Una estrategia ya conocida -aunque históricamente efectiva- abordada, no obstante, a casi tres años de los próximos comicios con la intención de debilitar a la oposición y, en especial, a los socialistas valencianos.
De hecho, parte de la actividad en Les Corts Valencianes va en esta línea. El PP ha presentado una proposición no de ley en Les Corts para que se rechace cualquier documento procedente de cualquier organismo o formación política que no utilice la denominación oficial de ‘Comunitat Valenciana'. Un hecho que contrasta con la propia nomenclatura de los partidos de la oposición: dos de ellos tienen como ‘apellido' la marca País Valencià (PSPV y EUPV) y Compromís lo utilizó en el pasado. Por otro lado, esta misma semana pasará por el pleno una proposición no de ley del PP rechazando un acuerdo del Parlamento catalán para garantizar "la enseñanza del catalán en el País Valenciano".
Envolverse en la señera ha sido una práctica habitual por parte del PP valenciano en fechas próximas a campaña electoral. Alentar el miedo a un ‘tripartito' o la defensa de las señas identitarias han sido lugares comunes a los que los ‘populares' han acudido en los últimos años, aunque nunca a tanta distancia de la meta electoral.
Sin ir más lejos, miembros de la formación 'popular' han creado en Twitter el hashtag #tripartitoruina, que está en funcionamiento desde el pasado 14 de octubre y cuya actividad ha crecido este fin de semana con las elecciones autonómicas gallegas y vascas
De hecho, referentes del partido como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, han aprovechado foros nacionales para ‘cargar' contra el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y denunciar los intentos de "catalanización de lo valenciano".
OTROS DEBATES QUE HUELEN A CORTINA DE HUMO
Otra de las vías de debate abierto por el PP apunta a una reforma estatutaria. Lo que empezó como una petición de rebaja del número de diputados ha evolucionado hasta la posibilidad de retirar la reforma estatutaria pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados para refundirla junto a la disminución de parlamentarios en Les Corts en una ampliación de la reforma. Una revisión que requeriría un referéndum para ser aprobada.
La estrategia parece clara: vincular el descenso de diputados al deseo de austeridad del Gobierno valenciano y atacar a quien se salga de ese guión.
En esta línea, también fue interpretado como una cortina de humo desde varios medios de comunicación y foros políticos el debate sobre el traslado de los festivos, en especial, del día de la cremà.
Una iniciativa que, aunque produciría beneficios económicos, generó un auténtico incendio social en el mundo fallero y un pulso menos soterrado que de costumbre entre el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat. Unos hechos que distrajeron a la opinión pública durante varias semanas, algo que parece haberse convertido en una de las estrategias adoptadas por el PP valenciano ante el poco margen de maniobra que permite la crisis económica.
Los partidos se pueden poner el nombre que quieran, cómo si quieren ser "partido nnn del planeta valencià", pero los valencianos sabemos que vivimos en la comunidad valenciana, etc., etc. cómo demostramos mayoritariamente al votar. Y, que nadie se equivoque, si hay cambios en intención de voto es por temas económicos, no otros.
Y todavia hay gente que se extraña de esos 'dardos a Cataluña'? Yo he vivido en Barcelona 10 años y da asco ver cõmo tratan a los valecianos. Como si les debiéramos algo. Como si fuéramos parte de su Imperio, al estilo Gran Serbia. Han matado el nacionalismo valenciano introduciendo su pancatalanismo.
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